jueves, 16 de mayo de 2024

SIMAS DEL CORRAL DE MAYO, MONTE DE LA COSTALATA (VALL DE ALMONACID).


 
Fecha: abril de 2024.

Texto, topografías y fotografías: Paco Mas, Paco Muñoz, Ana Muñoz. GESAP.


En la senda que sube desde la partida de la Mojonada (zona linde de Navajas con Gaibiel y la Vall de Almonacid) hacia la cumbre del monte de la Costalata, también conocido en Navajas como el Cerro Pelao dada la deforestación que presenta, un poco antes de alcanzar la cumbre se pasa junto a los restos del Corral de Mayo. En este punto se abre hacia el Sur el barranco del Salvador.

Justo por encima de dicho barranco, y en paralelo al mismo pero por su margen izquierdo, se intuye una tenue línea de fracturas. A lo largo de toda esta discontinua línea se sitúan diversas grietas y simas, algunas cegadas y otras que permiten descender cierta profundidad. Todas ellas objeto del siguiente artículo.  

 

Zona de localización de las simas del Corral de Mayo y Costalata, remarcada en círculo negro, sobre mapa del IGN

En la otra ladera del monte de la Costalata así como en su misma cumbre se abren otras cavidades, entre las que destaca claramente la Sima de la Costalata, que es la más profunda y amplia de toda la zona, aunque no deja de ser una fractura. Se puede ver referencias de estas cavidades en el SICE (Sistema Informático de Catalogación Espeleológica de Castellón), en el siguiente enlace:

   http://www.cuevascastellon.uji.es/

Volviendo a la zona del margen izquierdo del Barranco del Salvador, por debajo del Corral de Mayo, en el SICE estaban reseñadas dos de estas simas, con la denominación de Simas del Corral de Mayo, las números 1 y 2. Que sepamos no tienen otro nombre propio. Hemos seguido pues esta denominación, de forma abreviada: SCM. La numeración se ha hecho respetando los dos primeros números, y poniendo el resto en dirección Norte-Sur. Se adjunta un croquis de situación de las mismas para su mejor interpretación.

Hasta el momento hemos datado 10 puntos de referencia. Las cavidades 1 y 2 ya fueron referenciadas de forma genérica en 2011 por espeleólogos del club Unión Ciclista las Palmas. Posteriormente algunas de ellas fueron exploradas en 2018 por miembros del GESAP (Xevi Bolumar, Guillem Nebot y Vanesa Gil), pero ha sido entre 2023 y 2024 cuando se han documentado al completo el conjunto de simas, participando otros miembros del GESAP (Paco Muñoz, Ana Muñoz, Rafa Juesas, Paco Mas, José Ángel Cobo).

Toda esta zona se desarrolla sobre calizas del Jurásico, con reducido espesor, según el IGME.

 

Zona de las simas del Corral de Mayo

Vistas de la Costalata desde la Mojonada

     


         
Rato de descanso y almuerzo en una de las jornadas de exploración

     
DESCRIPCIÓN DE LAS CAVIDADES

La descripción de las cavidades ha seguido el orden de localización Norte-Sur.


SCM 4-1. 30 S 715112 4420919   664 msnm   N39.91107 W0.48334

Es un agujero de momento impenetrable, que desciende en diagonal al menos unos 5 metros. En realidad este punto es el extremo superior de la fractura SCM 4-2.


SCM 4-2. 30 S 715115 4420909   662 msnm   N39.91098 W0.48331

Es una fractura cegada al completo por bloques, de unos 6 metros de larga, cuyo extremo más alto es el agujero SCM 4-1.

Boca de SCM 4-1

Fractura SCM 4-2

SCM 3. 30 S 715137 4420875   661 msnm   N39.91067 W0.48307
(Este punto es el extremo inferior).

Es una gran fractura también cegada, de unos 20 metros de larga y de 1 a 2 metros de ancha. En algún punto baja 3 metros, pero siempre es abierta.

 

Fractura SCM 3

SCM 1. 30 S 715207 4420779   660 msnm   N39.90979 W0.48228

Fractura de unos 5 metros de larga y de 1 metro de ancha, que baja unos 5 metros, y que luego por su interior continúa en dirección Sur, siendo bastante estrecha (0,5 a 0,8 metros de ancha de media). Hacia el final hay un desfonde más estrecho todavía, justo para colarse una persona por algunos pasos. Tras bajar unos 8 metros, la fractura continúa en ambos sentidos, pero su extrema estrechez la hace impracticable. Al otro lado del desfonde continúa todavía un poco, unos metros en suave ascenso y luego gira a la izquierda, donde un inestable caos de bloques impide progresar con seguridad. El techo se deja de ver en gran parte de la grieta.

