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lunes, 15 de abril de 2024

CUEVA NEGRA, BENAFER.


Marzo de 2024.

Paco Mas y Ramón Juan.

 

Se trata de una cavidad desarrollada a lo largo de una línea de fractura, situada en las estribaciones de la Sierra de Cerdaña, en la parte alta de la ladera que cae sobre la partida de La Cerera (Benafer), poco por debajo de la linde con Pina de Montalgrao. Justo en la parte alta y en la misma linde se encuentra la Sima de Peñarroya. Esta zona más alta es conocida en Pina como Peñarroya y en Benafer como Peña del Cuervo.

La zona es complicada de transitar por la abundante maleza y la cantidad de resaltes rocosos que obligan a buscar pasos seguros. Tal vez el mejor acceso sea por la pista de los aerogeneradores, en la misma ceja, y luego ir bajando con cuidado hacia donde está la cueva. Desde el camino de Bielsa se puede identificar la zona de la cueva en una zona de resaltes rocosos, debajo de una pared más grande que presenta una visible oquedad rojiza; también es posible acceder desde este camino, subiendo sin cesar y buscando paso primero entre la maleza y luego por los resaltes.

 


Esta cavidad no fue identificada en el trabajo de revisión y actualización de las cavidades de la Sierra de Cerdaña de 2019, pero sí fue identificada, aunque todavía no localizada, en el trabajo posterior de Geografía y Toponimia de Benafer del año 2021. Ahora ha sido por fin geolocalizada y reseñada, gracias al conocimiento de la misma por Ramón Juan.

Esta cavidad fue usada seguro como refugio de pastores, pero además fue utilizada como escondite cuando la Guerra Civil llegó a Viver. Probablemente el 18 de julio de 1938, al llegar el frente de guerra a la zona de Barracas y tras la orden de evacuación dada al personal civil, varias familias de Ragudo se escondieron en esta cueva y permanecieron aquí varios días, al menos durante lo más duro de los combates que se produjeron en las inmediaciones de Viver, hasta que una vez quedó estabilizado el frente buscaron otros destinos.

Coordenadas: 30 S 703074 4429206 N39.99056 W0.62014 1072 msnm.

La cueva se desarrolla sobre una línea de fractura, en la cual el ensanchamiento de la misma ha dado lugar a dos pequeñas salas. La boca mide un metro de ancha, pero se pasa bien por ella, situada junto a un caos de bloques. Tras un corto pasillo junto a los bloques se accede a una sala cómoda por su amplitud y con el suelo casi plano. Las medidas de esta primera sala son 4 metros de ancha por 7 metros de honda y una altura máxima de casi 4 metros. Al fondo, entre otros bloques, hay dos pasos estrechos que conectan con otra sala interior, más pequeña y llena de bloques, con el piso algo inclinado. Esta segunda sala viene a medir 5 por 4 metros, con una altura máxima de 6 metros, aunque tiene más rincones pequeños.

Al fondo de la primera sala y en la parte alta hay una grieta estrecha que conecta con la parte alta de la segunda sala. Y al fondo de la segunda sala la grieta en la parte alta continúa al menos un par de metros, pero el acceso es peligroso y debería ser instalado para poder trepar al mismo, por lo que no ha sido explorada.

En la cueva se encuentran restos de cerámica, probablemente de la gente que se ocultó en la Guerra. También hay diferentes restos óseos de fauna silvestre como cabras.




Boca de la Cueva Negra

Pasillo primero de la Cueva Negra

Sala primera de la Cueva Negra

Boca desde el interior

Localización de la cueva desde el camino de Bielsa


lunes, 1 de abril de 2024

REFUGIO DEL ALTO DE LA CRUZ, VIVER.



Reseña de febrero de 2024.

Localidad: Viver.


Situación:

Este pequeño cerro es conocido como Alto o Cerro de la Cruz, situado en una pequeña partida a la que da nombre. Hay que decir del mismo que surge en la parte inicial plana al Norte del término, hasta Ragudo, y que sus faldas derivan hacia dichos llanos por sus cuatro vientos, cayendo a las partidas conocidas como El Balsar, San Miguel y La Cerrá.

Su cumbre, bastante plana y poco elevada, es un rodal tapizado de coscoja, rodeado de cultivos de almendros. Este altozano al que llamamos Alto de la Cruz, por extensión y debido a la pequeña dimensión de sus tierras, da pie a que también todo el cerro sea identificado así. Este topónimo se da, probablemente, por una gran cruz que se halla en el mismo alto, donde también hay una caseta de recreo y un par de placas en el suelo, indicadoras del vértice geodésico de 4º orden (ICV) nombrado técnicamente como San Miguel (30 S 703939 4422492  N39.92799 W0.61346). La mencionada cruz se hizo construir por el dueño de la parcela hace aproximadamente cincuenta años (en la misma se indica el año 1972), siendo bastante visible desde toda la llanura.

Se puede acceder por varios caminos, los conocidos como de Aguas Blancas, el de San Miguel, el del Martes o incluso desde la nueva carretera de Teresa CV-235, y por todos ellos utilizando hasta sus pies por la parte Este el paso de ganados que lleva curiosamente el nombre de “Vereda de la Hoya de la Cruz”, que discurre por el término de Viver, desde Ragudo en “Las Casas de Parrela” o “Ragudo de Abajo”, hasta el fin del término municipal lindando con Jérica por el Camino de Benabal o de la Cueva Santa, en las partidas Rincón de la Molinera e Inglada.

