LA PIEDRA DE SAN MARTÍN
El día
11 de noviembre, un miembro del GESAP (Xevi Bolumar) junto con un espeleólogo de otro club (Mario
Gastón) realizamos la travesía de La piedra de San Martín por su recorrido más
clásico. Entrando por Tête Sauvage y saliendo por la Verna. En total es una travesía de 8,6
km teniendo que descender un pozo de -406m (bajando a una cota de -842m), con
multitud de zonas acuáticas, cuerdas fijas y grandes salas con caos de bloques.
No fue
necesario entrar a comprobar las zonas sifonables por que otro equipo había
entrado apenas unos pocos días antes y nos confirmó que estaba todo en niveles
normales y la previsión meteorológica era estable.
Entramos
a Tête
Sauvage a las 12:00 de la mañana, descendiendo los pozos en sistema
recuperable. Las cabeceras son de acero inoxidable y están en perfecto estado.
Las pértigas que hay a lo largo del pozo (hasta la cota -180m) incomodan el
avance y tienden a enredar las cuerdas pero si se van limpiando a medida que se
progresa, no dan problemas al recuperarlas.
Acceso a Tête Sauvage |
Llegamos
a la base de los pozos a las 16:00 y allí nos cambiamos el equipo y nos
colocamos el neopreno. Pasamos el Respiradero y continuamos
progresando por la sala Cosyns. El agua está fría pero si no paras de moverte
no llega a molestar demasiado. Los primeros metros de la travesía están
señalizados con unas flechas blancas que desaparecen al llegar a la galería de
los sifones. La orientación en esta zona
no tiene mucho problema porque al sifonarse el paso acuático no quedan muchas
opciones para superarlo. Cuando lleguemos al Gran Cañon lo sabremos. Una galería amplia y muy acuática no nos
deja dudas de orientación. El único tramo confuso son varios derrumbes que
encontraremos a lo largo del gran cañón.
Tampoco son excesivamente complicados, siempre que no los asciendas
hasta su cima.
Entre El Embarcadero
y el Túnel
del viento, encontraremos la zona más confusa de todo el sistema. Nosotros nos
confundimos tres veces pero nos dimos cuenta enseguida y rectificamos el rumbo.
La referencia que nos perdió más fue encontrar La Gran cornisa. Es una
cuerda ascendente que, una vez ascendido una pendiente de bloques, aparece a
nuestra derecha. Si no la vemos (fue nuestro caso) y comenzamos a descender de
nuevo, en pocos metros llegaremos a una zona acuática larga y profunda, que nos
obligará a nadar en varias ocasiones hasta llegar a un sifón.
Después
de ascender la gran Cornisa, continuaremos con mucha atención para no tomar
ningún ramal a la derecha que no corresponde, hasta llegar al Túnel
del Viento. una zona muy acuática pero fácil de superar gracias a los
pasamanos instalados. Una vez superado este paso, podremos quitarnos el
neopreno y ponernos ropa seca en un vivac (llegamos a las 21:00) que hay a la
derecha, en una zona alta. Desde aquí y hasta la sala Verna nos esperan
multitud de salas inmensas con grandes pendientes de bloques que tendremos que
subir y bajar en multitud de ocasiones.
Pasaremos
por La
sala Lepineux donde podremos observar su mítico pozo en el techo de la
sala. La orientación en esta zona no es demasiado difícil pues hay hitos y
balizas por aquí y por allá pero el avance es muy duro e incómodo por los
grandes bloques que hay y el gran desnivel que se va acumulando (aunque vayamos
“de bajada” acumularemos un importante desnivel positivo). Lo mejor es buscar un ritmo que no te machaque
demasiado y que puedas mantener sin parar ya que en cuanto te paras tienes
sensación de frío (la cavidad está a 4ºC).
Tunel del Viento |
Cuando ya estés saturado de subir y bajar seguirás subiendo y bajando un rato más y cuando ya hayas asumido que el resto de tu vida va a ser así entonces llegarás a la sala Verna. (llegamos a las 02:00). Hay dos modos de llegar a ella, cruzar el rio del margen derecho al margen izquierdo hacia unos cables metálicos que forman parte de la presa o seguir una flecha negra que aparece a la derecha y te indica colarte por una zona estrecha.
Después
de salir por el túnel de la Verna y caminar el trozo de pista
hasta el parking, llegamos a la furgoneta a las 02:30.
He
puesto nuestros tiempos como información documental aunque no para que sean tomados como
referencia ya que fueron muy óptimos por ser un equipo de solo dos personas
(con la ligereza que eso aporta), no parar a descansar nada más que en el vivac
de después del túnel del viento y tener suerte con las perdidas. Los tiempos
más habituales rondan entre las 17 y las 24h.
Topografía de la travesía |
NOTA: Todos los resaltes que hay después de los
pozos, están equipados con cuerda fija. Aunque no todas las cuerdas están en un estado
deseable, no hay ninguna en estado deplorable. No obstante no estaría de más
llevar un retal de 10 o 15 metros a mano por si no nos fiamos de lo que hay,
utilizar el nuestro.
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