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domingo, 30 de marzo de 2025

OBSERVACIÓN DE MICROCRUSTÁCEOS Y MOLUSCOS EN “LOS OJOS DEL PRAO”, VIVER.


Texto y fotos (salvo otra indicación): Paco Mas

Fecha: marzo de 2025


En el año 2019 tuvimos un contacto ocasional con Ferrán Palero, especialista europeo en el estudio de la fauna acuática subterránea, y en especial microcrustáceos zooplanctónicos lacustres, incorporando métodos de secuenciación de ADN molecular como técnica de estudio e identificación.

El motivo del contacto fue su interés en conocer y prospectar nuevas zonas; en concreto le interesó mucho el nacimiento de los Ojos del Prao por darse unas condiciones óptimas para la vida de microcrustáceos, pues apenas hay luz, lo que evita la competencia con los insectos, y dispone de una temperatura y otras condiciones muy estables. Por ello fuimos un día a tomar muestras en la zona donde aflora el agua.
 
Tras el análisis de las muestras, esto es lo que comentó Ferrán: “En las muestras salieron copépodos y 3 o 4 especies de ostrácodos. Hay una diversidad importante”. A pesar de la diversidad, en principio no se encontraron especies nuevas, pero sí iguales a las que se suelen ver en otras zonas del Levante Ibérico, como pueden ser "els ullals" de la Safor, pese a las distancias y el aislamiento poblacional.
Esta falta de diferenciación de especies es debido a las condiciones estables del medio, lo que ocasiona una escasa presión selectiva y en consecuencia, pocas posibilidades de generar nuevas especies. Hay que entender que alguna vez, hace muchísimo tiempo, y en unas condiciones y paisajes totalmente distintos, hubo una conexión de los hábitats, que eran compartidos por esas mismas especies, y que a lo largo de millones de años, esos hábitats se fueron separando, ocasionando el aislamiento de las poblaciones.
Aquel día de 2019 también se observaron ácaros y nematodos, que el experto consideró que eran parásitos propios de esos microcrustáceos.

Los copépodos y ostrácodos son crustáceos minúsculos, que por su tamaño escapan a nuestra vista, y en general a nuestro conocimiento. Pero son tremendamente abundantes y diversos, siendo los animales más abundantes del zooplancton (conjunto de animales acuáticos, principalmente microscópicos, que habitan mayoritariamente en la superficie del agua o a poca profundidad). Se conocen más de 20.000 especies de copépodos y unas 13.000 especies de ostrácodos. Habitan en todo tipo de aguas y, según especies, cumplen diferentes funciones en las cadenas alimenticias de la naturaleza como comensales, siendo a su vez muy importantes como alimento para otros animales.

Posteriormente hemos tomado nuevas muestras, a sabiendas de que somos grandes desconocedores del tema. No hemos sido capaces de encontrar las especies anteriores, dado su minúsculo tamaño (décimas de milímetro), pero sí hemos podido observar micromoluscos gasterópodos (caracoles muy pequeños; dada la frecuente variabilidad de los mismos, bien podría haber alguna especie nueva entre ellos, como ya pasó en otros lugares húmedos de nuestra comarca, como es el caso de manantiales de Altura, Segorbe y Navajas), y otros microcrustáceos que creemos son del grupo de los anfípodos (otro grupo de crustáceos diminutos, principalmente habitantes del agua marina, si bien algunos viven en aguas dulces y también en cavidades).

Para la observación de estos animales tan pequeños se utilizan lupas de mesa, con los aumentos necesarios pero no excesivos, aunque para el estudio morfológico detallado puede ser ya necesario un microscopio. En nuestro caso es una simple lupa de 10 aumentos, con luz aparte, aunque un poco más de aumentos mejoraría la visión. En cuanto al equipo fotográfico lo mejor es disponer de una cámara con objetivo macro y una lupa con conexión USB al ordenador de cierta calidad, pero en nuestro caso nos apañamos con una cámara compacta (con un macro decente) y paciencia para compensar la falta de equipos mejores.

De alguna manera lo que queremos resaltar es la curiosidad y diversidad de la vida en ambientes extraños o especiales, algo que generalmente ignoramos completamente. Los Ojos del Prao son, por su singularidad, un hábitat de mucha riqueza biológica, digno de ser mejor estudiado, conocido y valorado.

Imagen de un copépodo, tamaño aproximado 0,2 milímetros (fotografía de Adrià Miralles, tomada en una cueva de Cataluña)

Imagen de un anfípodo (a confirmar), tamaño aproximado 2 milímetros, observado en los Ojos del Prao

Imagen de un caracol, tamaño aproximado 0,1 milímetros, observado en los Ojos del Prao


jueves, 13 de marzo de 2025

EL MICROECOSISTEMA DE LOS OJOS DEL PRAO. OBSERVACIONES DE FAUNA DESCONOCIDA.


ENCONTRADA UNA EXTRAÑA ESPECIE DE MOSCA EN VIVER.

