SAN MIGUEL Y LOS OJOS DEL PRAO
DESCRIPCIÓN BÁSICA:
A través de esta ruta nos acercaremos a los dos principales manantiales de Viver, primero al de San Miguel, donde se toman las aguas para el consumo de la población así como para un importante sistema de regadío compuesto por un entramado de acequias, y luego al de los Ojos del Prao, donde se toman las aguas para regar una zona de la huerta de Viver así como gran parte de las huertas de Jérica (incluida su pedanía de Novaliches).
Ambos manantiales son muy estables en su caudal, acercándose cada uno de ellos a los 200 litros por segundo. Además ambos están acondicionados como parques, estando el de San Miguel más acondicionado, y manteniéndose el de los Ojos del Prao menos intervenido, con la singularidad de ser un extraño manantial compuesto por varios agujeros u ojos en el suelo.
Aprovecharemos también para pasear entre tranquilos huertos y campos de secano, muchos de los cuales lamentablemente se hunden en el abandono, acompañados de la constante y agradable presencia del agua.
Esta ruta fue marcada en el año 2000 como sendero local (SL), y después ha sufrido varios cambios, en parte por las obras de la autovía A-23 y sus consecuencias. La versión que ofrecemos se acerca al trazado del SL, si bien ha sido modificado en algunos tramos por el mal estado del mismo.
DATOS:
- Punto de partida: Parque de la Fuente de Mosén Villar, Viver.
- Distancia: sobre 6,5 kilómetros.
- Tiempo previsto: de 2 a 4 horas, según las paradas que hagamos.
- Dificultad: ruta sencilla, con el único problema de perderse entre los múltiples caminos.
- Nota: Los dos manantiales afloran al aire libre, por lo que pedimos el máximo respeto y cuidado de sus aguas y entornos.
DESCRIPCIÓN DESARROLLADA.
No se describe el recorrido en sí mismo, con los numerosos desvíos. Para esos detalles consultar el track del GPS y/o el plano adjunto. Sólo se describe el trazado en general.
Partiremos de la parte alta del pueblo, concretamente de la fuente y parque de Mosén Villar. Salimos por la calle Aguas Blancas en dirección al albergue de color salmón que distinguimos al fondo (Santa María de Aguas Blancas). Pasamos por dos fuentes, siendo la última también nombrada como de Mosén Villar. Poco después pasamos entre una casa y un lavadero, para dirigirnos hacia el Salto Agua Blanca, cuyas aguas son las provenientes del Manantial de San Miguel. Subimos las escaleras paralelas al salto de agua, dejando a nuestra derecha el actual recinto de Santa María de Aguas Blancas, que en su día fue molino harinero (posiblemente de época musulman) y luego almazara (Almazara de la Señorita).
Seguimos por caminos rodeando la Balsa nueva de San Miguel, en cuyo lateral encontraremos un majestuoso chopo donde hace varios siglos estuvo la ermita de San Miguel (regentada por la orden de los Mínimos), y de la que hoy no queda ningún rastro. Enseguida nos desviaremos por un estrecho y poco visible sendero, que por la linde de un campo nos llevará al mismo manantial de San Miguel, bello, fresco y agradable rincón acondicionado como parque.
Seguimos por un camino asfaltado hacia el Oeste, viendo al fondo los montes de Ragudo, con la presencia de los aerogeneradores. Bordearemos una granja dedicada a la cría de visones (antes se atajaba pero la senda está perdida), y cruzando las casas de las Masías del Cristo llegamos a la carretera nacional N-234, la cual cruzaremos con sumo cuidado para llegar a la Fuente y restaurante del Cristo. Siguiendo con cuidado continuaremos por el borde de la carretera unos escasos 150 metros, para tomar el camino de tierra que nos llevará al manantial de los Ojos del Prao, no sin antes cruzar la acequia de Magallán, alimentada por las aguas de los Ojos y de otros manantiales situados más arriba, como el de la Franqueza.
Por un entradero señalizado llegaremos a los Ojos del Prao, curiosos agujeros en el suelo, donde brota un caudaloso manantial. Se puede bajar a un par de ellos, siendo el más interesante aquél en el que nace el agua. Rogamos tener cuidado con el acceso a los mismos.
Para la vuelta a Viver retornamos por los caminos hasta encontrar la acequia de Magallán, la cual seguiremos un poco. Este trazado no coincide con el antiguo SL que se encuentra abandonado. Avanzamos por diversos caminos rurales entre huertas (atentos al GPS o al plano), por las partidas de Tobé (antaño los Ojos se denominaban la Fuente de Tobé, o Tover o Tobet) y de la Hoya Milla. Al poco de pasar junto a unas granjas podremos ver el salto que aún queda del antiguo molino de Cirilo, y poco más adelante y no lejos, también quedan las casas de otro antiguo molino, el de Lirián o Molinete. Siguiendo el camino ya asfaltado cruzamos por debajo de la N-234 y entramos en el pueblo de Viver, llegando a nuestro punto de partida en la fuente de Mosén Villar.
Archivo GPX: RV2 San Miguel y los Ojos del Prao
https://drive.google.com/file/d/1BUkgVRMw52Y05d5rdgt45QV1rSsoHml9/view?usp=sharing
Paraje de San Miguel |
Nacimiento de los Ojos del Prao |
Autor: Paco Mas.
Fecha: junio de 2020.
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