Tal como indicamos en las reseñas de los anteriores epígrafes, junto con los Altos contiguos derivando hacia el Sur, de Aguas Blancas, Los Domingos y Santa Cruz, forman parte de la primera línea de defensa del bando republicano, en la Línea XYZ a nivel general, y de la parte Norte y Oeste de la defensa del pueblo de Viver en particular.

De hecho, este Alto de la Cruz fue un punto caliente de batalla con fuertes contiendas durante julio de 1938, en las que llegó a ser conquistado por las tropas rebeldes, aunque rápidamente recuperado, en menos de veinticuatro horas, por los republicanos. Es por ello que, tras la finalización de la Guerra, fueron hallados en esta zona numerosos restos bélicos de las batallas, incluidos cadáveres, que en el caso de los múltiples italianos caídos, fueron desenterrados para su repatriación.

En la actualidad, todo el bagaje táctico-militar que hubo en este Cerro o Alto de la Cruz es difícil de apreciar, debido a la gran transformación del terreno, llevada a cabo por roturación y cambios de cultivo a lo largo del tiempo. Indudablemente hubo refugios, trincheras rodeando todo el montículo y otros elementos, de los que apenas podemos destacar, por su más fácil visibilidad, un solo refugio y algún resto de trincheras.

Como en tantas otras ocasiones, hacemos constar que según el libro “Resistir es vencer”, de Ramón Juan Navarro, en la denominación que hicieron de las líneas defensivas en el bando republicano como “Zona de las Tes, en el área de influencia número 3”, el Alto de la Cruz es la señalada como “Zona T1”.


Descripción del refugio y de los demás elementos:

Como se ha dicho, toda la zona está muy alterada por la transformación agraria, y quedan pocos restos de elementos bélicos, todos ellos escondidos entre la coscoja. Se aprecian los vestigios de dos trincheras, también hay un socavón, tal vez correspondiente a un puesto de tiro, y dos refugios, uno de ellos colmatado, siendo su boca un pequeño agujero.
    
El otro refugio, el único accesible, de pequeño tamaño y en forma de “U”, tiene dos bocas, con medidas de 1 x 1 metros (B2) y 0,5 x 0,5 metros (B1). La longitud total de las galerías es de unos 14 metros, con una altura que apenas supera el medio metro, obligando todo el rato a ir arrastrado. En su interior la anchura mide de 2 a 3 metros.

Coordenadas de la boca B2: 30 S 703845 4422523  N39.92830 W0.61454  686 msnm.


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colabora:  Ramón Juan.


Boca 2 del refugio del Alto de la Cruz
 
Cruz que da nombre al cerro


 
 

REFUGIOS DE LOS DOMINGOS, VIVER.



Reseña de febrero de 2024.

Localidad: Viver.


Situación:

El conocido como Los Domingos es otro pequeño cerro que continúa con el ya descrito monte de Santa Cruz, situado al Oeste del pueblo de Viver. Tal como expresamos en el anterior apartado relativo al refugio de Santa Cruz, el Alto de los Domingos separa geográficamente el Alto de Aguas Blancas del propio de Santa Cruz.

Bajo este apartado nos ocuparemos de los refugios hallados en el Alto de los Domingos, considerando además como tal una parte de lo que se conoce como la partida de La Cerrá. Esta zona comprende el terreno existente entre los collados de Santa Cruz y de Aguas Blancas, situados en las Rochas de sus mismos y respectivos nombres.

Entre los refugios de esta zona destacamos uno que se encuentra propiamente en el Alto de los Domingos, seguramente el mejor conservado, pero existen varios más, situados hacia el Norte en la contigua partida de La Cerrá, que señalaremos a continuación en el apartado de su descripción. Seguramente en todo este entorno debieron de existir algunos más que han podido desaparecer en las actuaciones de transformación agrícola. Especialmente nos llama la atención que, en lo que hemos dado en llamar el Alto de la Cerrá, no hemos encontrado  refugios ni resto alguno, fundamentalmente por la importancia de su ubicación por encima de la carretera vieja de Teresa CV-2331 y su proximidad a la línea de batalla.

Reiteramos aquí que bajo el aspecto militar, el Conjunto bélico formado por esta serie de Altos, Los Domingos, Santa Cruz, Aguas Blancas, y Cerro de la Cruz, forman parte de lo que Ramón Juan Navarro en su libro “Resistir es vencer” denomina la “Zona de las T” dentro del “área nº 3 de influencia geográfica de las fortificaciones” en la tan traída línea defensiva XYZ del bando republicano. En concreto ésta de Los Domingos la distingue como la zona T-4.


Descripción de los refugios:

El terreno del Alto de los Domingos es de características similares al de Santa Cruz. Hay una alternancia o combinación de suelos calizos (además con el aspecto que en la zona es conocido como “clapiza”), con suelos arcillosos y margosos. En la zona de La Cerrá se mantiene una tónica similar, con mayor presencia de arcillas y margas.

