CEAP - GESAP

Las actividades del grupo se convocan en las reuniones mensuales o por el grupo de Whatsapp. Contactad con gente socia, por el email (info.ceap@gmail.com) o por el portal de Facebook del CEAP.

sábado, 29 de junio de 2019

TRAVESÍA CUETO COVENTOSA


13/06/19



Habiendo tomado nota de los problemas logísticos sufridos en la travesía Tonio Cañuela, esta vez hemos conseguido un medio de transporte que nos lleve hasta Cueto.
Después de valorar el caudal de los ríos y surgencias, comprobamos que los niveles se han normalizado después de las lluvias.

Volvemos a ser solamente dos personas (Mario Gastón y Xevi Bolumar) por lo que esperamos movernos con rapidez por la travesía.

Preparamos los equipos y nos encaminamos hasta la boca de cueto. Realizamos la aproximación a través de un prado con alguna haya (una de ellas un gran pié fulminada por un rayo. Partida en dos y aún verde, lo que indica que el hecho es muy reciente)


Nacimiento del río Asón. Valoramos varias surgencias (incluida la de coventosa) el día antes de realizar la travesía. (Autor Xevi Bolumar)

Llegamos a la discreta boca de Cueto y nos equipamos.  Comenzamos a instalar a las 10:45. El descenso del Pozo Jujue es tan espectacular como prometía. El pozo está muy seco. Esperemos que no llueva demasiado más abajo.
En 1h15’ llegamos a la repisa. Al ser un equipo muy reducido (dos personas) nos movemos muy ágiles por los pozos. Seguimos progresando cómodamente y sin contratiempos llegando a la base de los pozos a las 15:45 (5h00’).
Los pozos están secos y no nos hemos mojado nada (salvo alguna salpicadura sin importancia)



El "Pozo Jujué", con sus 302m de vertical es tan impresionante como se imagina. (Autor Mario Gastón)

Aprovechamos la parada para recoger las cuerdas para comer un poco, dar un trago de agua y recargar agua de las botellas que recogen escorrentía. Hay bastantes goteos pero las botellas tienen muy poca agua. Se pierde con las salpicaduras. Una de las primeras cuerdas fijas (azul) está rota. Tiene un gran tramo de alma a la vista (unos 60 cm). Sería interesante llevar un retal de unos 15m para poder sustituirla. El resto de cuerdas fijas de la travesía están de “aceptables” a “en buen estado”.

Recuperando cuerdas en el Pozo Jujué (Autor Mario Gastón)


Una vez empaquetadas las cuerdas y avituallados, proseguimos nuestro camino.
Avanzamos a través de una gran sala y remontamos una gran pedrera hacia nuestra derecha.
Después de avanzar por diferentes galerías llegamos al oasis. (7h) aquí si que hay abundante agua con la que reponernos. Aprovechamos para beber en abundancia y recargar nuestras botellas.

Recargando agua en el "Oasis". hay que aprovechar las escasas oportunidades que hay de reponer agua. (autor Mario Gastón)


Continuamos por galerías relativamente cómodas hasta llegar al tramo conocido como “la gatera”. En este punto llegaremos a un lugar en el que hay un cruce claro y en el que veremos tres flechas negras cada una de ellas indicando una dirección. Debemos tomar la izquierda (desde la dirección que llevamos).

Cruzando uno de tantos pasamanos que encontraremos a lo largo de la travesía (Autor Mario Gastón)



Seguimos nuestro camino por terrenos quebrados y con desfondes y trepadas. Con algunas cuerdas fijas más que las que indica la reseña. Todas ellas en buen estado (en la fecha de la realización de la travesía: 13/06/19). Llegaremos hasta el pozo de la unión y desde aquí por un terreno cada vez más estrecho alcanzamos la galería de los veraneantes. Desde aquí y durante toda la zona del agujero soplador el terreno está compuesto por pasos bajos y zonas estrechas, a través de las cuales avanzaremos con relativa facilidad.  No hay ningún paso excesivamente estrecho. 

Avanzando por una de las galerías de la red intermedia en las que lo grandes volúmenes de las galerías ya han quedado atrás. (Autor Mario Gastón)
Por fin llegamos al lago de la tirolina. En la fecha de nuestro paso no hay ninguna tirolina aunque si un pasamanos a través del cual se puede pasar sin mojarse (demasiado) en el lago.

Poco después llegamos a la zona de los lagos, en los cuales hay una cuerda guía para poder pasar con un flotador o nadando ayudándose de ella. Será de gran ayuda. Llegados aquí, nos equipamos con los neoprenos y cruzamos los lagos. 

Saliendo del 3er lago (el primero en dirección de salida) (Autor Mario Gastón)


Después de cruzar los lagos continuamos el curso del rio hasta llegar a un lugar en el que se escucha un extraño sonido que no es otra cosa que el sumidero que, a nuestra derecha se engulle el rio.
Continuamos por el cauce seco del rio, ascendiendo algunas cuerdas fijas hasta llegar a nuestra cuerda que instalamos hace tres días. Ascendemos por ella y nos dirigimos a la salida. Desde que comenzamos la travesía han transcurrido 13h.

Son las 23:00 y son las fiestas de Asón. Aún llegamos a tiempo a cenar en el refugio y tomarnos unas cervezas.  

Pozo de cueto con -580m de desnivel (AutorGuillermo Reguillón) Fuente: Clubviana.org
En la imagen se puede apreciar la sima de cueto. Para consultar más información os recomiendo encarecidamente que visiteis la página de l club Viana: https://www.clubviana.org donde podréis leer una magnífica reseña de la travesía.




TRAVESÍA TONIO-CAÑUELA

11/06/19
El día anterior (10/06/19) viajamos desde Valencia hasta Asón (Cantabria) y nos desplazamos hasta Coventosa para instalar la cuerda para poder hacer la travesía Cueto-Coventosa.
Esta vez, al igual que cuando realizamos la travesía Tete Sauvage-Verna (Piedra de San Martín, Francia) optamos por ser un equipo ligero compuesto por dos personas (Mario Gastón, Club Tracalet y quien escribe estas líneas, Xevi Bolumar, GESAP).
A la llegada a Asón en la tarde del día 10/06/19 nos dirigimos a la cueva Coventosa a instalar la cuerda de salida necesaria para poder hacer la travesía Cueto-Coventosa.
Después de instalar la cuerda nos dirigimos a cenar y a informarnos de cuáles podrían ser las condiciones del río Coventosa ya que lleva lloviendo unas cuantas horas de manera intermitente y la previsión es de hasta 50 l/m2.
Después de no recibir referencias muy claras decidimos aplazar la entrada a Cueto hasta el jueves (13/06/19)


Tomamos la decisión de hacer la travesía Tonio-Cañuela que no tiene problemas de crecidas. 
                     
