DATOS:
Duración aproximada: unas 3 horas.
Distancia: 10,5 kilómetros.
Dificultad: media, sin apenas desnivel, pero se camina bastante por sendas, algunas de ellas sin apenas traza.
Tipo: circular.
Para quienes deseen una ruta más larga, esta propuesta se puede enlazar fácilmente con la ruta de Montanero.
Plano de la ruta descrita en el texto |
REFERENCIAS GENERALES:
Inicio y final: Apeadero de Masadas Blancas, en la Vía Verde de Ojos Negros (término de Viver, cerca de las Masías de Ragudo).
La ruta recorre parte de los barrancos conocidos como Valdehurón o Barranco del Hurón, y Barranco Carlos (o Guijarrosa), situados en la zona Sur de la Sierra de Cerdaña.
Poco conocida esta zona y apenas transitada, nos permitirá conocer algunos rincones y caminos interesantes, por parajes muy tranquilos, donde solo molestará algunos ratos el ruido de la autovía. Ruta recomendada para quienes les gusta conocer nuevos sitios y tranquilos.
Los paisajes están conformados por suaves barrancos entre redondeados cerros y algunos peñascos, en suelos calizos, donde las vegetaciones predominantes serán los pinares de repoblación por un lado, y los coscojares con carrascas, sabinas y rebollos por otro lado, que es la vegetación natural que tiende a regenerarse. También hay zonas de zarzales en los rincones de umbría, así como matorral de aliagas y romeros.
DESCRIPCIÓN:
Al apeadero de Masadas Blancas de la Vía Verde de Ojos Negros se llega por la N-234 desde Viver, y pasadas las Masías de Ragudo (los conjuntos de Parrela y Masada del Sordo), al cruzar por encima de las vías del tren, tomar a la derecha en la rotonda, y ahí cerca está el punto donde dejar el vehículo.
Desde este punto remontaremos hacia el NO por el borde de unos bancales, buscando cruzar una estrecha carretera, donde ya nos situamos junto al apenas visible cauce del Barranco Hurón o Valdehurón, que suele llevar una hilada de agua oculto entre las zarzas. Entre los campos de almendros podremos ver la Balsa del riego de los Ruejos o de los Juncares. Seguimos por el borde de un bancal, y pegados a las zarzas que marcan el cauce del barranco, y al poco llegamos al Manantial de los Ruejos, un afloramiento de agua entre los juncos y zarzas.
Desde aquí nuestro camino irá siempre paralelo al cauce del barranco, por un pinar bastante despejado. No hay una senda propia, sino multitud de trazas, entre la que elegiremos la que más nos agrade, pasando tal vez de un margen al otro en ocasiones. Por esta zona pasaba antaño el antiguo camino medieval (y tal vez también romano) que unía Sagunto y Valencia con las tierras de Aragón y Zaragoza, del cual no quedan más que pequeños rastros puntuales; pero como veremos en nuestro andar, el suave trazado era ideal para llevar un camino que permitiese superar con cierta comodidad los conjuntos de montes entre los valles medios y el altiplano de Barracas.
Pasaremos por un punto donde podremos ver marcas de extracción de ruejos o piedras para molinos de cereal, en el mismo cauce. También podremos ver los restos de una calera y los restos de un puente que se trazó en la guerra civil de 1936-39 para pasar tropas y vehículos. Cuando ya se acabe el pinar, podremos ver a nuestra derecha el cilíndrico mojón de términos que marca la divisoria de términos entre Viver, Pina y Benafer. Hasta este punto hemos venido caminando por la división de términos entre Benafer y Viver, conformada por el Barranco Hurón, y desde este punto caminaremos por término de Pina. El barranco Hurón es a su vez la divisoria entre los Montes de Ragudo (al suroeste) y la Sierra de Cerdaña (noreste).
Desde este punto ya caminaremos por una senda con mejor traza, que discurre prácticamente por el cauce del barranco, serpenteando entre los montes. Vamos a cruzar por debajo de los puentes de la autovía A-23, pero poco antes, y si ha llovido fuerte, puede que veamos el afloramiento del Manantial de la Peña del Águila, conjunto de peñascos que hay detrás del puente, y en el cual podremos adivinar algunos abrigos, siendo uno de ellos bastante cómodo para la protección de quienes circulasen antiguamente por estos lares. Todo este rincón sale frecuentemente referenciado hasta 1800 con el topónimo de Lacova (o Lacoba), pero este nombre se ha perdido en las cartografías y en la memoria de la gente. Es un topónimo
relacionado con una pendiente en un camino importante, que como ya
hemos comentado subía antiguamente por esta zona el Camino Real de
Aragón, salvando el desnivel del escalón de Ragudo. Estamos
preparando un documento sobre ese asunto que se publicará más
adelante en el blog donde publicamos estas rutas.
Restos de lo que consideramos era el antiguo Camino Real, más arriba de la Fuente de Valdehurón |
Ascenderemos cómodamente por una senda que discurre por un barranquito, entre coscojas y carrascas, y que nos llevará a un carril que tomamos a la izquierda, y que nos dirige hacia los aerogeneradores del parque eólico, bien extendidos por estos montes de Cerdaña y de Ragudo. Llegamos al molino con el cartel ACI-1, y seguimos por un estrecho carril que se dirige al sureste primero por unas lomas, y luego bajar hacia otro nuevo barranco, hasta una explanada donde muere. Hay otra forma de llegar a este punto, por el corral nuevo de Navajo Grande (visible desde los altos), pero no lo recomendamos debido a la abundante maleza.
Puente del Águila, desde el Cerro de la Corraliza, con los Montes de Ragudo al fondo |
Desde esta explanada salen dos sendas, de las cuales nosotros tomamos la que baja suavemente hacia el barranco, por la derecha. Esta senda como veremos mantiene un tramo de muy buen trazado, aunque tristemente el resto se ha perdido. Corresponde al antiguo camino de herradura conocido por los de Pina como el Camino de Ragudo, y por los de Ragudo como el Camino del Cierzo. Actualmente el trazado es utilizado con frecuencia por vehículos de dos ruedas. La senda discurre cómodamente, pasando bajo un pequeño abrigo apenas visible, y de pronto deja la traza (que enseguida se perderá del todo), y baja al cauce del barranco por donde seguirá el resto del camino, con buen trazado.
Este barranco en su parte alta es llamado de la Guijarrosa, pero en esta zona donde ya hemos entrado de nuevo en el término de Benafer es llamado en las cartografías como Barranco Carlos (aunque las personas consultadas no lo llaman así, ni de ninguna manera).
En nuestro discurrir por la cómoda senda por dentro del barranco, entre pinos, aliagas y zarzas, cruzaremos dos pistas; en una de ellas hay una curiosa rueda de bicicleta a modo de señal de ruta ciclista. Cuando lleguemos al puente del antiguo ferrocarril subiremos al mismo por nuestra derecha, y seguiremos por la Vía Verde hacia el Oeste, hasta llegar a nuestro punto de partida, el apeadero de Masadas Blancas.
Fecha de edición de la ruta: Junio de 2019.
Autores: Paco Mas y José Ángel Cobo, (Club Excursionista del Alto Palancia, CEAP).
Enlace para descargar el track:
https://drive.google.com/file/d/1R5UHr_9GXBm1nuZ8G9CTPezpCu9GLgRB/view?usp=sharing
No hay comentarios:
Publicar un comentario