Autor: Paco Mas

Fecha: marzo de 2025


En el año 2020 se encontraron en los Ojos del Prao un conjunto de larvas de moscas, extrañas no por su forma, sino por su comportamiento, ya que avanzaban en grupos numerosos, similares de algún modo a la conocida procesionaria del pino. El localizador (Paco Mas) se puso en contacto con un experto en dípteros (moscas y similares) de España, quien manifestó un alto interés, ya que dicho grupo no había sido citado todavía en España, ya no la especie, que podría ser incluso nueva, sino la familia Sciaridae. Dada la forma de desplazarse, estas larvas son vulgarmente conocidas como “gusanos soldado”, siendo bien conocidas en zonas del centro y norte de Europa. Los ejemplares observados han sido reconocidos supuestamente como un cúmulo de pequeños gusanos o larvas de dípteros de la familia Sciaridae, que en su conjunto medían unos 20 cm de largo y que se mueven juntas y al unísono con rumbo en apariencia errático. Apenas se sabe nada de su biología, aunque se piensa que se alimentan de restos orgánicos, como tantos otros dípteros.

A partir de ese momento se buscaron más larvas, recolectándose algunas para su estudio. Incluso se criaron y consiguieron abundantes ejemplares de adultos. Todo este material fue enviado al experto español Miguel Carles-Tolrá, quien a su vez lo enviaría a expertos en ese grupo de dípteros de Alemania, para su estudio morfológico y secuenciación de ADN.

Asimismo, debido a la trascendencia entomológica y rareza del hallazgo, se publicó un artículo de la observación en el Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa (S.E.A.), el cual se puede consultar en el siguiente enlace, donde hay diversas fotos de las larvas:

https://drive.google.com/file/d/1wHsTS7AKvIan6NTAh7yAnd1_zrM-jMz6/view?usp=sharing

Actualmente se está estudiando el ADN de las larvas y adultos, proceso que conlleva mucho tiempo. También se están analizando morfológicamente individuos adultos machos (en muchos artrópodos es necesario analizar la genitalia de los machos para distinguir especies, debido a la similitud de las especies en su morfología). Todo parece indicar que se trata de una nueva especie, todavía en proceso de catalogación, pero que se ha localizado asimismo en otras zonas de la Península Ibérica, e incluso tal vez en Marruecos. En cualquier caso, los especímenes encontrados en Viver son los que están en mejor estado, y llegado el caso, se depositarían en un museo de ciencias naturales para su identificación como holotipo (ejemplar que es el citado como referencia universal de la nueva especie o portanombre). En cualquier caso, se considera un hallazgo muy interesante y probablemente otra especie de “sciáridos” con larvas que avanzan en procesión hasta ahora desconocidos o sin catalogar.

En el caso probable de que estas observaciones en diversas zonas y alejadas respondieran a la misma especie o subespecie, estaríamos frente a poblaciones ya separadas, que en algún otro momento muy lejano (miles o millones de años) y en otras condiciones muy diferentes del paisaje, pudieron habitar lugares con ecosistemas entonces similares, que permitieron una dispersión de aquellas antiguas poblaciones. Para hacerse una idea, podríamos estar hablando del momento en que se estaban formando y elevando montañas como los Pirineos, los Alpes, el Sistema Bético y el Sistema Ibérico (en el cual nos encontramos); o sea, un paisaje y condiciones ambientales totalmente diferentes. En realidad la frase anterior es en parte incorrecta: las montañas citadas siguen formándose en la actualidad, debido al empuje de la placa continental africana sobre la europea, en un proceso complejo de plegamiento y elevación, y al mismo tiempo erosión continua.

Desde ese año se ha vuelto en diversas ocasiones a intentar hacer nuevas observaciones, todas sin éxito. Un factor podría ser que no se han vuelto a dar las circunstancias de humedad de aquella primavera, que bien ocasionasen eclosiones masivas, o que permitiesen una mayor dispersión de las larvas. También podría ser que tuvieran eclosiones en diferentes fechas, o más de un ciclo anual. Hay que considerar que se sabe bien poco de estos grupos de animales, salvo de un par de especies que causan algunos problemas en invernaderos (no son para nada la que hay en los Ojos). Tan solo se sabe que los adultos (moscas pequeñas) viven poco y tienen escasa capacidad de vuelo, y por tanto de dispersión, y que las larvas se alimentan de hongos, musgo y material orgánico en descomposición, por lo que es evidente que críen en un lugar como los Ojos del Prao.

Cuando se tengan resultados concretos, se hará un nuevo artículo al respecto.

 

 

Grupo de larvas de moscas avanzando en conjunto

Procesión de larvas y referencia de tamaño

Camino donde se encontraron, en los Ojos del Prao. Fuera del camino debía haber más grupos, pero es muy difícil su observación


miércoles, 11 de mayo de 2022

LA PROCESIONARIA DEL PINO

Se trata de un lepidóptero, es decir, de un insecto que de adulto dispone de una boca chupadora con una trompa arrollada en espiral y de cuatro alas cubiertas de escamas imbricadas; además, sufre una metamorfosis completa (huevo, larva u oruga, pupa o crisálida, y adulto o mariposa), al igual que el resto de las mariposas, las polillas, etc. La podemos encontrar en toda la península Ibérica y en las islas Baleares, y se considera una plaga de los pinos, tanto autóctonos como exóticos, y de los cedros y abetos; es más difícil que pueda vivir en los lugares en los que las temperaturas invernales son muy frías, por debajo de los -10ºC, y allí donde la pluviosidad es elevada.

