jueves, 12 de septiembre de 2019

TOPONIMIA Y GEOGRAFÍA DE LA SIERRA DE CERDAÑA

Nota previa: la presente entrada y las tres anteriores son un extracto de un trabajo más amplio que puede encontrarse completo en
En ésta entrada están recogidos la portada y el índice del trabajo; en las tres entradas previas se recogen los capítulos 3, 4 (con exclusión de las listas de elementos) y 6 (anexo 1), respectivamente.


TOPONIMIA Y GEOGRAFÍA DE LA SIERRA DE CERDAÑA

COMARCA DEL ALTO PALANCIA, CASTELLÓN


Fecha: Septiembre de 2019.
Autor: Paco Mas.






















 
Extracto de la planimetría de Pina, zona central de la Sierra de Cerdaña, IGE, 1909



ÍNDICE:

1. PRESENTACIÓN.

2. ÁMBITO, SECTORES, CAMPOS DE INFORMACIÓN Y ESTRUCTURA DEL TRABAJO. 

3. REFERENCIAS GEOGRÁFICAS Y GEOLÓGICAS DE LA SIERRA DE CERDAÑA. 

4. RELACIÓN DE TOPÓNIMOS POR SECTORES.

5. LISTAS DE TOPÓNIMOS DE LA SIERRA DE CERDAÑA POR CATEGORÍAS.

6. ANEXO I. REFERENCIAS SOBRE LOS ANTIGUOS CAMINOS DE LA SIERRA DE CERDAÑA.

7. ANEXO II. ERRORES Y MODIFICACIONES EN DOCUMENTOS PREVIOS.




REFERENCIAS GEOGRÁFICAS Y GEOLÓGICAS DE LA SIERRA DE CERDAÑA.

Nota previa: en la presente entrada se recoge el capítulo 3 de un documento mucho más amplio, titulado "Toponimia y geografía de la Sierra de Cerdaña", que puede consultarse completo en
https://drive.google.com/open?id=10iTwNI39voz93Gf13aAbeaha1NVYdwth
En las entradas inmediatamente anteriores y posterior pueden consultarse los capítulos 4 (sin las listas de elementos) y 6 (anexo I), así como la portada y el índice de dicho trabajo.



3. REFERENCIAS GEOGRÁFICAS Y GEOLÓGICAS DE LA SIERRA DE CERDAÑA.
                                                                 

Aporto aquí unas referencias geográficas y geológicas de la Sierra de Cerdaña, incluyendo dos planos, uno con los barrancos y cordales, y otro donde solamente se indican los topónimos y elementos, que a mi juicio con carácter y criterios personales, puedo considerar como los de mayor relevancia.


En realidad esta parte de geografía ya fue tratada en otro documento propio redactado a principios de este año, necesario en su momento para ubicar otro trabajo presentado entonces, como fue la primera actualización del catálogo de cavidades de la zona. Sólo que como todo el trabajo de cavidades así como el presente trabajo de toponimia han sido continuados, algunos elementos y referencias han sido mejorados, por lo que procede redactar de nuevo esta parte de geografía y geología mejorando la anterior. En cualquier caso, al final de este documento se incluye un anexo que recoge los errores de los documentos previos sobre la Sierra de Cerdaña.

La Sierra de Cerdaña es un conjunto montañoso en gran parte formado por suaves y redondeados cerros, que sólo por su parte oriental cae de forma más abrupta. Sus suelos son mayoritariamente calizos, lo que facilita la presencia de algunas cavidades. La máxima altitud de esta sierra es el Alto Torres, con unos 1230 metros de altitud, situado en la franja nororiental de la zona, y en la que se dan las mayores cotas a lo largo de un par de cejas que bajan hacia el Sur. El resto de cerros y altiplanos se sitúan sobre los 1000 metros de altitud, y sólo las zonas orientales así como el valle de Valdehurón quedan por debajo de estas cotas, llegando hasta los 800 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Es muy conocida en esta sierra la Cueva de Cerdaña, interesante cavidad frecuentemente visitada e históricamente citada, con una gran sala y abundantes formaciones. En realidad es más conocida esta Cueva que la propia Sierra. Incluso hay una leyenda que plantea que el nombre de la Sierra de Cerdaña proviene del de la Cueva de Cerdaña, relacionado a su vez con la isla de Cerdeña, en Italia. También es interesante el rincón conocido como las Cárcamas de Cerdaña, conjunto de grandes fracturas en la roca con bellos rincones y una vegetación especial en sus umbrías.