El recorrido en planta es de 50 metros y su profundidad es de -35 metros.

Esta fractura estaba catalogada en el SICE como nº 1.

El final de esta fractura viene a coincidir en superficie con otra fractura, catalogada por nosotros como SCM 5, y reseñada a continuación.

 

Boca de SCM 1

                        
Interior de SCM 1

                                                                               
Interior de SCM 1

                                                                                     
Interior de SCM 1

      
SCM 5. 30 S 715226 4420741   660 msnm   N39.90944 W0.48206
(Este punto es la abertura superior).

Se trata de una fractura con dos aberturas superiores, y conectadas por debajo. La superior (5-1) mide 3 metros de larga, 4 metros de honda y 1,20 metros de ancha, mientras que la inferior (5-2) mide 3 metros de larga, 5 metros de honda y 1 metro de ancha. El conjunto mide unos 12 metros de largo en total.

 


                                                                              
Boca de SCM 5-1

                                                                                  
Boca de SCM 5-2

 
SCM 6. 30 S 715237 4420725   656 msnm   N39.90929 W0.48194
(Punto superior de la fractura).

Se trata de una gran línea de fractura, toda cegada, que baja 2 metros en algunos puntos y que mide unos 17 metros, orientada a 140º-320º. El punto superior es 6-1, y el inferior 6-2.

 

Fractura SCM 6

                                             
                                                                        
SCM 2. 30 S 715237 4420725   670 msnm    N39.90834 W0.48059
(Punto superior de la fractura).

Fractura interrumpida en la superficie por bloques empotrados y tramos cerrados. Tiene una boca principal de acceso (punto 2-1) de unos 5 metros de larga por la que se puede destrepar con cuidado unos 2,50 metros. Siguiendo por el exterior y tras una zona de bloques cegados tiene otra abertura instalada con un espit, un incómodo paso de 0,80 x 1 metros que desciende unos 7 metros; este es el punto catalogado en el SICE como sima nº 2, y por nosotros como punto 2-2. Siguiendo en superficie, tras unos bloques se puede encontrar un agujero escondido de 0,30 x 0,60 metros, que conecta por el interior con el conjunto; este punto es el numerado por nosotros como SCM 7, ya que en principio ignorábamos su conexión. Este agujero tiene unos bloques algo inestables, y no hemos forzado su paso, pero sí hemos conectado visualmente con la persona que entró por la boca principal.

Coordenadas de la boca SCM 7: 30 S 715362 4420604   665 msnm   N39.90817 W0.48052

Si destrepamos por la boca principal, vamos bajando con cuidado dos resaltes, hasta situarnos bajo la boca 2-2, que tiene el espit instalado. Tras un pequeño zigzag, hay un desfonde y la sima se estrecha. Con un seguro provisional, y bajando en diagonal para evitar el fondo sumamente estrecho, se alcanza una curva, siendo una zona algo más amplia. La fractura gira casi 90º a la izquierda, y continúa unos 10 metros, hasta cerrarse en una pared. El techo es alto (unos 12 metros en total), y ahí conecta con la ventana catalogada como SCM 7.

El recorrido en planta es de 27 metros y su profundidad es de unos 18 metros. 

Esta fractura estaba catalogada en el SICE como nº 2.

 


Inicio del destrepe por la boca principal de SCM 2

                                                                                 

Boca de SCM 2-2, instalada con un espit

Interior, zona final bajo boca SCM 7

                                                                                    
Boca de SCM 7

SCM 8. 30 S 715369 4420602   665 msnm   N39.90815 W0.48045

Es un indicio de fractura, totalmente cegada, aunque tiene una madriguera en un extremo. Mide unos 5 metros.


SCM 9. 30 S 715481 4420404    684 msnm   N39.90634 W0.47920


SCM 10. 30 S 715477 4420389    681 msnm   N39.90621 W0.47925

Son dos fracturas cercanas, separadas por unos 10 metros, que conectan en su interior, si bien el paso es muy estrecho e impracticable.

La sima SCM 9 es una fractura de unos 5 metros de larga y apenas 1 metro de ancha, algo escondida por el propio resalte de la roca. Tiene dos espits en la cabecera, uno a cada lado de la fractura. Tras una bajada de unos 5 metros en rampa quedamos encima de una repisa formada por bloques empotrados. Hacia el lado sur la sima baja pero es muy estrecha. Por el lado norte seguimos bajando desde un tercer espit, y al poco un cuarto espit evita un roce y nos permite descender al fondo de esta parte de la sima. Siguiendo hacia el norte podemos meternos por un paso que fue ensanchado en 2018. Esta angosta ventana (1 x 0,25 metros) nos permite acceder a una zona que sigue un poco estrechándose más y también baja unos metros más, aunque luego se ciñe más y no permite el paso, pero se ve el fondo de la sima, punto más profundo de la misma.

