RUTA CIRCULAR: LOS PERTEGACES - MAS DE PEÑABLANCA - MASÍA DE VILLANUEVA - RÍO PALOMAREJOS - LA HOZ DEL MIJARES - PUENTE DEL CANTAL - LOS GILES - LOS PERTEGACES.
La
ruta discurre principalmente por los términos de Olba y Rubielos de Mora, y se
adentra brevemente, en un recorrido de ida y vuelta, en el de San Agustín,
todos ellos en la provincia de Teruel. Transita en buena parte por caminos
antiguos, aunque también por pistas y senderos, algunos poco marcados. Pasa por
un par de masías importantes en su momento, por algunos corrales y por bancales
en desuso. La vegetación varía entre la habitual de la ribera de los ríos y la
más propia de mesetas de cierta altitud, así como la de huertos y frutales, de
manera que a lo largo del recorrido veremos chopos, abedules, los siempre
presentes pinos, rebollos, arces de Montpellier, azarolleros (serbales
domésticos), llatoneros (almeces), cornicabras,…, además de higueras, olivos,
almendros, nogales, vides,…, y helechos, hiedra, madreselva, rosales
silvestres,… Podremos observar buitres, aves rupícolas y, con suerte, algún
águila y hasta algunas ardillas y cabras.
Arce de Montpellier, colorido otoñal (Foto: Gloria Palomera) |
Cornicabra, colorido otoñal (Foto: Gloria Palomera) |
Zona de juegos infantiles al lado de la carretera TE-V-2001, en uno de los accesos desde aquélla al barrio de Los Pertegaces (Olba).
Recorrido:
Avanzaremos
unos 200 m
por la carretera TE-V-2001 en dirección a la Venta del Aire hasta el punto en
que una pista parte cuesta arriba a nuestra derecha (poste de madera sin
ninguna indicación; poco antes hay un sendero/atajo muy poco visible que
confluye con dicha pista), y que en pocos metros nos llevará a un depósito de
agua.
A
partir de este punto tomaremos un camino antiguo muy bien trazado que, tras una
subida en zigzag para ganar altura y un llaneo posterior, nos situará en la
parte alta de la ladera: muy buenas vistas hacia el valle de Olba, algunos de
sus barrios y el curso del río Mijares.
Vista parcial del valle de Olba (Foto: José Luis Asensi) |
Continuaremos
cómodamente por el sendero, que no tiene pérdida (muy transitado, al parecer,
por ciclistas de la modalidad de enduro, como indican algunos postes metálicos
que encontraremos a lo largo de la ruta), hasta llegar a las ruinas del Mas de
Peñablanca; a todo lo largo de este tramo podemos ver las peñas de Santa María
a nuestra derecha.
Tras pasar entre los edificios y bancales, el sendero, un tanto erosionado, comienza a ascender con rapidez para llegar a la meseta superior, un buen lugar para, a nuestra espalda, contemplar las peñas de Santa María y, a sus pies, el barranco del arroyo de Rubielos, que desemboca en el río Mijares tras pasar bajo el acueducto de la fuente de La Salud; también podremos ver, entre otros, el Peñagolosa, el Morrón de Campos y la Puebla de Arenoso, el pico Pina y los montes enteramente cubiertos de pinos que cierran el valle de Olba por el Sur.
En sombra, las Peñas de Santa María (Foto: Gloria Palomera) |
Avanzaremos
por esta pista, amplia y despejada, flanqueada por pinares muy limpios y
multitud de muros de piedra, así como por algunos balsones, hasta llegar a un
cruce múltiple, donde tomaremos la pista de la derecha, con aspecto de ser la
menos transitada de todas.
Caminando entre pinares (Foto: José Luis Asensi) |
Esta
pista, en algunos tramos con fuerte pendiente descendente, tras pasar junto a
otro corral en ruinas y cruzar un alambre (pastor eléctrico para el ganado),
nos llevará a un pequeño barranco, que afluye más adelante en el barranco de la
Hoz, probablemente seco, que cruzaremos para alcanzar la pista que transcurre
por el otro lado y que, tomándola hacia la izquierda, nos conducirá a una
amplia zona despejada en la que veremos una caseta en buen estado y las ruinas
de otras, algunos navajos, un aljibe,…: se trata de los restos de la Masía de
Villanueva.