Tomamos una buena decisión ya que por la noche el río entró en crecida y por la mañana lo vimos "chocolate".


Como somos dos y únicamente llevamos un vehículo, hemos preguntado durante la cena si alguien puede llevarnos hacia la zona de Tonio pero no hemos conseguido encontrar a nadie dispuesto a hacerlo. Así que después de cenar preparamos los equipos y nos vamos a dormir con la incertidumbre de como llegaremos a la boca  de Tonio mañana.
Nos levantamos a primer ahora de la mañana y nos dirigimos a un bar ya equipados con los monos a preguntar por alguien que pueda acercarnos a Tonio. Sigue lloviendo intermitentemente. En el bar hay varios pastores que están toando café, ya que como llueve no se puede trabajar.

No hay nadie disponible para subirnos. Al haber tanta actividad de espeleología pensábamos que sería más fácil encontrar algún medio de transporte para llegar a las simas, pero no. Ahí estamos en un bar con el mono de espeleo tomando café con cara de circunstancias ( y escuchando en nuestras cabezas el tic, tac del reloj…) ¿conseguiremos hacer la travesía?

Esperando en la puerta del bar sin encontrar nadie que nos lleve a la boca de Tonio, solo nos queda disfrutar de la vida rural. (Autor: Xevi Bolumar)


Después de preguntar a unos y a otros, agotamos las posibilidades de bar y nos vamos a otro bar a seguir probando suerte.

El dueño del bar, se ofrece a llevarnos él mismo!!!
Preparamos rápidamente todo el equipo y nos dirigimos hacia Tonio. 

Comenzamos la aproximación y nos introducimos en Tonio a las 09:40. (llevamos desde las 06:30 dando vueltas por el mundo)

NOTA MENTAL: No dar por hecho que será fácil encontrar un transporte. Gestionarlo con tiempo.
Al llegar al P48 lo encontramos con abundante lluvia y a causa de un pequeño cotratiempo con la cuerda nos damos un buen remojón. Este es el lugar donde más agua cae con diferencia. Más abajo encontraremos algún otro punto con pequeñas precipitaciones pero nada comparado con este punto.
Seguimos avanzando sin más contratiempos y llegamos hasta la sala Olivier Guillaume (Cañuela).
Continuamos por una sala grandiosa (una de las más grandes de España. 350m de largo X 120m de ancho) y seguimos nuestro trazado hasta llegar a la sala 10 de Agosto donde admiramos la gran cantidad de formaciones que se encuentran en ella.

Casi si darnos cuenta llegamos al bulevar y poco después ya estamos en el Arco. Después de una pequeña confusión encontramos el pasamanos de salida y llegamos a la preciosa boca de Cañuela.
Hemos tardado en realizar la travesía 5h. Reseño el tiempo para que pueda servir de referencia aunque ya se sabe que dependiendo del número de personas y del nivel de los mismos, los tiempos pueden ser muy diferentes.
Solo tenemos fotos de la salida por que con las prisas del transporte nos olvidamos la cámara de fotos. Esta foto está hecha con el teléfono móvil.

        Foto de la boca de Cañuela (Autor Mario Gastón)
 NOTA: Agradecer de modo especial al dueño del bar Americano por ofrecerse a realizar el transporte hacia la boca de Tonio. Sin su ayuda no hubiéramos podido realizar la travesía.
También hay que reconocer el gran trabajo que ha hecho el Club Viana reequipando esta travesía y realizando una magnífica descripción. 


Sima Tonio. Fuente: Clubviana.org



Para poder consultar con más detalle la reseña os invito a entrar en la pagina: https://www.clubviana.org/


jueves, 27 de junio de 2019

RUTAS DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y ESPINA

RUTAS DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y ESPINA


Presentamos un trabajo que contiene 6 rutas de senderismo que se desarrollan por las Sierras de Cerdaña y de Espina, y por el territorio de alrededor de estas sierras. En realidad el trabajo se basa principalmente en la Sierra de Cerdaña y alrededores, conjunto de montes apenas conocido y referenciado, salvo por la visitada Cueva de Cerdaña. Hemos incluido una ruta por la Sierra Espina, la que sube al alto de Santa Bárbara pues, aunque bastante conocida, creemos complementa a las anteriores. Prácticamente se desarrollan en el término municipal de Pina, si bien algunas se desarrollan también en el término de Benafer y, algún pequeño tramo, en los de Viver y Barracas.


Quien tenga interés en conocer un poco de la geografía y geología de la Sierra de Cerdaña puede consultar la siguiente entrada:
http://ceapaltopalancia.blogspot.com/2019/03/referencias-geograficas-y-geologicas-de.html


Estas rutas tienen una duración de 2 a 4 horas, aunque se pueden enlazar entre ellas para hacer una ruta más larga. Están pensadas para realizarse en media jornada, compartiendo el interés de combinar una actividad de senderismo con el conocimiento del medio, por lo que creemos deben realizarse con las oportunas paradas para observar los diferentes elementos que nos surgirán en el camino, así como los interesantes paisajes.


Las 6 rutas son:

- PINA A SANTA BÁRBARA.
- MONTEAGUDO Y CUEVA CORDERINA.
- PINA, PANTORRILLA, MAS DE NOGUERA, CUEVA DE CERDAÑA, PINA.
- MONTANERO.
- BARRANCOS DE VALDEHURÓN Y CARLOS.
- MAIRANA.


El trabajo ha sido finalizado en junio de 2019, participando en el mismo José Ángel Cobo, José Luis Asensi y Paco Mas, todos ellos miembros del CEAP (Club Excursionista del Alto Palancia).

Estas rutas han sido publicadas en el blog del CEAP: http://ceapaltopalancia.blogspot.com/
Asimismo, algunas de ellas, de carácter más inédito, han sido publicadas en el portal Wikiloc.

Los enlaces para descargar los tracks de estas rutas para los GPS se encuentran al final de los textos de las entradas correspondientes a las mismas en el blog citado más arriba.

Rutas de senderismo por las Sierras de Cerdaña y Espina







miércoles, 26 de junio de 2019

RUTA DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y DE ESPINA: “MAIRANA”

RUTA DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y DE ESPINA: “MAIRANA”


DATOS:

Duración aproximada: entre 2 y 3 horas, a lo que hay que sumar las aconsejables paradas.
Distancia: 10 kilómetros.
Dificultad: fácil, casi toda por cómodas pistas, solo en los accesos a los poblados es algo peor.
Tipo: circular.