Su nombre hace referencia a una de las fases de su ciclo vital, aquélla en la que “procesiona”: los individuos, larvas u orugas, se desplazan en fila india, primero por las ramas y el tronco para descender del árbol, y después por el suelo para enterrarse. Es en este periodo cuando es más fácilmente visible, pues las mariposas, por ser de hábitos nocturnos y de colores apagados, son difíciles de ver/reconocer, y en otras fases los ejemplares están ocultos.

Es a partir de las fechas en las que nos encontramos (entre mayo y julio, dependiendo de las condiciones), cuando aparecen las mariposas (o polillas), que viven solo uno o dos días; tras la correspondiente fase de apareamiento, las hembras ponen los huevos, normalmente a lo largo de las acículas o agujas del pino. Unos 30-40 días después nacen las orugas, que pasan por cinco estadios, que se diferencian entre sí por su tamaño y por su aspecto exterior; son las orugas las que construyen los típicos nidos o bolsones de color blanco que podemos ver en los pinos (no se trata del lugar en el que las mariposas hembras ponen los huevos, en contra de lo que a veces se cree), y que les sirven para protegerse del frío, razón por la que los hacen en las partes más soleadas del árbol; es a partir del tercer estadio cuando ya disponen de pelos urticantes, unos 30 días después de nacer.


Bolsón y orugas en un pino
 

Una vez que las orugas están en su quinto estadio, es cuando bajan del árbol a enterrarse, algo que ocurre a finales del invierno o principios de la primavera, para dar lugar a las pupas o crisálidas, de las que emergerán las mariposas ese mismo año (o los años siguientes si, por determinadas condiciones ambientales –temperaturas extremas, sequía, escasez de alimento, etc.-, se realiza la diapausa –estado de baja actividad metabólica-). 


Orugas atravesando un camino


Orugas a punto de enterrarse

Los pelos urticantes de las orugas contienen una toxina que puede ocasionar serios problemas de salud, incluso la muerte, si se entra en contacto con los mismos: se ha de prestar especial atención a los niños y a los perros si salimos con ellos al campo durante el periodo procesional, pues su curiosidad innata les pone en un riesgo más elevado que a los adultos o que a otras mascotas.

 

Orugas con sus pelos urticantes bien visibles

Aunque se suele recurrir a tratamientos físicos, químicos y biológicos para combatir la procesionaria del pino, ésta dispone de depredadores naturales: murciélagos, pájaros, avispas, hormigas rojas y hongos.

Para una información más extensa y más visual:

https://www.youtube.com/watch?v=9rXCBvP2wn4&t=7s

 

Fotos: Paco Mas y J. A. Cobo

Texto: J. A. Cobo

 

miércoles, 20 de abril de 2022

FLORES PRIMAVERALES

Hace un mes que comenzó la primavera y, tanto en nuestros lugares de residencia como en nuestras salidas al campo y a la montaña, podemos observar los cambios que se han producido respecto a la estación anterior, el invierno, durante la cual la mayoría de los animales y plantas de nuestro entorno se aletargan o hibernan. En estas fechas las aves migratorias ya han vuelto, los árboles de hoja caduca están reponiendo sus hojas o ya lo han hecho, han surgido multitud de flores, los insectos han empezado a hacer su aparición en gran cantidad, brotan los espárragos y las setas, etc.

De todos estos fenómenos asociados con la primavera, quizá el más llamativo sea el de las flores, tanto por su fácil observación como por sus colores. En esta entrada se incluyen fotografías de media docena de flores; quien quiera iniciarse y/o profundizar en su identificación, puede recurrir a alguna de las numerosas guías de campo especializadas o de las aplicaciones específicas, tanto gratuitas como de pago, que se pueden descargar desde Internet.

 

1.- BORRAJA

Borraja

 

Borraja, vista más próxima


Borraja, detalle de la flor


 2.- CALÉNDULA 

 

Caléndulas y algunas Verónicas

















   


Caléndula

  

3.- CERRAJA

Cerraja y abeja*

 
Cerraja y sírfido*

*En entradas anteriores de este blog, bajo la etiqueta “Plantas y animales”, puede encontrarse información más amplia sobre abejas, sírfidos y cerrajas.

 

4.- DIENTE DE LEÓN

Diente de león, con sus hojas características

 
Diente de león, detalle

 5.- FUMARIA

Fumaria

 

Fumaria, detalle

6.- VERÓNICA

 

Verónicas

Verónica, detalle

 

Idea y fotografías: Paco Mas

Texto: J. A. Cobo



 

domingo, 28 de noviembre de 2021

PLANTAS Y ANIMALES DE VIVER (y alrededores), 2ª entrega (5ª parte de 5)

 

 9. LIBÉLULAS Y CABALLITOS


Nombres comunes: libélulas, caballitos.
Orden científico: Odonata.
Grupo: Clase Hexapoda (Insectos). Filo Arthropoda (Artrópodos).