La profundidad total es de 22 metros, pero con un retal de cuerda de 20 metros es suficiente para alcanzar el primer nivel del suelo.

Si al llegar al suelo continuamos hacia el sur, podemos avanzar a pesar de la estrechez (0,40 a 0,50 metros) hasta el fondo de la fractura. Tras la zona de bloques empotrados veremos la luz de la boca, y casi al final, en la zona alta se aprecia la luz que entra desde la SCM 10. 

El recorrido de las galerías alcanza los 32 metros.

La sima SCM 10 es una fractura de unos 12 metros de larga y una anchura de 1 a 1,5 metros. Tiene un par de bloques empotrados. En la zona sur tiene un espit que se puede reforzar con un natural, pero este descenso tiene mucho rozamiento y no lo aconsejamos. Mejor es desde un natural bajar al bloque empotrado central, y de ahí con otro natural bajar al cercano fondo de la sima (unos 6 metros). Si caminamos un poco hacia el norte damos con la pequeña ventana que comunica con SCM 9, de 1 x 0,15 metros. En este  nivel hay restos de esqueletos de varias cabras u ovejas. Si avanzamos hacia el sur destrepamos unos pasos fáciles, aunque estrechos, y podemos llegar al fondo de la sima.

El recorrido en planta es de 14 metros y su profundidad es de 15 metros.
                                                                           

                                                                                
Boca algo escondida de SCM 9

                                                                                     
Interior de SCM 9
                                                                                     
Interior de SCM 9
                                                                                  
Interior de SCM 9
                                                                                     
Boca de SCM 10
                                                                                  
Restos de huesos en el fondo de SCM 10
                                                                                      
Fondo de la sima SCM 10
                                                                                       
Estrecha ventana que conecta SCM 10 - SCM 9
                   

jueves, 2 de mayo de 2024

REFUGIOS DE PEÑAS RUBIAS. VIVER.

Reseña de marzo de 2024.

Localidad: Viver.

 

Situación:

Las Peñas Rubias es uno de los parajes más singulares y atractivos del término de Viver, con una situación geográfica de privilegio, pues está situado bastante próximo al pueblo en dirección Sudoeste, y con un acceso principal muy fácil y cómodo, a 2,5 Km del mismo por la carretera CV-2352 o antigua carretera de Teresa, además de otras vías de acceso.

También se ubica en la parte central del transcurso del río Palancia por dicho término, pegada a su margen izquierdo. Por extensión, este paraje asigna nombre a una partida que incluye terrenos circundantes y próximos.

Físicamente consiste en una pequeña planicie que culmina en un saliente hacia el sur, rodeado por tres faldas a sus vientos Este, Sur y Oeste. Recaen al Barranco “segundo” de los Vallejos o “Vallejos-Peñas Rubias” por el Este; al de las Ramblillas por el Oeste; y de forma especialmente abrupta por el Sur hasta el propio río Palancia, rompiendo inicialmente en un cinglo, prácticamente inaccesible al paso normal por numerosos sitios, para luego caer hasta el mismo río por una ladera con fuerte desnivel. La parte Norte es por la que se accede desde la carretera, y continúa con la parte llana central del término de Viver, hasta Ragudo.

Existen en las Peñas Rubias diversos elementos dignos de mención, de todo tipo -deportivo, social, histórico, etc.-, como pueden ser el campo de tiro de la Sociedad de Cazadores “El Águila de Viver”, el circuito de moto-cross del “Moto-Club Viver”, un helipuerto de emergencias, varios senderos incluidos en las “Rutas de Senderismo de Viver”, el importante paso de ganados “Vereda del Contador” o la “Colada del Paso”, el “Salto” del barranco de las Ramblillas, y alguno más. Un aspecto negativo a reseñar es que también fue el principal vertedero del pueblo, y aunque desde hace mucho ya está clausurado y con el tiempo algo se ha regenerado en parte, todavía hoy existen abundantes restos de cristales, latas, plásticos y escombros, que hacen bastante incómoda e irritante la parte donde se ubicó.