Ruta descrita en el texto

REFERENCIAS GENERALES:

Inicio y final: Pueblo de Pina, área recreativa y polideportivo, junto a la Fuente Vieja.

Esta ruta recorre toda la zona conocida en general como Mairana, si bien debido a su intensivo uso, está plagada de partidas y topónimos, estando también salpicada de grandes corrales, casi todos ellos abandonados y en ruinas. Visitaremos cuatro conocidos yacimientos, tres de época íbera, y otro que fue una villa romana; de estos puntos, dos de ellos, la Torre del Prospinal y el Poblado del Castellar, son muy interesantes incluso para personas poco conocedoras del tema. Toda esta zona, muy llana, estuvo antaño cultivada de cereales (sobre todo trigo y cebada) y forrajeras (principalmente alfalfa y pipirigallo), pero actualmente el cultivo que más se extiende es el de las carrascas truferas, si bien todavía podremos ver algunos campos de cereal y forrajeras. Si vamos tras época de lluvias podremos ver muchos campos embalsados; el terreno es muy llano y el agua no discurre bien (o “escorre” como diríamos por aquí), por lo que tiende a acumularse, drenando poco a poco, alimentando los acuíferos que manan valle abajo.

 Llanos de Mairana, con Santa Bárbara al fondo, y campos de pipirigallo y cereal en primer plano
Flor del pipirigallo, una forrajera cada vez menos usada,
pero muy valorada antiguamente por su buena adaptación a este clima

DESCRIPCIÓN: 

Situados en el área de recreo dispuesta junto al polideportivo y la Fuente Vieja, donde hay mucho espacio para aparcar, tomaremos la carretera que se aleja del pueblo y que, tras cruzar el Puente de Jérica o del Regajo, inicia una suave subida, conocida como la Rocha Pastora, que nos deja en un amplio collado, referencia importante, conocido como el Collado Mairana. Hay un “peiro” (dedicado a la Virgen de la Divina Pastora) en la encrucijada de varios caminos, y cerca unos corrales en desuso. Podríamos tomar cualquiera de esos caminos, pues todos llevan hacia la zona a la que nos dirigimos, pero seguimos por la estrecha y poco transitada carretera que se dirige a las Masías de Ragudo (y a Viver y Jérica), la cual comienza a bajar un poco.

 “Peiro” de la Divina Pastora
Descartamos un primer camino a nuestra derecha (por el que luego volveremos), para tomar un segundo camino de tierra a nuestra derecha, justo cuando la carretera gira hacia la izquierda. Pasamos junto a los corrales del Prospinal, en estado semirruinoso. Seguimos caminando plácidamente hacia el Sur, pasando ahora junto a los corrales de las Lomicas, para llegar a otro grupo de corrales, también en ruinas, en la partida de la Orillada. Nuestro camino (el principal) gira a la derecha, encaminándose hacia el Oeste.

En un punto y junto a un campo de carrascas truferas (de los muchos que veremos), hay restos de una pequeña caseta reciente (pero abandonada). Justo allí están los escasos restos, que ya fueron estudiados por expertos, de una villa romana; nosotros tan solo podremos ver las alineaciones de piedras en el suelo. Se piensa que por aquí, o cerca de este punto, discurría la calzada romana que iba de Sagunto a Zaragoza. Volvemos unos pasos y tomamos la traza de un carril. Toda esta parte es confusa y poco evidente, por lo que es mejor realizarla con apoyo del GPS y del track que adjuntamos. Entre carrascas y coscojas, pero con paso factible, llegaremos a los corrales del Castellar, también en ruinas, discurriendo después junto a la valla sobre el talud de la autovía A-23. Siguiendo de nuevo entre carrascas y sembrados llegaremos al Poblado del Castellar, datado sobre el siglo III a.c. Aunque los restos son poco identificables, algunos de sus recios muros son impresionantes, aunque lo mejor son las vistas sobre el valle de Valdehurón. Este punto se considera que debía ser un punto de control sobre el camino que discurría por ese valle, antes de subir al altiplano por el que estamos paseando hoy. En los montes de enfrente (Cerro de la Corraliza), en uno de sus flancos, hay restos de otro poblado (nombrado de Umbría Mala). En el poblado donde estamos se puede observar la base de lo que fue la torre que dominaba el sitio.

 Imagen del Poblado del Castellar, obtenida de Google Maps
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la villa romana y seguimos el camino hacia el Oeste, que nos deja en otro camino asfaltado, que tomamos a la derecha, acercándonos a la balsa y fuente de Mairana. Este punto de agua es muy valorado por ser el único en la zona, y seguro que antaño también debió ser muy importante, por lo que es fácil pensar que el camino principal discurría por aquí cerca; subiría desde los llanos de Ragudo por Valdehurón, llegando a la fuente de Mairana, desde donde se dirigiría a la ermita de Vallada y al poblamiento de la actual Barracas.

 Balsa de Mairana, alimentada por la cercana fuente
De la fuente seguimos el camino hacia el Norte, y al poco tomamos un camino de tierra a nuestra derecha. Unos 400 metros más adelante nos llega un estrecho camino por nuestra derecha, que seguimos hacia el Sur, y que enseguida dejamos, para ir campo a través al Corral del Castillejo, edificado sobre lo que fue otro poblado íbero; entre sus paredes podemos apreciar restos de grandes muros y lo que debió ser la base de otra torre. Volviendo al camino, nosotros seguiremos hacia el Este, y pronto veremos los restos de otra torre, ésta mucho más espectacular, y nombrada como la Torre del Prospinal (o también de la Hoya Huguet). Aquí sí se aprecian bien la torre y los perímetros de la muralla.

 Torre del Prospinal
Podemos seguir recto y enlazar con el camino por el que vinimos, pero recomendamos retroceder hasta el camino anterior, y seguir hacia el Norte, entre las partidas del Prospinal y de la Junquera, hasta llegar de nuevo a la carretera y por ahí al Collado Mairana. A unos 200 metros al Oeste, y junto a una pequeña caseta entre bancales, hay un pozo artificial, pero con obra muy bien trabajada; podemos acercarnos a verlo si nos apetece.