Reseñar además que en la cara Sur del Alto de los Domingos hay un “hundimiento” o corrimiento del terreno, debido a la inestabilidad de algunas capas, siendo una zona peligrosa para moverse por ella.
Coordenadas del “hundimiento”: 30 S 704303 4421574  N39.91964 W0.60948

El refugio principal del Alto de los Domingos, en muy buen estado de conservación, está excavado en una zona con bastante arcilla, tiene una forma peculiar y dispone de varias entradas, si bien el conjunto no es de gran tamaño. Cuenta con unas pocas dependencias para cobijo y descanso del personal. El conjunto de las galerías mide algo más de 20 metros, la anchura es de entre 1 y 2 metros, y la altura media es de 1,5 metros. Pegado al refugio hay otro de menor tamaño, topografiado conjuntamente, con una sola boca, de 8 metros de largo y tres pequeñas dependencias internas. La altura interior es de 1 a 1,5 metros.

Coordenadas: 30 S 704435 4422005  N39.92349 W0.60780  669 msnm.

 


Además de los refugios mencionados, debió de haber más en ese entorno, pero que desaparecerían en las actuaciones de transformación de las tierras.

Asimismo, en el límite de la partida de La Cerrá tocando el Alto de los Domingos también podemos encontrar una serie de bocas, bien indicios ya tapados o bien agujeros casi colmatados. Nosotros hemos localizado un total de 13 bocas, pero debió de haber más, desapareciendo algunas también con la transformación de los campos.

Estos vestigios de refugios se encuentran situados entre las siguientes coordenadas:

30 S 704081 4421973  665 msnm  N39.92329 W0.61196
30 S 704208 4421812  673 msnm  N39.92180 W0.61053


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colabora: Ramón Juan.


Parte de las bocas del refugio de Los Domingos

Interior del refugio anexo de Los Domingos

Interiores del refugio principal de Los Domingos
Refugio Cerrá nº 1, semitapado
Refugio Cerrá nº 7, agujero




jueves, 14 de marzo de 2024

REFUGIOS DE SANTA CRUZ, VIVER.


Reseña de febrero de 2024.

Localidad: Viver.


Situación:

El monte de Santa Cruz es un pequeño cerro situado de forma contigua al casco urbano de Viver por su parte Oeste. Este cerro, topográficamente, se prolonga hacia el Norte, cortado por dos pequeños collados que separan los sitios denominados Monte de Santa Cruz, que aquí nos ocupa, Los Domingos y Aguas Blancas, hasta llegar a la planicie que constituye la parte más septentrional del término de Viver, delimitado por el escalón de los Montes de Ragudo.

La parte que atendemos en este apartado del mencionado Monte de Santa Cruz es su cima, que conocemos como Alto de Santa Cruz, lugar desde el que existe una excelente vista de la población de Viver y del valle del Barranco Hurón donde se encuentra, hasta llegar a la cuenca del Río Palancia, así como de la vieja carretera de Teresa, hoy CV-2331. 

Ya en el pasado se asentaron en este alto los íberos, de cuyo poblado existen restos datados que lo atestiguan. De la misma forma existió una ermita dedicada a la Santa Cruz, que da nombre a todo el paraje, de la que no se conoce su ubicación exacta ni quedan restos identificables de la misma.

En lo que a refugios se refiere, objeto de este trabajo, en este Alto de Santa Cruz hay un buen número de refugios excavados, junto con otros elementos como unas buenas trincheras, parapetos y puestos de tiro, pertenecientes al importante conjunto del puesto defensivo que aquí se instaló. Por encima de todos destaca un refugio de considerables dimensiones, que junto con un buen tramo de trinchera, se encuentra en muy buen estado de conservación y acceso debido a una restauración no muy lejana. También existen en su entorno pequeños abrigos naturales, de poca importancia, que en su caso seguro que pudieron ser utilizados como refugio de guerra.

Militarmente hablando, el mencionado conjunto bélico del Alto de Santa Cruz, con los existentes en los contiguos Altos de Los Domingos y de Aguas Blancas, junto con el Cerro de la Cruz, que serán tratados en los epígrafes siguientes, forman parte de lo que Ramón Juan Navarro en su libro “Resistir es vencer” denomina la “Zona de las T” dentro del “área nº 3 de influencia geográfica de las fortificaciones” en la tan nombrada línea defensiva XYZ del bando republicano. En concreto ésta de Santa Cruz la distingue como la zona T-5.

Como dato anecdótico, podemos señalar que estos parajes del Alto de Santa Cruz fueron set de rodaje en alguna película, recreando pasajes de la Guerra Civil, como la titulada “Pawns“, del año 2016, dirigida por Pablo Pagán.


Descripción de los refugios:

En Santa Cruz existe un combinación de suelos calizos con terrenos margosos y arcillosos.

En este conjunto bélico pueden observarse varias trincheras, que vienen a delimitar la parte alta del cerro. En la zona alta y plana hay tres tramos de trincheras, una de ellas está recuperada y por tanto con muy buen aspecto de conservación, con varios puestos de tiro; otra de las trincheras está en mediocre estado, mientras que la tercera está casi desaparecida. Por debajo del resalte de calizas y en la capa de alternancia con arcillas y margas, hay otra gran trinchera, aunque partida donde el camino, que casi perimetra todo el cerro, estando en gran parte en bastante mal estado de conservación.

