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jueves, 2 de mayo de 2024

REFUGIOS DE PEÑAS RUBIAS. VIVER.

Reseña de marzo de 2024.

Localidad: Viver.

 

Situación:

Las Peñas Rubias es uno de los parajes más singulares y atractivos del término de Viver, con una situación geográfica de privilegio, pues está situado bastante próximo al pueblo en dirección Sudoeste, y con un acceso principal muy fácil y cómodo, a 2,5 Km del mismo por la carretera CV-2352 o antigua carretera de Teresa, además de otras vías de acceso.

También se ubica en la parte central del transcurso del río Palancia por dicho término, pegada a su margen izquierdo. Por extensión, este paraje asigna nombre a una partida que incluye terrenos circundantes y próximos.

Físicamente consiste en una pequeña planicie que culmina en un saliente hacia el sur, rodeado por tres faldas a sus vientos Este, Sur y Oeste. Recaen al Barranco “segundo” de los Vallejos o “Vallejos-Peñas Rubias” por el Este; al de las Ramblillas por el Oeste; y de forma especialmente abrupta por el Sur hasta el propio río Palancia, rompiendo inicialmente en un cinglo, prácticamente inaccesible al paso normal por numerosos sitios, para luego caer hasta el mismo río por una ladera con fuerte desnivel. La parte Norte es por la que se accede desde la carretera, y continúa con la parte llana central del término de Viver, hasta Ragudo.

Existen en las Peñas Rubias diversos elementos dignos de mención, de todo tipo -deportivo, social, histórico, etc.-, como pueden ser el campo de tiro de la Sociedad de Cazadores “El Águila de Viver”, el circuito de moto-cross del “Moto-Club Viver”, un helipuerto de emergencias, varios senderos incluidos en las “Rutas de Senderismo de Viver”, el importante paso de ganados “Vereda del Contador” o la “Colada del Paso”, el “Salto” del barranco de las Ramblillas, y alguno más. Un aspecto negativo a reseñar es que también fue el principal vertedero del pueblo, y aunque desde hace mucho ya está clausurado y con el tiempo algo se ha regenerado en parte, todavía hoy existen abundantes restos de cristales, latas, plásticos y escombros, que hacen bastante incómoda e irritante la parte donde se ubicó.

Además de esas citadas circunstancias, es muy destacable su formación geológica, donde resalta un manto de formaciones calcáreas de tipo toba o tosca (según se conoce en la comarca), mezcladas con arcillas y margas, que presenta una amalgama de variados colores entre grises y rojos (los colores rojos o anaranjados le dan el nombre al lugar). Dicho manto de calizas geológicamente recientes se superpone, al igual que en otros puntos de Viver, a otras capas de terrenos arcillosos combinados con diversos materiales de arrastre, pertenecientes a una época anterior, el Terciario. Todo ello hace que existan numerosas cavidades naturales, si bien de escasa profundidad, y manipuladas por el hombre, como agujeros, abrigos, o refugios, sobre los que nos extendemos más adelante en el apartado descripción. No obstante hay que decir que la gran mayoría de estos elementos han tenido, a lo largo del tiempo y al margen de la guerra, la función principal de resguardo para personas y animales, debido a que este sitio además de generar leñas bajas y pastos, fue punto de tránsito de ganados.

Este paraje, aun ostentando gran importancia para Viver en múltiples aspectos, de los que algunos hemos mencionado, parece que no lo fue tanto en el ámbito estratégico y de combate de la Guerra Civil, pues no cuenta con muchos elementos de envergadura, aunque es verdad que está rodeado y dominado por otros enclaves próximos que sí formaban conjuntos bélicos de relevancia, como El Sabinar, La Chana, Santa Cruz, o Los Domingos.