 Abrevadero de la Fuente de los Arrieros
De nuevo en el Collado Mairana, para volver a Pina tomamos una traza de carril a nuestra izquierda, que nos lleva a la Fuente de los Arrieros (pequeño pozo y abrevadero), la cual suele estar seca desde hace años. Por lo que fueron pasos de ganado seguimos hacia Pina, atravesando la vaguada del Barranco de la Cañada, y enlazando con un camino asfaltado, que tomado a la derecha nos lleva a la Fuente Vieja, junto a nuestro punto de partida. No obstante, nos queda todavía por hacer el “obligatorio” paseo por el tranquilo pueblo de Pina.


Fecha de edición de la ruta: Junio de 2019.
Autores: Paco Mas, José Luis Asensi y José Ángel Cobo (Club Excursionista del Alto Palancia, CEAP).


Enlace para descargar el track:
https://drive.google.com/file/d/1KiK6G_O8AR6WGRGUIy2EiJG4EGEIRRTA/view?usp=sharing











martes, 25 de junio de 2019

RUTA DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y DE ESPINA: “MONTEAGUDO Y CUEVA CORDERINA”

RUTA DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y DE ESPINA: “MONTEAGUDO Y CUEVA CORDERINA”


DATOS:

Duración aproximada: cerca de 3 horas.
Distancia: 10 kilómetros.
Dificultad: Fácil, salvo el acceso final a Cueva Corderina, que es una senda algo abrupta, y la subida a los Castillicos, pequeño tramo sin senda aunque sin mayores problemas.
Tipo: circular.

Ruta y extensiones descritas en el texto
























REFERENCIAS GENERALES:

Inicio y final: Pueblo de Pina, plaza de las Eras Bajas.

Esta ruta es un paseo habitual para la gente del pueblo, al que nosotros le hemos añadido tres extensiones a diversos puntos con interés: la Cueva Corderina, la cabecera del Barranco de Pantorrilla y el poblado de los Castillicos. Es una ruta circular que sale del pueblo de Pina y vuelve al mismo. Las tres extensiones son de ida y vuelta, ya que debido al terreno no es aconsejable intentar enlazarlas. La parte del paseo habitual es muy llana y sencilla, y viene a costar por sí sola sobre una hora. En general caminaremos por zonas muy abiertas, pero rodeados de zonas de cerrado matorral, y con algunas repoblaciones de pino.


DESCRIPCIÓN: 

Situados en la plaza de las Eras Bajas de Pina, tomamos el camino que parte hacia el Este, indicado como subida a Santa Bárbara. En la primera bifurcación tomamos la pista de la derecha, dejando el camino que sube al pico Pina o Santa Bárbara. Atravesamos una zona con profundas cárcavas en el suelo arcilloso. Y llegamos a las Fuentes, un lugar con un pequeño afloramiento de agua, que permite disponer además de la fuente, abrevadero y lavadero, con una pequeña huerta alimentada por la balsa que acumula los excedentes.

Descartamos las sendas que suben también hacia Santa Bárbara (por donde sigue la ruta que sube a Santa Bárbara de este conjunto de propuestas), y seguimos por la cómoda pista. Volvemos a tener a nuestra izquierda unas coloridas cárcavas en los suelos de arcillas y yesos. Nuestro camino sube de modo muy suave, hasta coronar un tenue collado, que separa las aguas que bajan hacia Pina por el Rodeno, y las que bajan al otro lado, hacia Pantorrilla; todas estas aguas vierten a la cuenca del río Mijares, bien a través del Barranco de la Maimona en el primer caso, o a través del río Montán en el segundo caso.

Cárcavas propias de suelos arcillosos
Un poco antes de este suave collado tomaremos el desvío a la izquierda que nos lleva a las ruinas del Mas de Mingacho, y continuamos por la pista, entre unas laderas llenas de matorral y en lenta recuperación del incendio que llegó hasta aquí en 1994. Atención a un desvío a nuestra derecha, no señalizado, que nos llevará por una senda de reciente apertura, y algo abrupta especialmente en su parte final, a la Cueva Corderina, curiosa cavidad con dos entradas. Hoy es utilizada por las cabras como guarida, pero antaño fue utilizada por personas como refugio, y parece ser que también se extrajo algo de material ferruginoso. Tras ver la cavidad, volvemos por el mismo trazado a nuestro camino principal.

Ruinas del Mas de Mingacho
Cueva Corderina (foto del SICE)
Seguimos la pista principal que nos baja hacia el Barranco de Pantorrilla. Por aquí sigue otra de las rutas de esta propuesta, la que se dirige a la Cueva de Cerdaña, pero pasando por la zona de Pantorrilla. Nosotros solo nos adentraremos un poco en estos parajes, hasta donde nos apetezca, volviendo luego sobre nuestros pasos. Si es primavera podremos ver las genistas o retamas en flor, muy aromáticas, y que se extienden densamente por toda esa zona. También veremos a nuestra izquierda un conjunto de paredes, Peña Hundida, que llegan hasta la misma Corderina. En el el centro del barranco destaca una punta o aguja rocosa, el Picayo. Y al fondo se extiende todo el amplio barranco del Mas del Moro, al cual afluye el de Pantorrilla, y que luego se convertirá en el río Montán. A la izquierda de todo ese barranco se extienden las estribaciones de Sierra Espina.

 Rama de genista repleta de flores, muy aromáticas
Vueltos sobre nuestros pasos, debemos estar atentos a otro desvío, tampoco señalizado, que hacia el Sur nos lleva a una zona muy llana, que separa dos hoyas, y que es conocida como los Badenes. Desde este punto podremos realizar la tercera de las extensiones, que nos llevará sin senda pero por una zona sin muchos problemas a un pequeño monte situado algo a nuestro Este. Este pequeño cerro llamado de los Castillicos o de la Rochuela, contiene algunos restos de poblamientos prerromanos, sobre los cuales podremos saber más si leemos el libro recientemente publicado sobre Pina. Básicamente veremos diferentes muros de piedra, apenas vestigios, pero que nos permite forjarnos una idea de dónde y cómo se situaban estas gentes.

Monteagudo
De nuevo en los Badenes, tomaremos un estrecho camino que nos lleva hacia el Oeste, y que pasa por Monteagudo, punto donde también nace algo de agua, y que fue uno de los puntos de abastecimiento de agua para Pina. Veremos los abrevaderos o gamellones, y el navajo o balsón. Seguiremos el camino principal, que nos llevará a Pina, siempre atravesando amplias hoyas o vaguadas, cultivadas principalmente de cereal, aunque cada vez más abandonadas. A nuestra derecha queda la partida de la Lomardía, mientras luego se suceden las partidas de los Praos y del Rodeno. Llegando a Pina podemos dirigirnos hacia nuestro punto de partida, o bien seguir hasta la Cruz, sobre un pilón o “peirón”. De aquí a nuestro punto de partida, si bien antes estaría bien visitar las tranquilas calles del pueblo, y refrigerarnos (o calentarnos, según la época del año) en el pequeño bar de la plaza.