Dejaremos
la pista y, siguiendo un sendero poco marcado, bajaremos de bancal en bancal
hacia nuestra izquierda hasta alcanzar el barranco que hemos atravesado poco
antes, por cuyo fondo avanzaremos cómodamente (el sendero poco visible
continúa, primero por el margen derecho, luego por el izquierdo y de nuevo por
el derecho al llegar a unas balsas de agua en el cauce) hasta alcanzar, tras
cruzar una alambrada, en una curva a la derecha, una pista bajo las ruinas de
una caseta.
Avanzaremos
por el sendero trazado por el ganado en esta pista en desuso y, tras cruzar
otra alambrada, llegaremos a una zona muy amplia y también despejada en la que
habitualmente pastan vacas y hay una caseta; frente a nosotros, en alto,
veremos la Masía de la Hoz; seguiremos el sendero al lado del pequeño barranco
hasta que éste desemboca en otro, el río Palomarejos (Palomarejo o Palomarejas
según algunas cartografías), que cruzaremos y seguiremos aguas abajo, hacia la
izquierda.
Cruzando el río Palomarejos en su curso alto (Foto: Gloria Palomera) |
Estamos
en el sendero PRVT-126, reconocible por sus marcas amarillas y blancas, que
seguiremos hacia la izquierda, en el sentido que llevábamos, y que no
abandonaremos hasta casi el final del recorrido.
El
sendero, tras una corta subida, nos hace perder altura poco a poco,
descendiendo por el margen derecho del río Palomarejos, también afluente del
Mijares. Pasaremos sobre conglomerados, junto a una cavidad al borde del
camino, encontraremos algunos pinos caídos sobre el sendero, fáciles de
sobrepasar, cruzaremos bajo una zona de escalada y, poco antes de llegar al
Mijares, pasaremos sobre un canal excavado en la roca, del que podemos ver la
sección que discurre al aire libre a nuestra izquierda y que se dirige hacia la
central hidroeléctrica de Los Villanuevas.
Llegando al río Mijares (Foto: Gloria Palomera) |
Cascada del barranco de Linares o Salto de la Hoz (Foto: Gloria Palomera) |
Seguidamente, retrocederemos por el mismo camino de la ida hasta el cruce con el poste indicador y continuaremos por el sendero PRVT-126 en dirección a Olba.
Después
de cruzar el río Palomarejos, muy cerca de su desembocadura en el Mijares, por una
zona donde hay varios senderos (seguir las trazas más evidentes), tras dejar a
la derecha un azud y el comienzo de una acequia, el sendero asciende
ligeramente, pasa por debajo del barrio de El Casucho y, llaneando, desemboca
en una pista que en pocos metros nos conduce a la carretera TE-V-2001 junto al
puente de El Cantal (poste indicador y panel informativo).
Siguiendo
las marcas del PRVT-126, cruzaremos el puente, andaremos unos 250 m por la orilla de la
carretera y nos desviaremos hacia el barrio de Los Giles por un sendero que
comienza entre dos quitamiedos, cruzando un pequeño curso de agua y pasando
junto a la fuente del Hocino; una vez atravesado el barrio, por un sendero
entre huertos que en ciertos tramos está alfombrado de verde y en otros
empedrado, descenderemos hacia el río Mijares, que cruzaremos por un puente de
hormigón y unos troncos para pasar bajo el barrio de Los Villanuevas y, poco
después, junto a la central hidroeléctrica del mismo nombre (el agua que mueve
las turbinas de esta central es la procedente del canal que se inicia en el
azud del Moro). Poco más adelante nos adentraremos en el barrio de Los
Pertegaces, donde abandonaremos el sendero marcado y, por el acceso que lleva a
la carretera principal y la zona de juegos infantiles, llegaremos a ésta, dando
por finalizado el recorrido.
Vista del río Mijares (Foto: Gloria Palomera) |
Rápido en el río Mijares (Foto: Gloria Palomera) |
Fecha de realización de la ruta: domingo, 18 de octubre de 2020
Tiempo aproximado: entre 4:30 y 5 horas de caminata efectiva
Track de la ruta:
Autores:
- Track: Paco Mas
- Fotografías: Gloria Palomera y José Luis Asensi
- Texto: J. A. Cobo