 

Ejemplar hembra de Calopteryx haemorrhoidalis,
caballito muy abundante en medios de aguas corrientes de Viver

Referencias y curiosidades:

Las libélulas y los caballitos, técnicamente conocidos como “odonatos”, son un grupo de insectos alados, bastante familiares por su fácil observación, pero de los que la gente apenas sabe nada. En general, se clasifica a los odonatos en dos subórdenes o grupos: por un lado los caballitos o caballitos del diablo o de agua (zigópteros), que pliegan las alas cuando están en reposo y tienen los ojos en los laterales de la cabeza que le dan aspecto de martillo, y por otro lado las libélulas (anisópteros), que extienden las alas cuando están en reposo, tienen los ojos grandes que dan forma globosa a la cabeza, y que en general son de mayor tamaño y vuelo más potente. Además tienen otras diferencias más específicas entre los dos grupos. Comparados con otros grupos de insectos, los odonatos tienen un limitado número de especies, cerca de 80 para la Península Ibérica.

Son insectos con una metamorfosis simple (hemimetábolos), puesto que no pasan por una fase de pupa como, por ejemplo, los escarabajos o las mariposas. La fase de ninfa o larva es, en general, acuática en aguas dulces, bien sean corrientes o estancadas. En esta fase es difícil poder observarlas. Tras un cambio de forma (metamorfosis) surge el insecto adulto, con alas, el que todos conocemos y que ahora sí se puede observar fácilmente volando o posado sobre vegetación, cerca del agua.

Los caballitos no suelen alejarse del agua, debido a su menor capacidad de vuelo, mientras que las libélulas, con su vuelo potente, sí pueden hacerlo. Son insectos predadores, alimentándose durante toda su vida de otros seres vivos, principalmente de insectos. Generalmente cazan en vuelo, para después devorar las presas en reposo sobre alguna percha.

Además de su particular belleza, tienen otras características muy relevantes como sus grandes ojos, la mandíbula dentada, o cuatro alas repletas de venas. Son de cuerpo muy alargado y dividido en diez segmentos. Dentro de cada especie los machos suelen tener colores más llamativos, y la curiosa particularidad de poseer dos “genitalias”, algo único entre los insectos. En la cópula los odonatos suelen adoptar una llamativa postura, arqueando sus cuerpos en forma de corazón.

 

Pareja de caballitos copulando (Calopteryx haemorrhoidalis), en la típica forma de corazón

Tras la cópula, la hembra hace la puesta de huevos en el agua, aunque algunas especies pueden hacerla en terreno seco o ligeramente húmedo. Las ninfas nacerán y desarrollarán su vida en el agua, pasando por varios estadios de crecimiento. Finalmente el insecto emerge del agua, y tras una última muda sale el insecto adulto, ya alado. Es relativamente fácil ver los restos que quedan del caparazón externo, conocido como “exuvia”, sujeto en alguna rama o tallo o roca, cerca del agua.

Además de lo dicho, es interesante añadir que son insectos totalmente inofensivos para nosotros; es más, son beneficiosos en el sentido de que consumen especies como los mosquitos. Son relativamente confiados, y muy fáciles de observar y fotografiar, por lo que podemos disfrutar cómodamente de su belleza mientras paseamos o nos relajamos junto al agua. Con un poco de suerte incluso pueden posarse en nuestro cuerpo. A poco que nos fijemos podremos ver potentes libélulas con colores verdes o azules, o caballitos de azul pálido. También podremos ver libélulas medianas de color rojo, u otros caballitos pequeños blanquecinos, aunque uno de los grupos que más abunda en Viver son unos caballitos de color marrón-negruzco, de la especie Calopteryx haemorrhoidalis. En general la presencia de odonatos denota una cierta calidad del ambiente y de las aguas.

 

Libélula hembra (Aeshna cyanea) haciendo la puesto en el barro, junto al agua

Ámbito: podremos observar fácilmente libélulas y caballitos en cualquier zona del río Palancia, así como en las fuentes, balsas, acequias y charcas de Viver, desde la primavera hasta el otoño,  principalmente durante el verano.

Exuvia resultante tras la metamorfosis

Primer plano de la cara de una libélula macho (Gomphus simillimus)

 
Caballito de color azul (Ischnura pumilio, macho)

 

Caballito de color rojo (Pyrrhosoma nymphula, macho)

 

Libélula reposando en el suelo (Gomphus simillimus, macho)   

 

Libélula de colores morado y escarlata (Trithemis annulata, macho)

                                                

10. HONGOS DESCOMPONEDORES DE MADERA (XILÓFAGOS)


Nombres comunes: yesqueros, setas (diversas).
Grupo científico: divisiones de Basidiomicetos y Ascomicetos.
Reino: Fungi.