Variante: se puede enlazar la zona que baja hacia Pantorrilla por una senda perdida que sube desde la pista hacia el Corral del Collado. Solo aconsejable para quienes gusten de encontrar caminos perdidos. No está en el track adjunto, pero si indicada en el plano. Para ello seguimos bajando la pista y llegamos en una curva a un tramo hormigonado, tras el cual veremos una muy estrecha senda a nuestra derecha, que sube con fuerte pendiente para enlazar con una vieja senda, algo perdida, pero de mejor trazado. Esta senda sube por el margen izquierdo de una hoya con amplios bancales perdidos, pasando junto a los restos de una balsita (Fuente del Collado, también ya seca), y que sigue hasta el mismo Corral del Collado. Por el carril que sale junto a este Corral, (no la pista principal), podremos llegar al punto de los Badenes, desde donde podremos subir a los Castillicos, y luego ir a Monteagudo, siguiendo la ruta propuesta.


 Parece ser que el despoblamiento rural todavía no alcanza a ciertos insectos



Fecha de edición de la ruta: Junio de 2019.
Autores: Paco Mas, José Ángel Cobo (Club Excursionista del Alto Palancia, CEAP).


Enlace para descargar el track:
https://drive.google.com/file/d/1D-vkKzc97hRSJ8NvyTN-cqvkXKIr_vGZ/view?usp=sharing

 




viernes, 21 de junio de 2019

RUTA DE SENDERISMO POR LA SIERRA DE CERDAÑA: “PINA, PANTORRILLA, MAS DE NOGUERA, CUEVA DE CERDAÑA, PINA”

RUTA DE SENDERISMO POR LA SIERRA DE CERDAÑA: “PINA, PANTORRILLA, MAS DE NOGUERA, CUEVA DE CERDAÑA, PINA”


DATOS:

Duración aproximada: cerca de 4 horas, a lo que hay que sumar las paradas más largas en los puntos interesantes.
Distancia: 14 kilómetros.
Dificultad: media, algunas partes de la ruta por senda, en aceptable estado.
Tipo: circular.

Ruta principal y variante descritas en el texto

REFERENCIAS GENERALES:

Inicio y final: Pueblo de Pina, plaza de las Eras Bajas.

Esta ruta es una clásica bien conocida por mucha gente, pues es una circular no larga, interesante por los puntos visitados, y que se hace tanto desde Pina como desde el Mas de Noguera. Recorre parte de los llanos de Pina, para luego adentrarse en el rincón del Barranco de Pantorrilla, con su solitaria fuente, lugar que en primavera se llena de aromáticas genistas llenas de flores amarillas. Llega al emblemático lugar del Mas de Noguera, sitio pionero en tantas facetas. De ahí subiremos a la bonita y visitada Cueva de Cerdaña. Y volveremos a Pina atravesando los suaves montes de la Sierra de Cerdaña, no sin antes adentrarnos en otro de los rincones especiales de estas montañas, las Cárcamas de Cerdaña. Al ser circular puede realizarse sin problemas en sentido contrario al propuesto, si bien nosotros recomendamos en este orden.


DESCRIPCIÓN: 

Situados en el pueblo de Pina, de la calle Eras Bajas (donde hay espacio para aparcar), salimos hacia el Este, por un camino asfaltado apto para coches. Dejado un primer desvío que sube hacia el pico de Santa Bárbara, seguimos el de la derecha, que tras pasar una zona de arcillas muy acarcavada, llega al paraje de las Fuentes, con su lavadero y abrevadero, uno de los pocos espacios de Pina apto para tener huertas. Nuestro camino estaba marcado como PRV-63.4, aunque su mantenimiento como tal está ya abandonado.

Seguimos el camino principal, dejando los desvíos de sendas (otro PR) a la izquierda que se dirigen al pico de Pina o Santa Bárbara. Caminamos por zonas bastante llanas rodeados de campos de cereal, muchos ya abandonados. Se pasa otra zona de cárcavas, y un desvío a la izquierda que va al Mas de Mingacho y por ahí a la zona conocida como de la Marina. Nosotros seguimos recto, y nuestro camino comienza a bajar, encajonándose poco a poco. Estamos ya en la cuenca del barranco de Pantorrilla, afluente del barranco del Mas del Moro, que pasará luego a formar parte del llamado río Montán, afluente a su vez del Mijares en la misma población de Montanejos.

Cerca de una característica punta, conocida como el Picayo, nuestro camino deja de ser una pista para pasar a ser una senda, que irá girando hacia el Sur. Nos adentramos en un zona con mucho afloramiento de yesos, blancos y cristalinos. En esta zona se extraía material para la obtención del yeso o algez de obra, mediante la calcinación y deshidratación del material original. Pronto llegamos a las ruinas de la Masía de Pantorrilla y, en un recodo, a la fuente homónima que, aunque escasa, suele tener su hilo de agua, y que en su momento alimentaba unas huertas, hoy totalmente perdidas. Es un lugar fresco, tranquilo y agradable. A nuestra derecha tenemos los contrafuertes de la Sierra de Cerdaña.

Flor de la genista
 Seguimos nuestra senda, que viene acompañada de abundantes genistas (Genista patens), también llamadas por aquí retamas. Nuestra senda se amplía y llega al collado Piquer, encrucijada de varios caminos, entre ellos el famoso GR-7. A nuestra izquierda queda Sierra Espina y el profundo barranco del Mas del Moro. Tomamos la pista de nuestra derecha, la que baja de las dos que hay, y que por su camino principal nos lleva al Mas de Noguera. Poco antes de llegar al mismo habremos dejado a nuestra derecha la senda que sube a la cueva; tras nuestra visita al Mas, donde podremos coger agua, volvemos a este desvío de la senda.