De entre los varios refugios, es de destacar uno de considerables dimensiones y, posiblemente, el mejor de Viver. Existen además otros más pequeños (hemos localizado un total de 10), poco relevantes (el mayor mide apenas 3 metros y no pasan de alturas de 1 metro) o colmatados, y también algunos espacios entre bloques de piedras, con aspecto de haber sido utilizados como lugares de protección. Además hay también una pequeña cueva natural, muy incómoda por su limitada altura, pero que pudo ser utilizada para refugiarse ocasionalmente. Asimismo se aprecian los restos de un elemento cuadrado, que podría ser la base de la antigua y desaparecida Ermita de Santa Cruz, o bien ser una especie de foso de un puesto de tiro.

Ese refugio principal de Santa Cruz tiene forma de “h”, con tres entradas, dos de ellas al Oeste y una al Este, contando en su interior con diversas dependencias para descanso del personal. Su recorrido total es de unos 60 metros, y la amplitud media de las galerías es de 1 metro de ancho por 1,5 metros de alto.

Coordenadas de las tres bocas:

Boca 1: N39.91713 W0.60636  30 S 704577 4421302
Boca 2: N39.91723 W0.60644  30 S 704571 4421314
Boca 3: N39.91718 W0.60585  30 S 704621 4421310
Altitud: 645 msnm.


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colaboran: Ramón Juan, Manolo Molina, Miguel Oury.

 



Plano del panel informativo de los elementos de Santa Cruz (BCM)

Una de las bocas del refugio de Santa Cruz

Interior del refugio de Santa Cruz

Boca 3 del refugio de Santa Cruz

Uno de los pequeños refugios de la zona


Restos de trincheras de Santa Cruz de la zona alta

Restos de la trinchera perimetral al Oeste de Santa Cruz



jueves, 29 de febrero de 2024

REFUGIOS DE MORAGAS, VIVER Y BENAFER.


Reseña de enero de 2024.

Localidades: Viver, Benafer.

Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colaboran: Ramón Juan, Manolo Molina.


Situación:

Al igual que el descrito anteriormente Monte de San Roque, este Alto de Moragas es otro pequeño cerro situado en la parte nororiental del término de Viver, que también sirve de límite con el término de Benafer, y más al Sur con el de Jérica. El topónimo Moragas que denomina al mencionado Alto y todas sus faldas o vertientes que constituyen también una partida o paraje, es más conocido y ocupa más extensión en Benafer que en Viver, aunque en este municipio también ostenta el mismo nombre, compartiendo terreno con la Hoya del Canto.

Desde el punto de vista geográfico y militar tuvo su importancia, pues desde él se dominaba  estimablemente la vaguada del Barranco Despeñaperros y de la partida de la Fuensanta, donde se hallaba a muy pocos metros el frente en su línea de batalla, y las posiciones rebeldes.

Este conjunto formó una avanzada importante junto con los cercanos, casi contiguos, del que hemos dado en denominar Alto Eleuterio y del Alto del Arenal, que aunque de menos envergadura, describiremos en reseñas inmediatas siguientes. Tiene también muy próximo el Conjunto de San Roque, que queda al Sur, haciendo todos los citados elementos un grupo trascendental en la defensa de Viver, formando parte de la tan nombrada línea XYZ.

Como hemos dicho, al norte de este Cerro de Moragas se encontraba el frente, y al resto de vientos que lo circundan podemos encontrar un buen número de elementos como trincheras, refugios, puestos de tiro, o casetas de guarnición, ocupando los dos términos de Viver y Benafer y su línea divisoria de forma aleatoria. A destacar que por su parte oriental pasa actualmente la Autovía A-23, en cuya construcción quedarían eliminados bastantes restos de elementos, con total seguridad.

Identificamos en nuestro trabajo a este grupo de elementos que describimos aquí como el “Conjunto Bélico de Moragas”, aunque en la denominación que hicieron de las líneas defensivas en el bando republicano (según el libro “Resistir es vencer”, de Ramón Juan Navarro), dicho conjunto era conocido como el “Cerro del Huevo” y la “posición intermedia entre éste y El Canto” (partida sita ya en término de Jérica), dentro del “área nº 4 de influencia geográfica de las fortificaciones”.


Descripción de los refugios:

En el Cerro Moragas que aquí nos ocupa, hemos identificado un total de 21 refugios, algunos  con dos bocas, distribuidos a lo largo de las trincheras que rodean el monte (como puede apreciarse en el plano adjunto), si bien hay varios situados a resguardo, fuera de las trincheras, en la ladera que cae hacia la Hoya del Canto. La ladera Norte es muy espesa de vegetación, siendo difícil moverse por ella, por lo que es posible que haya más elementos que no hemos localizado.

Están excavados en terrenos blandos, de rocas margas, por lo que presentan un estado de deterioro y colmatación importante.

 


Una buena parte de estos refugios son solo agujeros o bocas muy pequeñas, y como ya hemos comentado, en su mayoría colmatados; y otros como los señalados con los números 3, 4, 6, 7, 8, 12, 17 y 19 son de tamaño pequeño (máximo 3 metros), careciendo de más interés. Tan solo los numerados como 2, 5, 11, 18 y 20 tienen cierta relevancia. Se adjuntan topografías de los mismos, que ayudan a interpretar su descripción.