Yesqueros sobre el tronco de un pino muerto por los efectos de las tormentas

 

Referencias y curiosidades:

Los hongos son un grupo especial de seres vivos, diferentes a las plantas y a los animales. Forman su propio reino, el fúngico o Fungi. Con una amplia diversidad entre ellos, tanto en estructuras propias como en funciones ecológicas, y un número elevado de especies (se han catalogado unas 100.000, pero se considera que puede haber más de un millón), están presentes en casi todas las zonas del planeta, en especial en los ambientes terrestres, y son parte fundamental de los ecosistemas.

Hay un amplio número de especies que son unicelulares, como las levaduras y diversos mohos. Otros son pluricelulares, dentro de los cuales encontramos a los que forman setas, y por tanto los más conocidos, aunque en realidad son tan sólo un pequeño grupo de todos los hongos. Es importante aclarar que la seta es, tan sólo, el cuerpo fructífero de los hongos que las generan. En ellas se producen las esporas, que serían el equivalente a las semillas del reino vegetal; en consecuencia, y a grandes rasgos, podemos asimilar las setas de los hongos a las frutas de los vegetales. El verdadero cuerpo vegetativo de un hongo pluricelular lo constituye el micelio, que es una compleja red de filamentos, con frecuencia bajo tierra o dentro de otros seres, y por tanto difícil de observar. Se han puesto un par de fotografías de hongos, realizadas dentro de cavidades, en las cuales se puede observar el micelio. El micelio está compuesto por hifas, estructuras microscópicas compuestas por un conjunto de células.

Los hongos pueden realizar distintas funciones, como la de descomponer los restos de otros organismos (hongos saprófitos), vivir a beneficio de otros seres, a los cuales se les perjudica (parásitos), o  estableciendo relaciones de mutuo beneficio con otros seres (simbióticos). Entre estas últimas las más conocidas son las micorrízicas, en las que colaboran plantas con hongos asociados a sus raíces (como es el caso de las carrascas y las trufas). Otro tipo de hongos producen interesantes asociaciones, como los líquenes, conformadas por un hongo y una o varias poblaciones fotosintéticas de algas o cianobacterias, e incluso más seres. Las relaciones de simbiosis que establecen los hongos con otros seres vivos son muy importantes, y apenas empezamos a conocerlas, pero se puede afirmar que sin ellas no funcionarían muchos de los ecosistemas actuales.


 
Fotografías de hongos dentro de cavidades, en los que se puede observar bien la red del micelio, la parte principal de un hongo. La foto superior está tomada en una cavidad de
Vall de  Almonacid. La foto inferior pertenece a una cavidad de Marruecos,
y es de un hongo que descompone restos de madera arrastrada al interior de la cavidad.

Además de las relaciones en los ecosistemas naturales, los hongos tienen una gran importancia económica y sanitaria para los humanos. Por ejemplo tenemos la relevancia de las levaduras, sin las cuales no tendríamos productos como el pan, el vino y la cerveza, resultantes de fermentaciones debidas a ellas. Otro caso sería la obtención de sustancias antibióticas como la penicilina, en este caso obtenida de un moho del género Penicillium (son los mohos que vemos crecer, por ejemplo, en los limones). Algo más conocido es todo el mundo de las setas comestibles. Si bien tampoco hemos de olvidar los hongos que parasitan a los animales o que afectan a las plantas y sus productos, bien directamente o a través de las toxinas que generan.

Los que comúnmente llamamos yesqueros son los más vistosos y conocidos hongos descomponedores de madera, bien muerta o de árboles en general enfermos. En realidad y como ya hemos dicho, los yesqueros son las setas o cuerpos fructíferos de los hongos, cuyos micelios se extienden por dentro de la madera. El nombre de yesquero deriva de su antigua utilización, previo manejo, a fin de obtener una materia de fácil inflamación para facilitar el encendido del fuego. No son, desde luego, los únicos hongos que descomponen madera, pues hay muchos otros cuyas setas podemos ver que crecen, en general, sobre tocones y leños, algunas de las cuales son comestibles. También otros hongos descomponen materia similar, como las piñas, como se puede observar en una de las fotografías adjuntas.

 


Diferentes setas que crecen en tocones y leños, tomadas en diferentes lugares de Viver


Se considera que los hongos son los principales descomponedores de la materia muerta de plantas y de animales, y como tales desempeñan un papel ecológico muy relevante. Es incorrecto decir que la materia orgánica “se pudre”, cuando lo que sucede en realidad es que numerosos organismos, entre ellos los hongos, son los causantes de la pudrición o transformación. Sin embargo no los consideramos o les damos la importancia que merecen, en nuestra visión negativa o despectiva de ese proceso, sin el cual nada funcionaría en la naturaleza.

Por último cabe decir que los hongos, al igual que otros organismos, como las arañas por ejemplo, realizan una digestión externa de sus alimentos secretando enzimas, para luego absorber las moléculas disueltas resultantes de esa digestión.