La Sierra de Cerdaña es la continuidad por el Norte de los Montes de Ragudo, de similar forma y constitución, los cuales son separados por el estrecho valle excavado por el Barranco Hurón (o del Hurón o de Valdehurón). Como ya se ha dicho, las estribaciones septentrionales de la Sierra de Cerdaña constituyen la divisoria natural de las aguas entre las cuencas del Río Palancia por el Sur, y las del Río Mijares por el Norte.

Desde gran parte de la Sierra de Cerdaña es visible al Norte la presencia de la Sierra Espina, con sus densos pinares y robledales, que con su pico Pina o Santa Bárbara de unos 1400 metros de altitud, constituye la máxima altura de este ámbito. Separa la Sierra Espina de la Sierra de Cerdaña un pequeño altiplano donde está la población de Pina y la ermita de Santa Gracia, con la presencia de varios cerros como Monteagudo y grandes hoyas como el paraje de las Fuentes o la Huerta, los Praos y la Hoya de las Viñas. Este pequeño altiplano se sitúa entre los 1000 y 1100 metros de altitud, formado la zona que se ha definido como el sector Monteagudo dentro del presente trabajo.

Por el Oeste la Sierra cae suavemente a otro altiplano, conocido en general como Mairana (aunque con diferentes partidas como el Prospinal, la Junquera, la Orillada, el Castellar, la Hoya Huguet, etc), con unas cotas alrededor de los 1000 metros de altitud, estando muy aprovechado agrícolamente. Esta zona es la que se ha definido como el sector Mairana dentro del presente trabajo.

Por el Sur su divisoria es el encajonado valle del Barranco Hurón o Valdehurón; los montes que se elevan en la parte Sur, como el Cerro Garramanchel, ya se conocen como parte de los Montes de Ragudo. El margen izquierdo del barranco, o parte Norte, lo forman las estribaciones y barrancos que le llegan desde las zonas central y oriental de la Sierra. Esta zona es la que se ha definido como el sector Sur o Valdehurón dentro del presente trabajo.

Por el Este la Sierra tiene sus laderas más abruptas, que caen por una parte hacia una zona constituida por suaves montes y diversos barrancos, en los términos de Benafer y Caudiel, donde dominan algunos altos como el Cerro Catalán, el Cerro Negro y el Cerro Jaime. Por la parte más al Noreste la Sierra cae bruscamente hacia el Barranco de Pantorrilla. Esta zona, definida en el presente trabajo como sector oriental o Altos de Cerdaña, está constituida principalmente por dos grandes cordales que bajan de Norte a Sur, discurriendo entre ambas el barranco Poyatos, quedando al Este las laderas más abruptas comentadas, y al Oeste lo que he nombrado como sector Central.

Lo que he dado en llamar el sector central, rodeado de los otros cuatro sectores, está constituido por una suave cordal al Norte (que es la divisoria de aguas entre las cuencas de los dos ríos ya citados), y otras cordales menos relevantes que discurren hacia el Sur, con los barrancos que se enclavan entre ellas.


En conjunto, la Sierra de Cerdaña está constituida por varias cejas o cordales que causan la división de diferentes barrancos. Como se reconoce en todo este documento, la toponimia recogida por las diferentes cartografías no siempre coincide entre ellas, ni tampoco con los nombres utilizados por los habitantes de Pina y Benafer, lo cual supone una complicación a la hora de describir el paisaje y dar buenas referencias.

Hay una primera cordal de montes poco elevados, como el Cerro de la Fuente, Collado de la Horca, Montanero y el collado de los Bataneros, que delimita la propia Sierra por el Norte y forma, como hemos dicho, la divisoria natural de aguas entre el Palancia y el Mijares. La segunda ceja o cordal situada más al Este es la que limita la Sierra por su lado oriental, y en ella están situados las máximas altitudes de la misma, como el Alto Torres, el Alto Brazoso o Cerro  de Cerdaña, la Ceja de las Moratillas, la Peña Roya y la Escalerica. Otra tercera ceja o cordal, bastante larga y también con cotas altas, cruza la Sierra por su zona central; no tiene un nombre concreto toda la cordal, pero se suceden según pierde altitud los siguientes nombres: Ceja de la Almagra (la Cruz en las cartografías), el Escorrentador, la Ceja de los Vallejos y el Cerro de la Corraliza, además de otras transversales como la Loma de la Cierva. Esta cordal y la anterior están separadas por la cuenca del barranco Poyatos.