El refugio nº 2 tiene la forma típica en “U”, con dos bocas, y está en estado aceptable, con una altura interior de 1 a 1,5 metros y una longitud total de las galerías de unos 17 metros.

El refugio nº 5 tiene también forma de “U”, si bien una boca es muy pequeña y el paso interior es excesivamente estrecho. Su altura interior es apenas de 1 metro, y la longitud de las galerías viene a ser de unos 11 metros. La zona exterior de este refugio y otros cercanos está llena de restos de muros, tal vez de posibles casetas.

El refugio nº 11 presenta asimismo forma de “U”, si bien tiene una sala interior actualmente casi colmatada. Su altura interior viene a ser de poco más de un metro, y la longitud de las galerías es de unos 17 metros.

El refugio nº 18 es de una única entrada, que tal vez aprovechó una oquedad natural pero ahora está muy colmatado y presenta problemas de derrumbe. Mide unos 8 metros de hondo y 5 metros de ancho, con una altura de 0,5 metros.

El refugio nº 20 tiene también forma de “U”, pero una de las bocas está cegada. Tiene conexión con el agujero numerado como 21, pero es impracticable. La longitud de las galerías es de unos 15 metros, con una altura interior entre 0,5 a 1,5 metros.

Coordenadas de los refugios más relevantes:

Refugio nº 2:    30 S 706039 4422796   646 msnm   N39.93022 W0.58881
Refugio nº 5:    30 S 706200 4422821   623 msnm   N39.93041 W0.58692
Refugio nº 11:   30 S 706228 4422820   623 msnm   N39.93039 W0.58659
Refugio nº 18:   30 S 706018 4422834   653 msnm   N39.93057 W0.58904
Refugio nº 20:   30 S 705885 4422925   639 msnm   N39.93142 W0.59056

 


 Fotos diversas del Conjunto bélico de Moragas, Viver:

 

Boca del refugio nº 2

Interior del refugio nº 2

 

Boca del refugio nº 5

Interior del refugio nº 5

Exterior del refugio nº 5

Boca del refugio nº 20


REFUGIOS DEL ALTO ELEUTERIO Y ALTO DEL ARENAL, VIVER.


Reseña de enero de 2024.

Localidad: Viver.

Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.


Situación:

Tomando como centro principal el descrito Conjunto del Monte de San Roque, y cercano al también descrito inmediatamente antes del Alto de Moragas, que distan entre sí unos 300 metros, nos encontramos por delante en dirección Norte, a una misma distancia aproximada otro pequeño alto que nominaremos “Alto Eleuterio”, y más o menos otros 300 metros más al Nor-Noreste se encuentra otro pequeño cerro que daremos en llamar el “Alto del Arenal”. Estos dos últimos los describiremos bajo este único epígrafe, por ser de menor importancia en cantidad y calidad de refugios, aunque sí la tuvieron militar y estratégicamente, pues constituían los puestos más avanzados del frente, donde se dirimieron distintas escaramuzas, en esta Zona para la defensa de Viver.

Se sitúan a orillas del histórico Camino de la Masía de Tocón, también conocido como Antiguo de Montán, hoy de la Fuensanta, y del más moderno Camino de Benafer. Y sus terrenos forman parte de las partidas conocidas como Arenal y Hoya del Canto, respectivamente, y más genérica y popularmente todo como partida de San Roque.

En realidad, añadiendo estos dos pequeños Altos de Eleuterio y Arenal a los mencionados de San Roque y Moragas, constituyeron un Conjunto importante en la reiterada línea defensiva, y también en la actualidad como un buen núcleo de restos y refugios. Para que se vea y entienda con mayor claridad, aportamos, a continuación de esta reseña, un Plano Global de San Roque y sus Próximos Avanzados.

 

Descripción de los refugios:

En el Alto Eleuterio hemos localizado 8 refugios, estando la mayoría de ellos colmatados. Tan solo los que hemos numerado como nº 1 y nº 7 presentan todavía cierto tamaño, aunque son pequeños y casi impenetrables. Su forma puede apreciarse en las topografías adjuntas.

El nº 1 mide 4 metros de ancho por 1 metro de hondo y una altura de 0,80 metros. El nº 7 mide 3 metros de ancho por 3 metros de hondo y una altura  de 0,40 metros.
Están excavados en terrenos de rocas de tipo margas, lo que facilita su erosión y deterioro.

Casi todos los refugios están localizados en una larga línea de trincheras, que rodea toda la cara occidental del cerro, aunque los refugios nº 1 y nº 2 están a resguardo en la cara oriental.

Aportamos las coordenadas de los dos refugios más relevantes:

Refugio nº 1:   30 S 705721 4422819   641 msnm   N39.93050 W0.59251
Refugio nº 7:   30 S 705662 4422846   635 msnm   N39.93076 W0.59319



Los refugios localizados en el Alto del Arenal son todos pequeños y están colmatados o derrumbados, siendo imposible entrar en ellos y por tanto realizar topografías. Hemos identificado un total de 10 elementos. Curiosamente dos pares de ellos están enfrentados en la misma trinchera, algo poco habitual. El más profundo de ellos apenas mide actualmente 3 metros de hondo, con una altura de 0,30 metros, lo que lo hace impracticable.