Vistoso conjunto de setas creciendo sobre un tocón
 
Micena de las setas (Mycena seynii), hongo especializado en descomponer piñas

Ámbito: podemos encontrar hongos descomponedores de madera en cualquier punto de Viver, basta con que busquemos los yesqueros y otras setas sobre restos de madera o árboles muertos. Será en otoño o en primaveras lluviosas cuando sea más fácil verlos.


Nota final: el documento íntegro correspondiente a esta segunda entrega, es decir, a la suma de las cinco partes en las que se ha dividido, puede encontrarse en

 https://drive.google.com/file/d/1A6oi3hwODAA7hR8iijMdfg78LMO9jOY6/view?usp=sharing



domingo, 21 de noviembre de 2021

PLANTAS Y ANIMALES DE VIVER (y alrededores), 2ª entrega (4ª parte de 5)

 

 7. ESCARABAJOS


Nombre común: Escarabajos.
Grupo: Orden Coleoptera. Clase Hexapoda (Insectos). Filo Arthropoda.

 Ejemplar hembra de Anthaxia hungarica, escarabajo bupréstido de preciosos colores

 

Referencias y curiosidades:

Los escarabajos (Orden Coleoptera) son el grupo más numeroso de los insectos, los cuales ya de por sí son el más extenso grupo de animales que habita la Tierra. Actualmente las especies conocidas rondan las 400.000 en el mundo, catalogadas en cerca de 200 familias, pero se estima que puede haber muchísimas más especies todavía no conocidas. Ya se trataron dos grupos de este orden en el primer cuaderno, concretamente los picudos (dentro de los gorgojos) y las mariquitas. Ahora comentaremos el Orden de los escarabajos en general.

La característica principal de los escarabajos es que dos de sus alas se han endurecido, formando los élitros, que en condiciones de reposo quedan plegadas sobre el cuerpo. Este detalle, junto al resto de la morfología general de los escarabajos, los convierte en pequeños cuerpos acorazados, hecho que seguramente ha influido en su supervivencia y expansión. Además de los élitros, tienen dos alas más, escondidas bajo los mismos, que les sirven para volar, si bien su vuelo es pesado. Aunque un buen número de escarabajos pueden volar, algunos han perdido esta capacidad, y en determinados grupos los élitros se han reducido.

Como en los demás insectos, su cuerpo se halla separado en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. Asimismo tienen seis patas articuladas (otro detalle típico de los insectos, que son la clase Hexapoda), dos antenas (en ocasiones muy largas), dos ojos compuestos, y un aparato bucal robusto de tipo masticador, que en algunos grupos se ha transformado para poder succionar jugos. Otro detalle de los coleópteros es que tienen una metamorfosis completa, pasando por cuatro estadios: huevo, larva, pupa y adulto. Suele haber una gran diferencia entre las formas de las larvas y las formas de los adultos, de hecho, a veces no parecen la misma especie. En general, la vida como larva suele ser mucho más longeva que la de adulto. Por ejemplo en los que comen madera muerta, como el caso del conocido escarabajo rinoceronte, la larva vive varios años alimentándose de esa madera, mientras que los adultos apenas viven unos pocos días, lo suficiente para copular y poner nuevos huevos.

Por otra parte, los escarabajos constituyen un grupo muy diverso en cuanto a formas (tanto de los adultos como de las larvas), así como respecto a sus hábitos alimenticios. En general son habitantes del suelo y de la vegetación, estando presentes en prácticamente todos los tipos de hábitats del planeta.

 

Pareja de escarabajos copulando, de la especie Psilothrix viridicoerulea,
con sus llamativos colores verdes

Como enorme grupo que son y sus múltiples especialidades tróficas, tienen gran importancia dentro de los ecosistemas. Por ejemplo un buen número de especies reciclan la materia orgánica, como los coprófagos, cuyas especies más conocidas son los escarabajos peloteros, que transforman los excrementos de animales en nueva materia fértil para la tierra. También los hay carroñeros, alimentándose de animales muertos. Otro grupo de recicladores son los que transforman la madera muerta, función que realizan en sus fases larvarias. Esta labor la realizan muchos escarabajos de varias familias, como por ejemplo los cetónidos, bupréstidos, cerambícidos, escarabeidos, etc. Un ejemplo concreto de estos últimos es el del antes citado escarabajo rinoceronte, cuyas larvas se alimentan de madera muerta, y que durante el mes de junio es fácil encontrar los cadáveres de sus ejemplares adultos bajo las farolas, visibles por su gran tamaño, muertos prematuramente ya que han sido atraídos por la excesiva contaminación lumínica de los alumbrados.

 

Larvas y pupas de escarabajos coprófagos sobre excrementos animales           

Otra importante función que realizan es la de polinizar plantas, aunque lejos de otros grupos como las abejas. Dicha función viene derivada de los hábitos de ciertas especies que visitan las flores para alimentarse de ellas o cazar. De hecho es sobre las flores donde resulta más fácil observar escarabajos, como podemos ver en las fotografías.