Hay otras cordales más discretas que bajan de norte a sur, como son la Loma de En Medio y la Loma de la Zurjana, por citar algunas. Entre todos estos montes y hacia el Sur se abren paso una serie de barrancos (Acebo, Carro, Escorrentador, Vallejos) que confluyen en la zona de las Ramblillas, para juntarse después con otro que proviene del Noroeste, y que puede llamarse ya propiamente el de Valdehurón. En las cartografías el conjunto de barrancos Acebo-Ramblillas es nombrado como barranco de Montanero, pero no ha sido reconocido con ese nombre por nadie. El ya mencionado barranco Poyatos desemboca a su vez en el de Valdehurón, si bien esto sucede más abajo, entre los términos de Benafer y Viver, y fuera del contexto de la Sierra. La visión de los planos adjuntos ayuda a interpretar estos textos.

En general la sierra se presenta muy desforestada, fruto de antiguos cultivos y del intenso pastoreo. Hubo algunos intentos de repoblación con pinos aunque con no muy buen resultado. Hay diversas manchas de carrascas y robles, entre los que destaca el rebollar de la masía de las Monjas, de la especie “Quercus faginea”, frecuente por estos territorios. La especie vegetal arbustiva más abundante de la sierra es la coscoja, que en algunas zonas presenta densos rodales totalmente impenetrables. Este matorral de coscoja es acompañado de algunos brotes de carrascas, de sabinas negrales, y de romeros y aliagas. En algunos rincones como por ejemplo las Cárcamas de Cerdaña encontraremos interesantes umbrías con especies singulares como el acebo, el arce y el guillomo. También hoy en la Sierra, como en tantos otros lugares cercanos, se está procediendo a poner plantaciones de carrascas truferas.

Actualmente el paisaje de la Sierra de Cerdaña está muy condicionado por la presencia del Parque Eólico “Alto de las Casillas”, instalado en la primera década del presente siglo. Para los que vivimos por este territorio la presencia de los aerogeneradores es algo ya habitual, y a algunos nos cuesta ya imaginar el paisaje sin ellos. Sin considerar los beneficios que tiene, y los problemas ambientales que puede presentar, lo cierto es que el ruido y las sombras de estos inmensos aparatos provoca bastante molestia cuando se camina entre ellos.

A continuación voy a describir lo que sería la red hídrica superficial o de barrancos de la Sierra de Cerdaña. Por la parte Norte de la Sierra las aguas se recogen en dos direcciones: por el lado Oeste hacia el Barranco de la Cañada, desembocando éste en la Rambla del Barruezo (que forma el límite de provincias entre Castellón y Teruel). A su vez, dicha Rambla pasará más adelante a denominarse Barranco de la Maimona, el cual desemboca en el Río Mijares junto a la población de Montanejos. Por el lado nororiental, las aguas se dirigen al Barranco de Pantorrilla, que afluye al Barranco del Mas del Moro, cuya continuidad es el Río Montán, y que desemboca asimismo en el Río Mijares en la población de Montanejos.

Por la parte occidental los llanos de Mairana tienden a estancar las aguas, pero si tuviesen capacidad de fluir, estas aguas irían hacia el llano de Barracas y hacia la Rambla Orduña (luego llamada Agualobos), que desemboca en el Río Palancia, junto al caserío del Molinar,  perteneciente a El Toro pero al cual se suele llegar por Bejís. De todos modos, como ya he dicho, las aguas de Mairana y de todo el llano de Barracas (y sobre todo la nieve) tienden a drenarse, alimentando los acuíferos subterráneos que manan tierras abajo.