Vueltos al punto donde arranca la senda, iniciamos la subida a la cueva, entre un pinar espeso. Atravesamos una pista, y seguimos entre los pinos, hasta que finalmente se acaben los mismos, aunque seguiremos rodeados de un espeso matorral, compuesto principalmente de aliagas y romeros. Tras unas revueltas llegaremos a la Cueva de Cerdaña, una bonita cavidad, donde lo más destacable es un gran sala principal, con sus enormes columnas y estalagmitas. Para quienes tengan más interés en la misma, recomendamos leer la entrada de este blog:
http://ceapaltopalancia.blogspot.com/2019/03/informe-de-actualizacion-del-catalogo.html

Cueva de la Cerdaña
 La Cueva ha sido referenciada y visitada desde antaño, y a día de hoy es uno de los lugares más frecuentados de la zona. Solicitamos colaborar en su conservación; lejos parecen quedar los días en que la gente arrancaba piedras para decorar sus casas. Aunque la cavidad desciende bastantes metros, sus salas interiores son en general caos de bloques sin formaciones; por tanto, para disfrutar de la misma basta con quedarse en las primeras zonas. La entrada a la misma es por una boca más pequeña situada a la izquierda, NO por la boca grande a modo de ventana a la que llegaremos primero. Posiblemente nunca sabremos con certeza quien le dio nombre, si la Cueva a la Sierra, o al revés. Hay una leyenda respecto al nombre que podremos consultar en el enlace citado más arriba.

Cárcamas de Cerdaña
Disfrutada nuestra visita a la Cueva, seguimos la senda marcada también como PR, y que manteniendo el nivel se dirige hacia el Norte. Es una senda cómoda, en muy buen estado, que va flanqueando los contrafuertes más altos de la Sierra. En un punto no señalizado (atentos a nuestro GPS), está el desvío de una tenue senda a nuestra derecha, que en breve nos llevará a otro de los espectaculares rincones de la Sierra: las Cárcamas de Cerdaña. Se trata de un conjunto de grandes fracturas, por las que podremos callejear en algunas de ellas. No obstante,  la zona tiene desfondes y caídas, y por tanto hay que extremar la precauciones; también pedimos un máximo de respeto para estos rincones (y para toda la naturaleza). En una de las fracturas hay varios acebos, uno muy grande, testigos de épocas de más frío, y que hoy sobreviven en la fresca umbría. Para quienes deseen más información de este punto, recomendamos la lectura del enlace indicado anteriormente, un informe sobre las cavidades de todos estos montes.

Pozo de Cerdaña
Vueltos a la senda, proseguimos nuestro camino, que nos lleva al Pozo de Cerdaña, un aljibe bien cuidado, y uno de los pocos puntos que hay por la Sierra para beber agua, y en consecuencia convertido en todo un elemento de referencia. Por un carril accedemos a la ancha pista construida para el parque eólico, por el cual nos moveremos en el siguiente tramo, soportando el impacto y molestias de los aerogeneradores, la parte negativa de estos beneficiosos productores de electricidad. En breve hemos llegado a un collado, los Bataneros, divisoria de aguas entre las cuencas del Mijares (al norte) y el Palancia (al sur). Hay unos corrales en ruinas, y algún cartel del parque eólico. Ahora tenemos dos opciones. La primera y más habitual es bajar la pista principal hacia el Norte, que pasa cerca de las ruinas del Corral del Collado, luego gira hacia el Oeste y pasa cerca de las ruinas de la Masía de las Monjas, con su denso rebollar (robles) a nuestra izquierda. Podremos adivinar un caño junto a la pista, de la ya seca Fuente de la Cerrada. Siguiendo el camino principal llegaremos a Pina, junto a la Fuente Vieja (con su curioso abrevadero y también su lavadero), no sin antes haber pasado junto a la Ermita de la Virgen de Gracia (a nuestra derecha).

Ermita de la Virgen de Gracia
La variante que proponemos es algo más corta y directa, pero sobre todo nos parece más interesante. Desde los Bataneros tomamos la pista de la izquierda, que remonta un poco, hasta llegar a un molino que tiene en su base un navajo o balsa para beber los animales. Bajamos al mismo y buscamos el rastro de una antigua senda, que descendiendo suavemente nos lleva al Pozo de Montanero, otro punto de agua, importante también, pero menos conocido. Desde aquí seguimos el carril que llega por el lado contrario, que por las lomas de Montanero nos llevará sin pérdida hacia Pina. Toda esta última zona de camino será por una amplia vaguada llamada la Hoya de las Viñas. Enlazamos con el camino principal cerca de la Ermita, y al poco estamos ya en la Fuente Vieja, desde donde vamos a nuestro punto de partida, no sin antes callejear un poco por el pueblo e hidratarnos adecuadamente en el bar de la población.

Fuente Vieja

Fecha de edición de la ruta: Junio de 2019.
Autores: Paco Mas y José Ángel Cobo (Club Excursionista del Alto Palancia, CEAP).

Enlace para descargar el track:
https://drive.google.com/file/d/1xDDrASsd4YrxNpeFHquwxeExYF9q4Bzi/view?usp=sharing







RUTA DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y DE ESPINA: “PINA A SANTA BÁRBARA”

RUTA DE SENDERISMO POR LAS SIERRAS DE CERDAÑA Y DE ESPINA: “PINA A SANTA BÁRBARA”


DATOS:

Duración aproximada: poco más de 3 horas la opción larga, y algo menos las variantes de bajada más directas.
Distancia: 9 kilómetros la opción larga, las otras algo menos.
Dificultad: media, con un desnivel de unos 400 metros, y si se opta por las variantes de bajada el trazado es fuera de senda, aunque el terreno no es complicado.
Tipo: circular.
Nota: en el archivo GPX se han enlazado todas las opciones para que salgan en un único track.


Ruta principal y variantes de la misma descritas en el texto

REFERENCIAS GENERALES:

Inicio y final: Pueblo de Pina, plaza de las Eras Bajas.

Esta conocida ruta asciende al pico Santa Bárbara, o Pina, de 1402 msnm, el más alto del conjunto de Sierra Espina y de todo este entorno. Es una ruta circular que sale del pueblo de Pina y vuelve al mismo. El ascenso lo hemos planteado por la senda de la solana, pero para la vuelta planteamos tres opciones, aunque recomendamos “perderse” un poco entre el pinar o en el rebollar, espacios agradables y fáciles de transitar debido a que en general están relativamente despejados. Los pinares de estos montes, principalmente de la especie de pino rodeno, pero también de pino albar (o silvestre) están en bastante buen estado de conservación. Y en cuanto a los rebollares, por estas laderas está una de las pocas extensiones que tenemos en la Comunidad Valenciana de roble melojo (Quercus pyrenaica), conocido en nuestro terreno como rebollo; aunque también hay abundantes ejemplares de otro roble, el quejigo (Quercus faginea), también llamado por aquí indistintamente como rebollo.