Asimismo es vital la función depredadora, principalmente sobre otros insectos, pero también sobre otros grupos, como por ejemplo los caracoles. De esta manera contribuyen a mantener estables las poblaciones de animales que fácilmente pueden convertirse en plagas. Hay familias casi enteras de coleópteros depredadores, como los carábidos, los ditíscidos o los lampíridos. Dentro de esta última familia se encuentran las conocidas luciérnagas, cuyas larvas son voraces predadoras de caracoles y babosas. Antes muy comunes, ahora apenas se observan ya las luciérnagas, visibles por su destello de luz en las noches de verano; la causa casi segura de su disminución es el uso desmedido de venenos en la agricultura, que tanto afecta a la diversidad animal, incluidos los humanos.

Tampoco hay que olvidar la función que tienen como presas para la alimentación de otros animales (aves, mamíferos, reptiles, anfibios y también otros insectos), completando las cadenas tróficas dentro de la naturaleza. 

 Escarabajo tenebriónido, de la especie Heliotaurus ruficollis, cuyas larvas viven en el suelo
 y se alimentan de detritos. Los adultos se alimentan de las flores, lo que hace de él un insecto beneficioso que contribuye a la polinización, a pesar del daño que ocasiona a veces en las flores.
En la foto se aprecia otro escarabajo más pequeño en la misma flor, no identificado

 
En sentido contrario algunas especies son consideradas como plagas o dañinas, principalmente para la agricultura, siendo un caso bien conocido el escarabajo de la patata, dentro de la familia Chrysomelidae, que se alimentan de las hojas de las plantas. También sucede con algunos gorgojos (familia Curculionidae), fitófagos en ocasiones muy voraces, que pueden devorar el grano almacenado, o el caso de los picudos que acaban con las palmeras y las piteras. No obstante, otras especies de gorgojos son usadas como controladores biológicos de malezas invasoras. Otro grupo que produce plagas es el de los escolitinos (Scolytinae), en este caso para los árboles, ya que las larvas se desarrollan bajo la corteza de los mismos ocasionándoles graves daños e incluso la muerte. De todos modos no debemos olvidar que muchas plagas son consecuencia de actuaciones como los monocultivos, o transportadas de otras zonas precisamente por nosotros.

Por último es de destacar la belleza de muchas especies, tanto por sus curiosas y extrañas formas, como por los colores e irisaciones que presentan, a veces realmente espectaculares, teniendo buenos ejemplos en la familia de los bupréstidos, como puede verse en alguna foto.
Ámbito: podremos encontrar múltiples especies de escarabajos por Viver y alrededores, siendo más fáciles de observar sobre las flores desde la primavera hasta principios del otoño. También los encontraremos por el suelo, en especial las especies que no vuelan, con los que debemos tener cuidado de no pisarlos.

 

Ejemplar macho de la especie Oedemera nobilis


Escarabajo avispa, Clytus arietis, llamado asi por su imitación del colorido de éstas

Ejemplar macho de escarabajo rinoceronte Oryctes nasicornis

Larva del grupo de las luciérnagas


Escarabajos peloteros preparando una bolita de excrementos, donde pondrán sus huevos, cuyas larvas transformarán el material en nueva materia orgánica    

Ejemplares de la especie Oxythyrea funesta, muy frecuentes en las flores, a las que suelen producir daños, aún con su función polinizadora

     

8. ARAÑAS TEJEDORAS DE GRANDES TELAS GEOMÉTRICAS


Nombres comunes de las especies de arañas referidas: araña de la cruz o de jardín, araña tigre o avispa, araña lobulada.
Familia científica: Araneidae. Géneros comentados: Argiope y Araneus.
Grupo: Orden Araneae (Arañas). Clase Arachnida. Filo Arthropoda (Artrópodos).

 

 Ejemplar de araña tigre, succionando una presa

 Referencias y curiosidades:

¿Quién no ha visto o se ha tropezado alguna vez caminando por el campo con una gran telaraña, de hilos fuertes y con una gran araña en general en el centro de la misma?
Estas grandes arañas, algunas de ellas entre las de mayor tamaño que podemos encontrar por la Península Ibérica, tienen como característica principal su capacidad para elaborar espectaculares telarañas con formas geométricas circulares. Hay otras muchas arañas, más pequeñas, que construyen también telarañas geométricas, evidentemente más reducidas, pero aquí nos centraremos en las más grandes, y por tanto más fáciles de observar.

Las arañas de esta familia tienen, al igual que el resto de arañas, un cuerpo dividido en dos partes (denominados “prosoma” y “opistosoma”), ocho patas, dos pedipalpos (a modo de dos pequeños brazos sensoriales), dos quelíceros (a modo de colmillos) terminados en uña y comunicados con una glándula venenosa, y ocho ojos. Otra característica es la presencia en el opistosoma (parte trasera) de unos órganos denominados “hileras” por los que emiten los diferentes hilos de seda. Aunque tengan ocho ojos, no todas las arañas tienen una buena visión. En algunos grupos la visión es excelente, como el caso de las arañas cangrejo que se trataron en el cuaderno nº1. En el caso que nos ocupa su visión se puede considerar que es mediocre, y su principal sentido sería el “tacto” a través de la red.