Además de esas citadas circunstancias, es muy destacable su formación geológica, donde resalta un manto de formaciones calcáreas de tipo toba o tosca (según se conoce en la comarca), mezcladas con arcillas y margas, que presenta una amalgama de variados colores entre grises y rojos (los colores rojos o anaranjados le dan el nombre al lugar). Dicho manto de calizas geológicamente recientes se superpone, al igual que en otros puntos de Viver, a otras capas de terrenos arcillosos combinados con diversos materiales de arrastre, pertenecientes a una época anterior, el Terciario. Todo ello hace que existan numerosas cavidades naturales, si bien de escasa profundidad, y manipuladas por el hombre, como agujeros, abrigos, o refugios, sobre los que nos extendemos más adelante en el apartado descripción. No obstante hay que decir que la gran mayoría de estos elementos han tenido, a lo largo del tiempo y al margen de la guerra, la función principal de resguardo para personas y animales, debido a que este sitio además de generar leñas bajas y pastos, fue punto de tránsito de ganados.

Este paraje, aun ostentando gran importancia para Viver en múltiples aspectos, de los que algunos hemos mencionado, parece que no lo fue tanto en el ámbito estratégico y de combate de la Guerra Civil, pues no cuenta con muchos elementos de envergadura, aunque es verdad que está rodeado y dominado por otros enclaves próximos que sí formaban conjuntos bélicos de relevancia, como El Sabinar, La Chana, Santa Cruz, o Los Domingos.

Únicamente hemos encontrado algunos probables parapetos de disparo en la vertiente Sur recayente al río y, eso sí, bastantes refugios que es a lo que atendemos expresamente en este trabajo. Entre ellos tenemos algunos excavados en la posición Oeste al Barranco de las Ramblillas; en el Cinglo y vertiente de la parte Sur al río, un grupo considerable de cavidades, grietas o abrigos naturales utilizados como refugios, con uno más característico perforado para ese fin; y otro conjunto de varios y más agrupados, formados por algunos excavados a propósito, y otros aprovechando huecos o resaltes que fueron ampliados y habilitados, en la ladera Este hacia Los Vallejos.



Descripción de los refugios:

Como ya se ha comentado, toda la zona de Peñas Rubias presenta numerosas cavidades, que aun no siendo grandes, algunas de ellas son bastante cómodas para ser usadas como refugios o abrigos, bien en épocas de pastoreo o por otros motivos, como pudo ser durante la Guerra Civil de 1936-1939, en segunda línea tras el estacionado frente. Además de los numerosos abrigos y covachas, en distintos rincones hay restos de casetas, que no sabemos si fueron hechas o aprovechadas en la Guerra o probablemente su uso fue anterior para los pastores (en la planimetría de 1908 de Viver, del IGE se nombran algunas).

Las mayoría de las cavidades de la zona fueron suficientemente descritas en la ficha nº 507 del Dosier de Cavidades de Viver (año 2017, páginas 41 a 51), dentro del conjunto de documentos del Catálogo de Patrimonio de Viver. Remitimos a la lectura del mismo para ver las explicaciones sobre sus localizaciones. No obstante se incluyen más adelante las topografías de las cavidades principales, así como sus coordenadas.

De igual forma remitimos a la lectura de la ficha nº 305 del Dosier de Topónimos y Territorio de Viver (año 2018, páginas 31 a 38), donde se describe detalladamente la geografía, elementos y topónimos de la zona.

Ambos dosieres se pueden localizar y descargar como PDF en el siguiente enlace:

https://viver.es/patrimonio/

De todas las cavidades en las Peñas Rubias mencionadas en el Dosier de 2017, tan sólo cuatro de ellas (PC04, PC12, PC24 y PA29) son de dimensiones apreciables, y sólo una ha sido reconocida con nombre propio. Adjuntamos las coordenadas de las mismas, medidas generales, y la topografía conjunta hecha entonces, si bien hay bastantes más con evidencias de uso como refugio de personas o de ganado.

PC04: gran e irregular covacho, cerrado y ampliado por muros para su uso como aprisco, de 7 por 15 metros, con una altura variable, pero de media sobre 3 metros.

      30 S 703377 4420883 N39.91364 W0.62053 582 msnm.

PC12: cueva con muro exterior de cerramiento para guardar el ganado, de unos 10 metros de profundidad por 8 de ancho máximo, y una altura que va de 2 a 4 metros.

      30 S 703377 4420934 N39.91411 W0.62052 623 msnm.

PC24: es la única cueva con nombre propio que hemos podido identificar, la Cueva del Tío “Ajao”. Tiene unas dimensiones de 12 metros de profundidad y una anchura máxima de 10 metros, siendo su altura de 2 a 4 metros. La boca es algo estrecha, pero su plano recinto interior la hace muy apropiada como corraliza.