Toda la parte central de la Sierra vierte aguas al Barranco Hurón (o Valdehurón), bien desde la propia cabecera del mismo cerca del collado Mairana, o bien a través del conjunto de barrancos    Acebo-Ramblillas (o Montanero). Asimismo el conjunto de los barrancos Poyatos (o de los Cerezos) y Carlos (o de la Guijarrosa), que recogen las aguas de las partes surorientales de esta sierra, también acabarán desembocando en el Barranco Hurón, el cual desemboca a su vez en el Río Palancia, cerca de la población de Viver.

Queda la parte en que las aguas caen a las vertientes orientales. De ellas, las situadas más al Norte caen hacia el antes mencionado Barranco de Pantorrilla. Desde un collado llamado Piquer (o Piqueres), las aguas caen hacia un pequeño barranco conocido como del Chorrillo, que afluye a otro pequeño nombrado como de los Navarros, el cual también confluye con el Barranco del Mas del Moro. Desde otro discreto collado llamado de Bisperris, situado entre el Mas de Noguera y el Mas del Bravo, las aguas cambian de vertiente, e irán ya hacia el Río Palancia, a través de diferentes barrancos que acabarán juntándose en el Barranco de las Clochas (o de la Peña de la Hiedra), el cual con otros nombres intermedios, acabará siendo el Barranco del Cascajar, que desemboca en el Río Palancia ya en el mismo embalse del Regajo, término de Jérica. Todavía quedan unas pocas laderas que vierten al Sureste, hacia la Masía de Bielsa, en el llamado Barranco de la Cerera que afluye también al Barranco Hurón.


De todos modos, hay que insistir en que los suelos calizos de la sierra de Cerdaña filtran mucho las aguas, por lo que sólo discurren por los cauces de los barrancos en caso de fuertes lluvias, proceso de filtrado que contribuye a alimentar los acuíferos que manan en los valles inferiores.

En cuanto a fuentes o manantiales, la Sierra de Cerdaña es bien escasa. Como se ha dicho, su sustrato calizo hace que las aguas tiendan a filtrarse, surgiendo en otros puntos más alejados. Al Norte de la Sierra, y ya pudiendo considerarse fuera de ella, estaría el manantial de Monteagudo, escaso e irregular, del cual se tomó agua para el pueblo. En los llanos de Mairana pero ya en término actual de Barracas está la pequeña pero relevante Fuente o Pozo de Mairana. En el mismo lecho del Barranco Hurón se encuentra la Fuente de Valdehurón, con frecuencia seca. Poco más abajo hay un pozo artificial (de Valdehurón o de las Solanas) del cual se abastece el pueblo de Pina bombeando el agua a través de la Sierra. Y más abajo, también en el mismo barranco y ya cerca del término de Viver, está el Nacimiento de la Peña del Águila, que sólo mana en época de fuertes lluvias, pero cuando lo hace tira un buen caudal.

Por el lado oriental, cerca de la Masía de Bielsa hay unos pequeños afloramientos, ya a los pies de la Sierra. Más hacia el Norte y al pie de la Cueva de Cerdaña, hay un manantial del cual se surte el Mas de Noguera. Y cerca había una pequeña fuente, conocida como del Chorrillo, ahora desaparecida. En la parte nororiental queda la Fuente de Pantorrilla, escasa pero en general fiable. Se pueden mencionar algunas fuentes o afloramientos más, secas en general, como son por ejemplo la Fuente de la Cerrada y la Fuente de los Arrieros, ambas situadas también al Norte de la Sierra, aunque la segunda ya puede considerarse fuera de la misma. Cabe considerar que en épocas de lluvias, a veces el agua mana por otros puntos diferentes de estos montes, y en especial por las hoyas situadas entre ellos.

Además de estas fuentes, hay que citar dos pequeños pozos, con abrevaderos para el ganado, como son el Pozo de Cerdaña y el Pozo de Montanero. Hay más pozos distribuidos por la zona, como por ejemplo uno situado cerca del Collado Mairana, junto a una caseta, que suele tener agua pese a su altitud; o como el del Regajo (en realidad hay más de un pozo), hechos para agua de riego y para la población, pero que no han sido fiables ni suficientes, situados muy cerca y al sureste del pueblo.