Únicamente hemos encontrado algunos probables parapetos de disparo en la vertiente Sur recayente al río y, eso sí, bastantes refugios que es a lo que atendemos expresamente en este trabajo. Entre ellos tenemos algunos excavados en la posición Oeste al Barranco de las Ramblillas; en el Cinglo y vertiente de la parte Sur al río, un grupo considerable de cavidades, grietas o abrigos naturales utilizados como refugios, con uno más característico perforado para ese fin; y otro conjunto de varios y más agrupados, formados por algunos excavados a propósito, y otros aprovechando huecos o resaltes que fueron ampliados y habilitados, en la ladera Este hacia Los Vallejos.



Descripción de los refugios:

Como ya se ha comentado, toda la zona de Peñas Rubias presenta numerosas cavidades, que aun no siendo grandes, algunas de ellas son bastante cómodas para ser usadas como refugios o abrigos, bien en épocas de pastoreo o por otros motivos, como pudo ser durante la Guerra Civil de 1936-1939, en segunda línea tras el estacionado frente. Además de los numerosos abrigos y covachas, en distintos rincones hay restos de casetas, que no sabemos si fueron hechas o aprovechadas en la Guerra o probablemente su uso fue anterior para los pastores (en la planimetría de 1908 de Viver, del IGE se nombran algunas).

Las mayoría de las cavidades de la zona fueron suficientemente descritas en la ficha nº 507 del Dosier de Cavidades de Viver (año 2017, páginas 41 a 51), dentro del conjunto de documentos del Catálogo de Patrimonio de Viver. Remitimos a la lectura del mismo para ver las explicaciones sobre sus localizaciones. No obstante se incluyen más adelante las topografías de las cavidades principales, así como sus coordenadas.

De igual forma remitimos a la lectura de la ficha nº 305 del Dosier de Topónimos y Territorio de Viver (año 2018, páginas 31 a 38), donde se describe detalladamente la geografía, elementos y topónimos de la zona.

Ambos dosieres se pueden localizar y descargar como PDF en el siguiente enlace:

https://viver.es/patrimonio/

De todas las cavidades en las Peñas Rubias mencionadas en el Dosier de 2017, tan sólo cuatro de ellas (PC04, PC12, PC24 y PA29) son de dimensiones apreciables, y sólo una ha sido reconocida con nombre propio. Adjuntamos las coordenadas de las mismas, medidas generales, y la topografía conjunta hecha entonces, si bien hay bastantes más con evidencias de uso como refugio de personas o de ganado.

PC04: gran e irregular covacho, cerrado y ampliado por muros para su uso como aprisco, de 7 por 15 metros, con una altura variable, pero de media sobre 3 metros.

      30 S 703377 4420883 N39.91364 W0.62053 582 msnm.

PC12: cueva con muro exterior de cerramiento para guardar el ganado, de unos 10 metros de profundidad por 8 de ancho máximo, y una altura que va de 2 a 4 metros.

      30 S 703377 4420934 N39.91411 W0.62052 623 msnm.

PC24: es la única cueva con nombre propio que hemos podido identificar, la Cueva del Tío “Ajao”. Tiene unas dimensiones de 12 metros de profundidad y una anchura máxima de 10 metros, siendo su altura de 2 a 4 metros. La boca es algo estrecha, pero su plano recinto interior la hace muy apropiada como corraliza.

      30 S 703222 4420905 N39.91387 W0.62234 590 msnm.

 


PA29: abrigo de apreciables dimensiones, aunque algo irregular, de unas dimensiones máximas de 15 x 10 metros, también con muestras de haber sido utilizado como aprisco, aunque no es tan cerrado y protegido.

      30 S 703181 4420921 N39.91403 W0.62281 623 msnm.

En la zona occidental, junto al camino que va a la Chana y bajando hacia el Barranco de las Ramblillas, hay un minúsculo refugio excavado en el talud, sin mayor relevancia.