      30 S 703222 4420905 N39.91387 W0.62234 590 msnm.

 


PA29: abrigo de apreciables dimensiones, aunque algo irregular, de unas dimensiones máximas de 15 x 10 metros, también con muestras de haber sido utilizado como aprisco, aunque no es tan cerrado y protegido.

      30 S 703181 4420921 N39.91403 W0.62281 623 msnm.

En la zona occidental, junto al camino que va a la Chana y bajando hacia el Barranco de las Ramblillas, hay un minúsculo refugio excavado en el talud, sin mayor relevancia.

     30 S 703098 4421077 N39.91545 W0.62374 632 msnm.

En la vertiente oriental que cae hacia los Vallejos, como ya se ha comentado, cerca de la senda y a ambos lados de la misma, hemos localizado un total de 13 elementos, siendo todos ellos de reducidas dimensiones, en general pequeños refugios excavados en las margas y arcillas, así como alguna pequeña covacha con indicios de haber sido aprovechada como protección. Estos elementos debieron ser utilizados más que por su valor, por estar algo escondidos bajo la zona del Alto de la Cerrá, que era uno de los puntos de primera línea del frente, aunque ahí a día de hoy no quedan vestigios (ver reseña del Alto de los Domingos). El más grande de estos refugios excavados apenas mide 4 por 4 metros de planta y 1,70 metros de altura. Algunos presentan pequeños muretes de cerramiento. Una covacha bajo la senda llega a medir 6 metros de ancha por 5 metros de honda en su parte más profunda, y 2 metros de altura máxima, aunque es muy irregular y de escaso uso. Damos las coordenadas de uno de ellos:

      30 S 703636 4421191 N39.91636 W0.61741 600 msnm.

Recientemente ha sido localizado un nuevo refugio, excavado en las blandas rocas, muy cerca de la senda que sube directa desde el río hacia la parte alta. Es el único refugio de interés que conocemos en la zona, y aunque es posible que haya otros, no tiene mucho sentido el esfuerzo de excavar en una zona donde abundan las protecciones naturales. 

Dispone de dos bocas y tiene la forma típica de "U", además de unas galerías añadidas en forma de "L". Su anchura es de 0,8 a 1,5 m, su altura media es de 1,5 m, y el total de las galerías alcanza los 18 m.

     30 S 703413 4420957 N39.91430 W0.62008 616 msnm.

 

Por último, y también recientemente, ha sido localizada una nueva cavidad que, aun siendo también modesta, es interesante por su forma atípica en esta zona. A pesar de su estrechez presenta signos de haber sido usada. Está cerca de la que, en su día, nombramos como PC02 (30 S 703446 4420870 N39.91351 W0.61972 559 msnm), que es una pequeña (4 x 6 metros) cueva natural algo acondicionada. La nueva cavidad, nombrada por nosotros como PC02-2, está situada algo por encima de la senda y un poco escondida en un diminuto resalte de roca. Pudo haber sido usada en la Guerra como otros tantos de los refugios y cuevas.

Su recorrido es una galería sinusoidal, no muy ancha, que acaba en una pequeña sala. Es, que sepamos, única en esta zona, donde más bien abundan las pequeñas salas y abrigos bastante irregulares, y no las galerías. Tiene abundantes formaciones parietales, en forma de coladas y estalactitas, aunque al ser en roca calcárea tipo toba (o tosca), son muy irregulares. Su boca mide 1,20 metros de ancha y 1,50 metros de alta. El suelo es muy plano, posiblemente acondicionado por las personas que la pudieron usar como uno de los tantos abrigos y refugios de la zona. Aunque estrecha y limitada en tamaño, es muy cómoda como protección. En el techo se aprecian entradas de luz, pues tiene oquedades dado que la cavidad se halla situada en un pequeño resalte independiente y no bajo las paredes principales de la zona. El recorrido mide un total de unos 13 metros, y las alturas interiores oscilan entre 2 y 5 metros (la parte del fondo es donde se dan las mayores alturas interiores, en las estrecheces superiores, que es donde asimismo están las pequeñas aberturas exteriores).

     30 S 703462 4420872 N39.91352 W0.61954 566 msnm.

 


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.

Colabora: Daniel Castillo (localizador de los dos últimos elementos).


Vista de las Peñas Rubias desde el Alto de las Quinchas


Cavidad referenciada como PC04

Interior de la cavidad PC12

Interior de la Cueva del Tío Ajao (PC24)

Cavidad PA29, visitada en una ruta por Viver



Cueva PC02-2, interior y zonas altas con aperturas en el techo



Refugio de Peñas Rubias, bocas e interior