Están excavados en terrenos combinados de margas y rocas arenosas, motivo por el que presentan tan mal estado de conservación.

Estos refugios están localizados a lo largo de dos líneas de trincheras, en los lados noroeste y suroeste. No obstante pensamos que debía existir otra línea de trincheras en la parte oriental del cerro, que debió desaparecer con los cultivos y el ensanchamiento del camino, y además que sirviera fundamentalmente como vía de comunicación entre todo el gran Conjunto de San Roque, como hemos referido.

Aportamos a modo de referencia las coordenadas de dos refugios:

Refugio nº 1:   30 S 705357 4423030   650 msnm   N39.93249 W0.59671
Refugio nº 9:   30 S 705392 4422867   642 msnm   N39.93101 W0.59634


Refugio nº 1 del Alto Eleuterio

 
Refugio nº 7 del Alto Eleuterio

 

Refugio nº 6, colmatado, del Alto Eleuterio

Trincheras-parapetos del Alto del Arenal

A continuación incluimos el plano de situación global del Conjunto de San Roque y sus próximos avanzados, tal como hemos indicado en las precedentes reseñas de los mismos.



miércoles, 14 de febrero de 2024

EL CAMINO DEL CIERZO O DE RAGUDO.


El antiguo camino de herradura para ir de Pina a Ragudo (y a Viver), o viceversa.


Paco Mas. Febrero de 2024.


El conocido como Camino del Cierzo (para la gente de Ragudo, Viver y Benafer), o como Camino de Ragudo (para la gente de Pina), es un antiguo camino de herradura (para ser realizado a pie o con la caballería para llevar por ejemplo grano para moler), que antaño discurría entre la población de Pina y las pedanías de Ragudo, desde donde a su vez se podía ir a Viver y Jérica, o a Benafer, todo ello en la comarca del Alto Palancia, provincia de Castellón.

Dicho camino está prácticamente perdido, aunque todavía se conservan algunos vestigios del mismo. En este artículo pretendo reflejar la información que he podido rescatar sobre dicho camino.

Ya en el año 2019 redacté un documento sobre la Toponimia y Geografía de la Sierra de Cerdaña, al cual incorporé un anexo sobre los antiguos caminos que recorrían la zona, y en el cual hablaba sobre dicho camino del Cierzo; los enlaces para verlos y descargarlos son:

http://ceapaltopalancia.blogspot.com/2019/09/toponimia-y-geografia-de-la-sierra-de.html


http://ceapaltopalancia.blogspot.com/2019/09/referencias-sobre-los-antiguos-caminos.html

El camino principal que conectaba Pina con Ragudo, y a su vez con Viver y Jérica, transcurría en paralelo al barranco de Valdehurón, cerca de donde lo hace la actual carretera vecinal o “vieja”; ésta última fue construida parece ser a principios del siglo XX, probablemente en la década de los años 20, momento en el que hubo un importante desarrollo en infraestructuras en España. El camino por Valdehurón era carretero, y todavía hoy se ven partes de su trazado, aunque están muy deterioradas. Es probable que dicho camino coincidiera con el Camino Real de la época medieval entre Sagunto y Teruel que menciona Vayo en la “Historia de Xérica”, y también hay posibilidad de que dicho camino fuera el utilizado en época romana como vía principal, así como en la anterior época íbera, a juzgar por los abundantes yacimientos a lo largo del mismo. En cualquier caso, no hay evidencias seguras de cuáles podían ser los caminos principales en esas épocas más antiguas, y el asunto está abierto a distintas interpretaciones.

Para quien tenga interés en leer más sobre este asunto, puede consultar por ejemplo la siguiente referencia en la web del Ayuntamiento de Viver, del año 2019, sobre el topónimo “Lacova”, donde al final del mismo se comentan los caminos antiguos que atravesaban la zona de Ragudo. No obstante, después nos llegó otro artículo sobre el denonimado “El Paso del Ragudo” (Vicente Dómine), que aporta nuevos datos e interpretaciones, cuyo enlace también adjunto:

https://viver.es/wp-content/uploads/sites/8/2023/08/Referencias-sobre-el-toponimo-Lacova-Ragudo-PDF.pdf

https://elpasodelragudo.blogspot.com/

Cabe añadir que desde la reconquista cristina en el siglo XIII (y probablemente desde mucho antes), Pina quedó englobada en el territorio feudal de la Tenencia de Jérica, junto a otras poblaciones como Barracas, El Toro, Viver, Caudiel, Novaliches y otras aldeas como Ragudo (o Herragudo), y se mantuvo muy ligada a Jérica hasta mediados del siglo XIX. Por derechos y obligaciones históricas los habitantes de Pina debían moler el grano en los molinos del señor de Jérica, entre los cuales se encontraba el antiguo molino de Aguas Blancas, situado entonces a las afueras de Viver. En Ragudo y en Barracas también hubo molinos, pero creemos que posteriores, y desde luego nunca tuvieron la capacidad de moler (por el caudal de agua disponible y el salto del cubo existente por el desnivel natural), que tuvo el de Aguas Blancas. Considerando la capacidad de producir cereal que tiene Pina, es de imaginar la importancia de los caminos que llevaban de Pina a Jérica.