     30 S 703098 4421077 N39.91545 W0.62374 632 msnm.

En la vertiente oriental que cae hacia los Vallejos, como ya se ha comentado, cerca de la senda y a ambos lados de la misma, hemos localizado un total de 13 elementos, siendo todos ellos de reducidas dimensiones, en general pequeños refugios excavados en las margas y arcillas, así como alguna pequeña covacha con indicios de haber sido aprovechada como protección. Estos elementos debieron ser utilizados más que por su valor, por estar algo escondidos bajo la zona del Alto de la Cerrá, que era uno de los puntos de primera línea del frente, aunque ahí a día de hoy no quedan vestigios (ver reseña del Alto de los Domingos). El más grande de estos refugios excavados apenas mide 4 por 4 metros de planta y 1,70 metros de altura. Algunos presentan pequeños muretes de cerramiento. Una covacha bajo la senda llega a medir 6 metros de ancha por 5 metros de honda en su parte más profunda, y 2 metros de altura máxima, aunque es muy irregular y de escaso uso. Damos las coordenadas de uno de ellos:

      30 S 703636 4421191 N39.91636 W0.61741 600 msnm.

Recientemente ha sido localizado un nuevo refugio, excavado en las blandas rocas, muy cerca de la senda que sube directa desde el río hacia la parte alta. Es el único refugio de interés que conocemos en la zona, y aunque es posible que haya otros, no tiene mucho sentido el esfuerzo de excavar en una zona donde abundan las protecciones naturales. 

Dispone de dos bocas y tiene la forma típica de "U", además de unas galerías añadidas en forma de "L". Su anchura es de 0,8 a 1,5 m, su altura media es de 1,5 m, y el total de las galerías alcanza los 18 m.

     30 S 703413 4420957 N39.91430 W0.62008 616 msnm.

 

Por último, y también recientemente, ha sido localizada una nueva cavidad que, aun siendo también modesta, es interesante por su forma atípica en esta zona. A pesar de su estrechez presenta signos de haber sido usada. Está cerca de la que, en su día, nombramos como PC02 (30 S 703446 4420870 N39.91351 W0.61972 559 msnm), que es una pequeña (4 x 6 metros) cueva natural algo acondicionada. La nueva cavidad, nombrada por nosotros como PC02-2, está situada algo por encima de la senda y un poco escondida en un diminuto resalte de roca. Pudo haber sido usada en la Guerra como otros tantos de los refugios y cuevas.

Su recorrido es una galería sinusoidal, no muy ancha, que acaba en una pequeña sala. Es, que sepamos, única en esta zona, donde más bien abundan las pequeñas salas y abrigos bastante irregulares, y no las galerías. Tiene abundantes formaciones parietales, en forma de coladas y estalactitas, aunque al ser en roca calcárea tipo toba (o tosca), son muy irregulares. Su boca mide 1,20 metros de ancha y 1,50 metros de alta. El suelo es muy plano, posiblemente acondicionado por las personas que la pudieron usar como uno de los tantos abrigos y refugios de la zona. Aunque estrecha y limitada en tamaño, es muy cómoda como protección. En el techo se aprecian entradas de luz, pues tiene oquedades dado que la cavidad se halla situada en un pequeño resalte independiente y no bajo las paredes principales de la zona. El recorrido mide un total de unos 13 metros, y las alturas interiores oscilan entre 2 y 5 metros (la parte del fondo es donde se dan las mayores alturas interiores, en las estrecheces superiores, que es donde asimismo están las pequeñas aberturas exteriores).

     30 S 703462 4420872 N39.91352 W0.61954 566 msnm.

 


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.

Colabora: Daniel Castillo (localizador de los dos últimos elementos).


Vista de las Peñas Rubias desde el Alto de las Quinchas


Cavidad referenciada como PC04

Interior de la cavidad PC12

Interior de la Cueva del Tío Ajao (PC24)

Cavidad PA29, visitada en una ruta por Viver



Cueva PC02-2, interior y zonas altas con aperturas en el techo



Refugio de Peñas Rubias, bocas e interior


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