Respecto a la geología, la sierra de Cerdaña está mayoritariamente constituida por diferentes materiales calizos de la época del Jurásico (entre aproximadamente 200 y 150 millones de años). Son los distintos colores azules del mapa adjunto. Estos suelos se prolongan hacia el Oeste, a través de los llanos de Mairana y los montes del Alto Limbo.

Por las partes Norte, Este y Sur, afloran distintos materiales de la época del Triásico (entre aproximadamente 150 y 65 millones de años), como son areniscas, calizas y dolomías, pero sobre todo arcillas y yesos. Son los diferentes colores rosas del mapa geológico, que marcarían los límites de la Sierra de Cerdaña. Más al Norte hay una gran franja de color rosa más oscuro; son materiales de areniscas rojas, del Triásico inferior, que forman la llamada Sierra Espina.

Toda la zona suroriental de la Sierra de Cerdaña, que como ya he dicho forma la parte más abrupta de la misma, pertenece a la denominada falla de Requena-Mora, extensa falla que va desde la población de Requena (provincia de Valencia) hasta la población de Mora del Ebre (provincia de Tarragona), y cuyos efectos pueden verse bien claramente tanto en los límites de  la Sierra de Cerdaña como en los Montes de Ragudo, que forman el abrupto escalón entre el altiplano de Barracas y Pina, y los valles inferiores y planicies de Caudiel y Viver.

El mapa que adjunto, fragmento de las hojas nº 614 y nº 639, pertenece a la colección de mapas geológicos del IGME, fruto de una intensa labor realizada al completo en España en los años 70 del pasado siglo. Estos mapas pueden consultarse y descargarse en el enlace: 


 




RELACIÓN DE TOPÓNIMOS POR SECTORES.


Nota previa: en esta entrada se puede consultar el capítulo 4 (salvo las listas de elementos) de un trabajo mucho más extenso, titulado "Toponimia y geografía de la Sierra de Cerdaña", que se encuentra completo en
https://drive.google.com/open?id=10iTwNI39voz93Gf13aAbeaha1NVYdwth
En las entradas inmediatamente anterior y posteriores pueden consultarse el capítulo 6 (anexo I), el capítulo 3, y la portada y el índice del mencionado documento.



4. RELACIÓN DE TOPÓNIMOS POR SECTORES.
               
Antes que nada aclarar que la división de estos sectores sigue un criterio personal, y aunque se basa en ciertos elementos físicos u orográficos, se podría decir que es poco determinada y concreta, y en consecuencia, la información en las zonas colindantes se puede solapar.



SECTOR MAIRANA.

Este sector abarca una zona muy llana, desde el pueblo de Pina hasta el Collado Mairana, y desde ahí todo el altiplano que cae muy suavemente hacia los llanos de Barracas, entre los montes de la Serretilla y Alto Limbo (ya fuera del ámbito de este trabajo), la carretera vieja de Pina (CV-209), hasta el término de Barracas, en el que se entra un poco alcanzando la fuente de Mairana. Es una zona donde todavía se mantienen cultivos de cereal y forrajeras, alternadas con eriales y con los cada vez más extendidos cultivos de carrascas truferas.

Aunque Mairana sería concretamente la partida donde está la fuente, a nivel popular se suele denominar como Mairana a toda la gran zona desde el Collado con este nombre hasta la fuente. La zona tiene abundantes topónimos, así como corrales, fruto del intenso uso debido a su bondad orográfica.

Desde el collado Mairana hacia el Norte las aguas caen al barranco de la Cañada, ya cuenca del río Mijares; mientras que las que caen hacia el Sur irían hacia la rambla Orduña (luego llamada Agualobos), afluente del Palancia en el caserío del Molinar, aunque dado el escaso desnivel, las aguas tienden a estancarse y filtrarse más que a formar un cauce.

  


SECTOR MONTEAGUDO.

Denomino así a la zona comprendida entre las estribaciones de Sierra Espina al Norte y de la Sierra de Cerdaña al Sur. Es pues el conjunto de cerros y hoyas entre las dos sierras. Geológicamente es también una zona de transición, formada por materiales del Triásico Medio (calizas y dolomías) y del Triásico Superior (arcillas y yesos), frente a los materiales del Triásico Inferior formados por areniscas de Sierra Espina, y los materiales del Jurásico (calizas) que conforman la Sierra de Cerdaña. Como ya he dicho es una zona en la que se alternan algunas ligeras hoyas o vaguadas, con la presencia de algunos cerros poco elevados.