Pero además de ese camino principal y carretero por Valdehurón, existió otro camino más directo, aunque era de herradura, no apto para carretas. Era un camino de atajo, más rápido y bastante suave a pesar de atravesar las colinas y estribaciones de lo que podemos considerar es en conjunto la Sierra de Cerdaña: es el Camino del Cierzo o de Ragudo. Seguro que fue muy utilizado antiguamente, pero las referencias que tenemos de personas todavía vivas nos hablan de un camino que era utilizado cuando se iba a realizar gestiones diversas y no hacía falta el carro, o para trabajos en las zonas intermedias (como las plantaciones de pinos que hay por el monte de la Peña del Águila). Y también, cómo no, cuando se transportaba grano para moler a escondidas, lo conocido como “estraperlo”, tras la Guerra Civil de 1936-1939, lo cual se realizaba en cualquiera de los molinos todavía en uso que hacían esa labor ilegalmente, pues por orden gubernamental todo el cereal debía ser llevado a los centros oficialmente reconocidos, como por ejemplo la fábrica de harinas “La Adelina”, en Jérica.


DESCRIPCIÓN DEL CAMINO:


Voy a describir el trazado del camino en sentido Pina a Ragudo, comentando las zonas que atraviesa y el estado del mismo. Se adjunta un plano que puede ayudar a la interpretación.

De la población de Pina salimos hacia el Sur, en dirección al polideportivo y a la carretera vieja que va a Ragudo y Viver, hasta llegar a la Fuente Vieja, con sus abrevadores o gamellones. Tomamos el camino de la izquierda, pasando un pequeño puente (Puente López, que cruza el reguero conocido como Barranco del Rodeno o de la Cañada), y al poco, antes de llegar a la visible Ermita de la Virgen de Gracia, tomamos un camino a la derecha, que nos lleva a otro pequeño puente, el Puente de la Fuente. Continuamos nuestro camino por una amplia y llana zona, conocida como la Hoya de las Viñas, y que pasa junto a unos corrales con el nombre de la partida. Hasta este punto también se podría llegar por otro camino, pasando junto a la Ermita.

Yendo nuestro camino, que es una pista con firme de tierra, llegamos a un cruce; siguiendo a la izquierda llegaríamos al Pozo Montanero, muy popular por ser uno de los pocos puntos con agua de la zona. Nosotros seguimos por la derecha y al llegar a un pequeño collado (poco relevante, pero que es divisoria de aguas entre el Mijares y el Palancia), tomamos la loma de la izquierda. Por la derecha iríamos a los Corrales de Montanero; como fácilmente se deduce estamos en la partida de Montanero. El camino está totalmente desdibujado pero es fácil de seguir, primero por la dorsal y luego por laderas, pues es una zona bastante despejada. A ratos vamos viendo trazas del antiguo camino, que por aquí mantenía el ancho para carretas. Siguiendo las trazas poco visibles, y a media ladera, alcanzamos la Ceja de la Almagra, una suave dorsal o cresta donde hay una línea de aerogeneradores o molinos eólicos, justo donde está el numerado como ACI-10.

Desde este punto podemos ver la zona de Ragudo y Viver al fondo, siendo el aeródromo el punto más destacado. Ahora seguimos hacia la derecha la amplia pista de los molinos; el camino antiguo debía hacer un trazado similar. Atravesando la partida del Escorrentador (o Ceja del Escorrentador) llegamos a un corral de nueva construcción, situado en la partida de Navajo Grande, cuyo nombre obedece a un antiguo navajo o balsón de agua para abrevar el ganado, hoy desaparecido. Desde este punto el camino antiguo está perdido, y debido a la espesura del matorral no se puede transitar. Discurría casi recto hasta el Corral de la Perdiguera, situado en la partida homónima, y luego bajaba hasta un rellano. Podemos intentar ir a través del matorral y pinar, pero recomendamos dar un rodeo y seguir la dorsal con los molinos, conocida como Ceja de los Vallejos, hasta el último aerogenerador, donde buscaremos un carril que nos baja hasta el rellano mencionado, no sin antes pasar cerca del Aljibe o Pozo del Morco, un escondido e interesante elemento patrimonial de recogida de agua, aunque ahora está seco.

Añadir que dicho carril discurre primero por otra dorsal, conocida en general como la Peña del Águila. En la parte más oriental, en la linde entre Pina y Benafer, hay un alto nombrado en cartografías antiguas como Alto del Agujero, Alto de Cueva Ahumada, Alto de las Brujas o El Cierzo, pero todos estos nombres no son reconocidos actualmente por ninguna de las personas consultadas.