En cuanto a la seda, primero decir que se trata de una sustancia formada por una proteína (la “queratina”, presente también en el pelo, uñas, cuernos y plumas), estructurada de una forma especial que hace de la seda un material especial en cuanto a propiedades mecánicas como la resistencia y la elasticidad (tiene estas características mejores que el acero y el kevlar,  los materiales más resistentes inventados por los humanos). Además, una misma araña puede producir diferentes tipos de seda, según su finalidad, como por ejemplo los hilos tensores principales, los hilos de los radios, los hilos concéntricos con pegamento, o los hilos para envolver presas. Por ejemplo, la araña de jardín utiliza hasta siete tipos de hilo, con características físico-mecánicas diferentes. En el caso que nos ocupa, estas arañas utilizan la seda para formar las telarañas, eficaces redes de captura de presas, y también para envolver e inmovilizar a las presas aún vivas. Cada especie tiene unos parámetros propios para la forma de la telaraña, que son seguidos con bastante exactitud. Algunas de estas especies reelaboran la telaraña cada cierto tiempo (a veces cada día), absorbiendo la anterior, ya que la proteína base es de costosa elaboración para la araña.

En general la araña suele estar al acecho en el mismo centro de la telaraña, esperando notar vibraciones de una presa enganchada en la misma, tras lo cual saldrá rápido hacia la presa, bien para capturarla con sus quelíceros, o bien para envolverla en seda con una rapidez asombrosa y digna de ver. Esto segundo lo hará tal vez porque no tiene hambre en ese momento, o porque juzga peligrosa la presa, y es mejor primero inmovilizarla, para esperar a que muera y no constituya un peligro para la propia araña cazadora. Si molestamos a la araña, o las condiciones climáticas no son apropiadas, la araña se desplaza a un extremo de la telaraña, camuflándose o protegiéndose entre las hojas y tallos. También a veces se agita al sentirse agredida.

Las presas de estas arañas suelen ser diversos insectos, pero también pueden ser otras arañas. La digestión de las arañas es externa. Una vez inoculado el veneno en la presa, el mismo no sólo la mata, sino que disuelve sus tejidos, que son posteriormente sorbidos por la araña. Pueden capturar presas de igual o incluso mayor tamaño que ellas.

 

  Ejemplar de araña lobulada

Las hembras de las arañas son más grandes que los machos, y si éstos no tienen cuidado, pueden ser devorados por ellas en el intento de copulación. Para evitar este fin, puede realizar una especie de cortejo, a menudo llevando una presa de regalo a la hembra, aunque puede ser devorado igualmente, antes o después del apareamiento.

Una vez la hembra ha sido fecundada, al tiempo hará una o más bolas llenas de huevos, de la cual en su momento eclosionarán multitud de minúsculas arañas, de las cuales las que sobrevivan darán paso a la siguiente generación.

Las especies más fáciles de observar por nuestra zona son, por un lado las Argiope bruennichi y Argiope trifasciata, ambas similares y conocidas como arañas avispa o arañas tigre debido a sus rayas negras y amarillas. También es frecuente la Argiope lobata, característica por su tórax ampliamente lobulado. Otra araña fácil de observar es la Araneus diadematus, conocida como araña de jardín o de la cruz, bastante variable en su color y dibujo, pero que suele presentar una forma de cruz en su tórax. Con cierta similitud están la Araneus marmoreus y Araneus quadratus (araña de cuatro puntos). También es posible que veamos otras algo más pequeñas, con una disposición en forma estirada o alargada, y menos colorido.

 

Araña de la cruz, con su peculiar dibujo

 

Parte ventral de una Argiope lobata

Respecto a la peligrosidad de la picadura de estas arañas hacia las personas, cabe decir que no tienen ningún interés en picarnos, y que es muy raro que se den casos. Su picadura no pasa de ser más que la de una abeja, salvo para personas con alergias. En el caso de engancharse con una telaraña y que la araña se nos suba por el cuerpo, basta con darle un manotazo para quitarla de nuestro cuerpo.

Ya se sabe la negativa imagen que tienen la mayoría de las personas de las arañas, y aunque no lo sepamos con certeza, es de imaginar que lo mismo sucede al revés. Aparte de los estigmas ancestrales, reforzados por el cine y la literatura, insistimos en que las arañas (salvo unas pocas excepciones con las que hay que llevar cuidado), no son peligrosas para nosotros, y que como devoradoras de insectos, constituyen una formidable alianza en el control de especies dañinas. Y añadir que es un deleite para los sentidos observar sus colores, su forma de cazar, y en el presente caso, la belleza de las telarañas que son capaces de tejer.

Arañitas recién eclosionadas

 
Telaraña empapada de agua tras la lluvia

Ámbito: podremos encontrar diversas especies de estas grandes arañas por muchas zonas de Viver y alrededores, siendo siempre más fácil observar las telarañas entre los arbustos, a lo largo de todo el verano.