El sector abarca desde el pueblo de Pina hasta el comienzo de la caída del barranco de Pantorrilla al Este, donde finaliza la zona de este trabajo. Hay un suave collado que separa las aguas que van al Este por el barranco de Pantorrilla hacia el barranco del Mas del Moro y al río Montán para verter al río Mijares, y las que van hacia el Oeste por el barranco de la Cañada hacia el barranco de la Maimona, que también afluye al río Mijares.

La zona presentó en su día intenso uso agrícola y ganadero, pero hoy en día van quedando pocos campos cultivados, entre ellos algunas de las escasas huertas de Pina. El nombre del sector lo he elegido por la presencia del manantial, partida y cerro de Monteagudo casi en el centro de la zona, si bien todo el sector no tiene un nombre específico para los habitantes de Pina.




SECTOR DE LOS ALTOS DE CERDAÑA (ESTE u ORIENTAL).

Este sector abarca toda la zona oriental de la Sierra de Cerdaña, donde se dan las cotas más altas, además de que la sierra cae de forma abrupta hacia el Este y Sureste, alcanzando las laderas con mayor desnivel. Está formado por una serie de cordales o cejas que se extienden en forma radial, bajando las dos más largas de Norte a Sur. En este terreno está el elemento más conocido de la Sierra, la Cueva de Cerdaña. Es también donde está implantado el Parque Eólico,  que marca fuertemente su presencia y ha modificado el paisaje.

Antaño la zona estuvo ampliamente cultivada en terrazas que bajaban por las laderas, si bien todo eso se perdió hace varias décadas. Actualmente se está introduciendo un poco el cultivo de la trufa, de forma dispersa por las hoyas más apropiadas. También hubo un uso intenso de la ganadería así como del carboneo, a pesar de todo lo cual la zona recupera su vegetación poco a poco, predominando la coscoja, la sabina y la carrasca, aunque también hay rodales de pinos, de rebollos, y otras zonas donde predomina todavía el matorral de aliagas y romeros. En los rincones de umbría podemos encontrar pequeños grupos de especies como arces, guillomos y acebos.

Las aguas de este sector caen hacia diferentes barrancos. La parte Norte cae hacia Pina, donde son recogidas por el barranco de la Cañada, que se dirige al barranco de la Maimona, y por ahí al río Mijares. Las que caen hacia el Este se dirigen bien al barranco de Pantorrilla o bien al barranco del Chorrillo y de los Navarros, ambos afluentes del río Montán y a su vez del río Mijares. Las del Sureste y Sur se dirigen hacia diferentes barrancos de la cuenca del río Palancia, como son el barranco Poyatos, el barranco de la Cerera, y el barranco de las Clochas.





SECTOR CENTRAL.

Denomino así a un amplio sector, conformado por suaves cerros y estrechas hoyas o barrancos, situado entre las estribaciones Norte de la Sierra de Cerdaña, la carretera vieja de Pina (CV-209) por el Oeste, el barranco de Valdehurón al Sur, y por el Este la Ceja de la Almagra y los Vallejos, que separaría de forma arbitraria esta zona del anterior sector.

De modo similar al sector oriental, estuvo antaño cultivada con abundantes y estrechos bancales, muy pedregosos, y sometida a una intensa ganadería, pero hoy en día está abandonada, aunque también se está introduciendo el cultivo de la trufa en las mejores hoyas. Presenta una vegetación donde predomina un matorral con abundantes coscojas, sabinas y carrascas. Todas las aguas vierten hacia el Sur, constituyendo a través de varios pequeños barrancos la cabecera del barranco de Valdehurón, que afluye al río Palancia en el término de Viver.

 


SECTOR VALDEHURÓN (SUR).

Esta zona abarca la parte Sur del presente trabajo, contemplando la cuenca del barranco de Valdehurón, junto a otros pequeños barrancos y algunos montes de ese entorno. Paralelo a este barranco discurre la carretera vieja de Pina (CV-209) y parte de la autovía A-23. Realmente el barranco constituye el límite natural de la Sierra de Cerdaña, por lo que apenas se comentan algunas de las partidas de su margen derecho.