Situados en el rellano donde muere el carril, tomamos una senda a la derecha, que discurre primero a media ladera y luego se va perdiendo, pero nosotros continuaremos por una trazada que han hecho las motos y bicicletas y que baja al fondo del barranco, yendo por el mismo sin problema alguno. La primera parte de la senda está en muy buen estado, y observamos claramente que corresponde a un viejo camino que debió ser muy utilizado. Lástima que el resto del camino, tanto hacia arriba como hacia abajo esté tan perdido. Este camino sale reflejado en las cartografías antiguas como Senda o Camino del Cierzo, de Carlos o de la Guijarrosa. Pero en Pina es conocido como el Camino de Ragudo. El barranco por el que vamos es conocido en Pina como Barranco de la Guijarrosa, pero en algunas cartografías es mencionado como Barranco de Carlos, nombre que no ha sido reconocido por ninguna de las personas consultadas. Este barranco confluye más adelante con otro barranco, nombrado en Pina como Barranco Poyatos y en Benafer y Viver como Barranco de los Cerezos. A partir de la confluencia es conocido como El Reguero; más adelante afluye al Barranco Hurón o Valdehurón. Por último, el pequeño monte que separa los barrancos de la Guijarrosa y Poyatos es mencionado en un documento antiguo de deslindes como Monte de Lorenzo, pero hoy en día nadie le pone nombre. Como se puede deducir hemos pasado del término de Pina al de Benafer. Ya en término de Benafer dejamos de lado dos importantes y reconocidas partidas: Bielsa y La Conca.

Siguiendo nuestra senda, siempre por las cómodas vaguadas de los barrancos, y cruzando dos pistas de tierra, siendo la primera de ellas conocida como el Camino de Bielsa, llegamos al puente de la Vía Verde de Ojos Negros (o del antiguo ferrocarril minero), donde subiremos a la misma plataforma, y tomando a la derecha llegaremos a la casilla de Masadas Blancas, ya en término de Viver, y donde tanto la vía minera como la de Renfe cruzaban la antigua carretera N-234. En realidad no tenemos claro si el antiguo camino seguía este trazado o acortaba por el Camino de Bielsa, siendo probable que fuera de la segunda forma. Hay que considerar que el trazado de la autovía A-23 ha alterado en parte el paisaje y los accesos. En cualquier caso, desde estos puntos habría distintas opciones, según a dónde quisiéramos ir.

Posiblemente desde Masadas Blancas el camino hacia las Masías de Ragudo y Viver seguiría el trazado de la antigua N-234, por la Rocha Sainera y las Ventas de Sainera, pero nosotros proponemos dar un rodeo a fin de observar más elementos. Así pues, tras cruzar la vía del tren, tomamos a la derecha por un camino asfaltado, pasando primero por el antiguo Apeadero de Masadas Blancas y luego junto a la Fuente de Ragudo, el principal punto de agua por la zona. Después pasamos junto al Barrio de la Ermita, donde está la Ermita de Ragudo, luego por el Barrio del Molino (donde estaba el antiguo molino de cereal) y las Casas del Cuadrante, y por último, atravesando la partida de las Quinchas, llegamos al barrio de la Masada del Sordo, y al poco al conjunto denominado ahora como Casas de Parrela. Decir que todos estos barrios forman el conjunto de las Masías de Ragudo (o Herragudo), donde a su vez también se pueden distinguir otras divisiones como Ragudo de Arriba y Ragudo de Abajo. Las Masías de Ragudo pertenecieron al conjunto comunal de la Tenencia de Jérica hasta la mitad del siglo XIX, momento en que fue aprobada la actual división de términos municipales, quedando desde entonces dentro del término de Viver.

Desde las Masías de Ragudo, el antiguo camino seguiría la N-234 o tal vez un trazado paralelo por la partida del Carril, hasta Viver y luego Jérica.


Las personas que me han informado principalmente sobre dicho camino, y a los cuales agradezco su constante atención, son Paco Monzonís (Ragudo), Bernabé Alcodori (Pina) y Rafael Bolós (Benafer). No obstante hay más personas que me han aportado informaciones puntuales, a las cuales, aunque sin mencionarlas expresamente, también les agradezco su colaboración. También agradezco la ayuda de José Ángel Cobo en las tareas de revisión y divulgación.


Enlace para descargar el track del camino (archivo en formato GPX):

https://drive.google.com/file/d/1LcRn3KVqp6dRezZRT5M6ZX8TciapOiuV/view?usp=sharing

Fuente Vieja y abrevaderos, Pina

Pozo de Montanero

Corrales de Montanero, en las suaves y amplias lomas, escasas de vegetación

Vestigios del camino entre Montanero y el Escorrentador

Tramo de la senda en la zona del Barranco de la Guijarrosa

Casilla de Masadas Blancas en la actual Vía Verde de Ojos Negros

Interpretación de montes y barrancos desde la zona de Masadas Blancas

Adjunto algunas capturas de cartografías y actas de deslindes antiguas, donde salen reflejadas partes del camino reseñado, así como otros elementos mencionados. En alguna de las imágenes se han marcado las referencias toponímicas.

Fragmento del mapa del IGN, hoja 639, año 1950 (Fuente: web del IGN)

Fragmento del Acta de deslinde entre Pina y Benafer, 1907 (Fuente: web del IGN)

Fragmento de la Planimetría de Benafer, 1908 (Fuente: web del IGN)

Fragmento del Acta de deslinde entre Pina y Benafer, 1907 (Fuente: web del IGN)

Fragmento de la Planimetría de Pina, 1908 (Fuente: web del IGN)

Fragmento de la Planimetría de Pina, 1908 (Fuente: web del IGN)

Fragmento de la Planimetría de Viver, 1938 (Fuente: web del IGN)

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