Hojas de rebollo (melojo), de rebollo (quejigo) y de  carrasca

Agalla, frecuente en los rebollos de tipo quejigo, provocada por la picadura de un insecto de la orden de los himenópteros
 
DESCRIPCIÓN: 

Situados en la plaza de las Eras Bajas de Pina, tomamos el camino señalizado que parte hacia el Este. En el primer cruce seguimos a la derecha, aunque el camino habitual para subir en vehículo al pico toma el de la izquierda. Tras pasar una zona con grandes cárcavas llegamos al paraje de la Fuente, uno de los pocos sitios del pueblo donde mantener una pequeña huerta. Además de la fuente, hay un abrevadero y el que era el principal lavadero del pueblo en otros tiempos. Enseguida tomamos el desvío a la izquierda que por una senda marcada como PRV-62 nos dirige, atravesando unas lomas, al área de recreo de la Pimpollada (en el inicio hay dos sendas, que son la misma luego). Este espacio, habitualmente solitario, es un pinar muy despejado y bien tranquilo. Antes de llegar habremos cruzado la pista que por la solana permite subir en coche al pico.

Desde la Pimpollada, la senda sube mantenida pero sin gran pendiente, primero entre el pinar, y luego ya por la zona despejada, fruto del incendio de 1994, y hoy en día llena de jaras. Por unas últimas revueltas llegamos a la cumbre, donde hay algunas mesas, un aljibe, la ermita de Santa Bárbara, varias antenas y una torre de vigilancia forestal. Este punto tiene grandes vistas hacia todos los contornos, pero debido a los elementos, y los pinos, hay que ir dándole la vuelta para poder observar todos los puntos, Gúdar y Peñagolosa al Norte; las sierras de Espina, de Caudiel y de Espadán al Este, con el Desierto de las Palmas al fondo; el mar y Valencia al Sureste; las sierras Calderona, del Toro y Javalambre al Sur; y el altiplano de Pina, Barracas y el Toro, que continua hacia Sarrión, al Oeste. Además de muchos otros puntos que podemos entretenernos en averiguar cuáles son. Desde Pina al pico suele costar sobre 1h 30'.

Ermita de Santa Bárbara, en la cumbre del mismo nombre
 Para la vuelta proponemos tres opciones. La primera es un recorrido algo más largo, pero más cómodo, ya que es casi todo por pistas, y que discurre por la umbría del monte. Saldremos del monte por la pista apta para coches, que al poco gira y va hacia el Este; poco antes de un cruce podremos optar por una atajo que baja directo pero que no recomendamos tomar. En el próximo cruce tomamos la pista de la izquierda, que transita por una zona llena de jaras, y que se dirige a un collado conocido como Pino Rey, punto en el que podríamos ir hacia Montán o hacia el Barranco del Mas del Moro (y hacia el Mas de Noguera). Seguimos por la cordal, con excelentes vistas a ambos lados, hasta llegar a otro cruce donde dejamos el camino principal y tomamos a la izquierda, pasando a la vertiente norte de la sierra, la umbría de Santa Bárbara. 

Fuente de la Marrionda
La pista entra de nuevo en el pinar, y al poco llegamos a la Fuente de la Marrionda, que ahora suele estar seca, pero que era una fuente muy apreciada antaño. Por toda esta zona podremos observar unas cajas nido para murciélagos, colocadas recientemente, en los intentos que está habiendo para ayudar a evitar los descensos de población de estos interesantes animales, tan beneficiosos para el entorno, y tan denostados por esos otros “bichejos” llamados humanos. Remontamos suavemente por unas revueltas, hasta girar de nuevo y comenzar a bajar, justo cuando doblamos la cresta  espolón que baja directo desde la cumbre. Nosotros seguimos nuestra pista que nos llevaría al pueblo, aunque proponemos en un punto desviarnos por un carril para atajar un poco, y que luego desembocará de nuevo en la pista que nos dejará ya en nuestro punto de partida. En realidad esta última parte la podemos hacer por donde más nos plazca, entre las opciones aportadas u otras variantes.

Cajas nido para murciélagos en la umbría de Santa Bárbara
Variante 1: Esta propuesta de descenso es más corta y directa, si bien es más abrupta y va por una senda algo mala. Pese a ello la recomendamos, si no toda, sí desde que se cruza con la principal en la cordal, punto indicado como “cruce”. Desde la cumbre salir por la pista apta para coches, y en unos minutos, cuando ésta gira de sentido, nosotros tomamos una senda a la izquierda, marcada con hitos de piedra. La traza de la senda nos lleva bajando por toda la suave cresta o espolón, entre el pinar. En un punto cruzamos una pista (por la que iríamos en caso de bajar por la opción principal), pero nosotros seguimos el rumbo que llevábamos, sin traza clara pero sin problemas de caminar entre el despejado pinar, hasta alcanzar el Collado Verde, por donde cruza el camino apto para coches que va hacia la Villanueva de Viver. En ese punto buscamos unos hitos de piedra que indican una senda de bajada hacia el Sur, que tomamos y nos llevan un tramo por una senda algo incómoda, pero que luego ensanchará en un viejo carril. De nuevo desembocamos en la pista principal, que al poco volvemos a dejar (atención al punto en el GPS o los hitos de piedra), para seguir a nuestra derecha por una senda muy bonita entre pinos y rebollos (quejigos), que acabará desembocando en otra pista que nos llevará definitivamente a Pina.

Sendero entre los rebollos
Variante 2. Esta propuesta de descenso es un alargamiento de la anterior, y también bastante interesante. Seguimos la variante 1 hasta el punto del Collado Verde, donde en vez de bajar hacia Pina, proseguimos la cordal hacia el Oeste, primero subiendo una trocha corta pero algo penosa, y luego ya manteniendo más o menos el nivel, hasta llegar al Collado del Lobo. Toda esta zona caminamos sin apenas traza, pero sin problemas, ya que el pinar sigue estando muy despejado. Más que un bosque de pinos, esto es en realidad un cultivo de pinos, y aunque la limpieza del sotobosque aleja problemas como los incendios, deja un espacio natural muy pobre en diversidad, tanto de flora como de fauna.