Todas las aguas son las propias del barranco de Valdehurón, que afluyen al río Palancia. La zona estuvo antaño cultivada, pero hoy en día apenas quedan algunos bancales de almendros, entre densos pinares de repoblación, y otras zonas con denso matorral donde predominan la coscoja, la sabina y la carrasca, si bien también hay abundantes rebollos.




REFERENCIAS SOBRE LOS ANTIGUOS CAMINOS DE LA SIERRA DE CERDAÑA.


Nota previa: en la presente entrada se recoge el capítulo 6 (anexo I) de un documento mucho más extenso, titulado "Toponimia y geografía de la Sierra de Cerdaña", que puede consultarse completo en https://drive.google.com/open?id=10iTwNI39voz93Gf13aAbeaha1NVYdwth
En entradas posteriores de este blog pueden consultarse la portada y el índice del trabajo citado, así como los capítulos 3 y 4 (sin las listas de elementos).


6. ANEXO I. REFERENCIAS SOBRE LOS ANTIGUOS CAMINOS DE LA SIERRA DE CERDAÑA.


Me he decidido a escribir unas nociones, en las que aporto algunas referencias recogidas así como datos de alguna cartografía histórica, sobre este tema complicado y del que se ha perdido casi toda la información, pues solo quedan algunas personas mayores que recorrieron estos parajes a la antigua usanza. Así pues, y aun a riesgo de errores y omisiones, he considerado oportuno aportar estos datos.

Debemos considerar que los antiguos caminos se recorrían en general a pie o a veces con caballería, los paisanos más bien como arrieros de las mulas que llevaban la carga, por lo que eran conocidos como caminos de herradura. Solo en algunas ocasiones eran carreteros, es decir, aptos para carretas y carromatos de distinto tipo.

Intercalo entre los textos varios fragmentos del plano del IGE de 1909 donde se mencionan algunos de los caminos reseñados.

Toda la zona que he descrito como sector Monteagudo era atravesada por los caminos que iban hacia Montán, por el Mas (o Mar) de Mingacho y la Marina hacia el collado conocido como de Pino Rey (actualmente una pista recorre ese trazado de modo similar), o bien hacia Caudiel por Pantorrilla. La zona de Pantorrilla, aunque casi toda dentro del actual término de Benafer, era en general cultivada por gente de Pina, que aprovechaban este rincón de huertas más cercano a ellos, compensando la escasez de tierras regables en el altiplano. También se transitaban estos caminos para el trato o negocios con las grandes masías ubicadas en esas zonas de Benafer y Caudiel, como por ejemplo el Mas de Cuevas o de Tamborero. Para bajar a Pantorrilla había dos posibilidades: una, la que pasa por las Fuentes y cerca del Mas de Mingacho (es la actual pista que va hacia el Picayo y que luego es la senda marcada como sendero de PR); y otra, que iba por el Corral del Collado y bajaba pasando por la fuente del Collado (actualmente esta senda está casi perdida).


La zona de Mairana era utilizada para conectar con el antiguo Camino Real (el cual pasaba por la Ermita de Vallada y por Barracas), y también para ir hacia El Toro. Posiblemente también para ir hacia Barracas con carro, pues para desplazarse hacia esta población a pie se utilizaba un camino (actualmente marcado como PR-63.1) que discurre por las faldas occidentales del Alto Limbo. Seguramente también se podría ir a Barracas por un camino similar a la actual carretera principal, pero no debía ser el más utilizado, pues esta carretera se abrió entre los años 60 y 70 del pasado siglo XX. Dada la facilidad de los trazados, y al igual que ahora, había más de un camino que atravesaba toda la zona de los llanos de Mairana.


La zona de los Altos de Cerdaña no tenía ningún camino principal, pues es la zona más complicada orográficamente. Los escasos caminos eran para llevar a los diferentes rincones de uso particular. Mencionar que por el barranco del Chorrillo, que está situado al pie de la Cueva de Cerdaña, bajaba en su momento una senda, así como una vía pecuaria, aunque este paso no era el más usado, por ser más abrupto. Quien quería bajar hacia Caudiel, o por ejemplo hacia el Mas de Limpiabotas (actual mas de Noguera) en general lo hacía por Pantorrilla, al ser mejor camino y evitar pendientes más acusadas. Quien iba hacia la zona de los altos o del Pozo de Cerdaña, lo hacía por la senda que pasa por el Pozo de Montanero y de ahí al collado de los Bataneros; actualmente la pista pasa por la Masía de las Monjas y por el Corral del Collado, hacia los Bataneros, pero este camino no era el principal utilizado antes.

La zona que he llamado “Central” sí era atravesada por más de un camino, en general para acceder a los otros rincones de la sierra. Pero también había un camino principal, que además de permitir llegar a diferentes sitios, era el considerado de “atajo” para ir a Ragudo (o Viver y Jérica). En Pina era conocido como el camino de Montanero o de Ragudo, pero en la zona de Ragudo era conocido como el camino del Cierzo (de hecho en el mapa antiguo sale mencionado este topónimo). Esta senda o camino de herradura salía de Pina hacia un pequeño collado situado justo al Oeste de los corrales de Montanero, desde donde bajaba paralelo al barranco del Acebo (aún se conserva ahí un vestigio de la senda), y luego atravesaba unas lomas (tramo perdido que coincidía en parte con el carril que sube hacia Navajo Grande), para pasar por el collado donde queda el actual y nuevo Corral de Navajo Grande. Desde este punto descendía pasando por el Corral de la Perdiguera, para seguir por la ladera del margen izquierdo del Barranco Carlos o de la Guijarrosa (aquí sí queda un tramo muy bien conservado de la antigua senda, que es nombrada como Senda de Carlos en la planimetría de 1909), y después llegar hasta Masadas Blancas, donde ya conectaba con los caminos principales para seguir hacia Ragudo o los pueblos de más abajo. Este camino fue utilizado tras la Guerra Civil para la actividad conocida como estraperlo, y que luego quedó abandonado, aunque ha sido parcialmente recuperado para rutas de ciclismo, de motorismo y de senderismo.

 

Otro camino que ha sido mencionado por gente mayor era una variante del anterior, más larga y que sólo se hacía para ir hacia esa zona, o por algún motivo convenía ir expresamente por ahí. Transcurría desde Pina pasando por el Pozo de Montanero, desde donde subía al pequeño collado al Este de los Corrales de Montanero, siguiendo por unas amplias lomas (todavía pueden verse trazas de este camino en las laderas, que en esta parte aun era carretero), y al llegar a la Ceja del Escorrentador bajaba por la misma hasta conectar con el otro camino si ese era el destino, o seguir hacia alguno de los corrales o campos situados por el Barranco Poyatos, en su caso.

Por el amplio Collado de las Horcas discurrían también pasos de ganado, y a su vez se podía caminar por ahí para bajar hacia el propio Corral de las Horcas y seguir hacia el camino que iba por Valdehurón, aunque este no era un camino principal. Sale nombrado en el mapa como el Camino de las Ramblillas, ya que en realidad es el más directo para acceder a esta zona.

Por último, a lo largo de todo el barranco de Valdehurón, además de la conocida como carretera vieja de Pina, o carretera vieja a Viver o Jérica, que parece ser se construyó a finales del siglo XIX o primera mitad del XX (fecha no encontrada), y casi por su mismo cauce, discurrió de antiguo un camino del cual quedan unos pocos vestigios por donde está la Fuente de Valdehurón, así como un poco más hacia arriba dentro del mismo barranco. Este camino, por diferentes restos encontrados, se considera fue ya una vía de comunicación en época íbera, y tal vez fuera también el trazado de la calzada romana que comunicaba Sagunto con Zaragoza. Desde luego fue el Camino Real en época medieval (así es citado por Francisco del Vayo en su “Historia de Xerica”, de Rosa Gómez Casañ), aunque luego parece ser que perdió esta categoría (sobre el siglo XVIII tal vez), por ser de peor trazado para carretas y diligencias, a favor del otro camino que salvaba el escalón de los Montes de Ragudo, y que pasaba por donde está el trazado de las vías del ferrocarril. Posteriormente, ya en el siglo XIX se construyó la carretera de las Revueltas de Ragudo, por lo que el camino de Valdehurón quedó solo de utilidad para la gente de Pina.