Pinar, despejado de sotobosque, en el collado del Lobo
En el Collado del Lobo tomamos la tradicional senda que iba de Pina a la Villanueva (y al revés), marcada como PRV-63.3, en sus trazas amarilla y blanca, en dirección al Sur, o a nuestra izquierda según llegamos. Al poco comienzan de nuevo a aparecer los rebollos, principalmente quejigos, pero bajo de ellos se adivina otra especie, de hoja más grande y con profundos y desiguales lóbulos; son los ejemplares de roble melojo, que como ya  hemos dicho por aquí se les llama igualmente rebollos. Más adelante veremos ejemplares de mayor porte. Y en general podremos observar cómo surgen unos y otros entre los pinos, intentando recolonizar el territorio que antaño dominaron, pero que perdieron por la acción del hombre, con sus talas y sus repoblaciones de pinos. Estos rebollos (los melojos) son muy escasos en la Comunidad Valenciana, y tienen en estos montes uno de sus mayores reductos. Son muy selectivos con el suelo, ya que únicamente se fijan sobre suelos ácidos (silíceos), como es el caso de Sierra Espina y Sierra Espadán (en las faldas norte de la Rápita podremos ver otro reducto). Siguiendo nuestra senda alcanzaremos una pista, que nos lleva a Pina, pasando antes junto al cementerio.


Fecha de edición de la ruta: Junio de 2019.
Autores: Paco Mas, José Luis Asensi y José Ángel Cobo (Club Excursionista del Alto Palancia, CEAP).


Enlace para descargar el track:
https://drive.google.com/file/d/1gA-aUx5MXKXt4l4On6_hxChx_XsS2iFM/view?usp=sharing









lunes, 10 de junio de 2019

RUTA DE SENDERISMO POR LA SIERRA DE CERDAÑA: “BARRANCOS DE VALDEHURÓN Y CARLOS”

RUTA DE SENDERISMO POR LA SIERRA DE CERDAÑA: “BARRANCOS DE VALDEHURÓN Y CARLOS”


DATOS:

Duración aproximada: unas 3 horas.
Distancia: 10,5 kilómetros.
Dificultad: media, sin apenas desnivel, pero se camina bastante por sendas, algunas de ellas sin apenas traza.
Tipo: circular.
Para quienes deseen una ruta más larga, esta propuesta se puede enlazar fácilmente con la ruta de Montanero.

Plano de la ruta descrita en el texto

REFERENCIAS GENERALES:

Inicio y final: Apeadero de Masadas Blancas, en la Vía Verde de Ojos Negros (término de Viver, cerca de las Masías de Ragudo).

La ruta recorre parte de los barrancos conocidos como Valdehurón o Barranco del Hurón, y Barranco Carlos (o Guijarrosa), situados en la zona Sur de la Sierra de Cerdaña.
Poco conocida esta zona y apenas transitada, nos permitirá conocer algunos rincones y caminos interesantes, por parajes muy tranquilos, donde solo molestará algunos ratos el ruido de la autovía. Ruta recomendada para quienes les gusta conocer nuevos sitios y tranquilos.
Los paisajes están conformados por suaves barrancos entre redondeados cerros y algunos peñascos, en suelos calizos, donde las vegetaciones predominantes serán los pinares de repoblación por un lado, y los coscojares con carrascas, sabinas y rebollos por otro lado, que es la vegetación natural que tiende a regenerarse. También hay zonas de zarzales en los rincones de umbría, así como matorral de aliagas y romeros.


DESCRIPCIÓN:

Al apeadero de Masadas Blancas de la Vía Verde de Ojos Negros se llega por la N-234 desde Viver, y pasadas las Masías de Ragudo (los conjuntos de Parrela y Masada del Sordo), al cruzar por encima de las vías del tren, tomar a la derecha en la rotonda, y ahí cerca está el punto donde dejar el vehículo.

Desde este punto remontaremos hacia el NO por el borde de unos bancales, buscando cruzar una estrecha carretera, donde ya nos situamos junto al apenas visible cauce del Barranco Hurón o Valdehurón, que suele llevar una hilada de agua oculto entre las zarzas. Entre los campos de almendros podremos ver la Balsa del riego de los Ruejos o de los Juncares. Seguimos por el borde de un bancal, y pegados a las zarzas que marcan el cauce del barranco, y al poco llegamos al Manantial de los Ruejos, un afloramiento de agua entre los juncos y zarzas.

Desde aquí nuestro camino irá siempre paralelo al cauce del barranco, por un pinar bastante despejado. No hay una senda propia, sino multitud de trazas, entre la que elegiremos la que más nos agrade, pasando tal vez de un margen al otro en ocasiones. Por esta zona pasaba antaño el antiguo camino medieval (y tal vez también romano) que unía Sagunto y Valencia con las tierras de Aragón y Zaragoza, del cual no quedan más que pequeños rastros puntuales; pero como veremos en nuestro andar, el suave trazado era ideal para llevar un camino que permitiese superar con cierta comodidad los conjuntos de montes entre los valles medios y el altiplano de Barracas.

Pasaremos por un punto donde podremos ver marcas de extracción de ruejos o piedras para molinos de cereal, en el mismo cauce. También podremos ver los restos de una calera y los restos de un puente que se trazó en la guerra civil de 1936-39 para pasar tropas y vehículos. Cuando ya se acabe el pinar, podremos ver a nuestra derecha el cilíndrico mojón de términos que marca la divisoria de términos entre Viver, Pina y Benafer. Hasta este punto hemos venido caminando por la división de términos entre Benafer y Viver, conformada por el Barranco Hurón, y desde este punto caminaremos por término de Pina. El barranco Hurón es a su vez la divisoria entre los Montes de Ragudo (al suroeste) y la Sierra de Cerdaña (noreste).

Desde este punto ya caminaremos por una senda con mejor traza, que discurre prácticamente por el cauce del barranco, serpenteando entre los montes. Vamos a cruzar por debajo de los puentes de la autovía A-23, pero poco antes, y si ha llovido fuerte, puede que veamos el afloramiento del Manantial de la Peña del Águila, conjunto de peñascos que hay detrás del puente, y en el cual podremos adivinar algunos abrigos, siendo uno de ellos bastante cómodo para la protección de quienes circulasen antiguamente por estos lares. Todo este rincón sale frecuentemente referenciado hasta 1800 con el topónimo de Lacova (o Lacoba), pero este nombre se ha perdido en las cartografías y en la memoria de la gente. Es un topónimo relacionado con una pendiente en un camino importante, que como ya hemos comentado subía antiguamente por esta zona el Camino Real de Aragón, salvando el desnivel del escalón de Ragudo. Estamos preparando un documento sobre ese asunto que se publicará más adelante en el blog donde publicamos estas rutas.

Texto de las Concordias de 1568 entre Jérica, Viver y San Miguel de los Reyes, donde se menciona el topónimo "Lacova", en el Camino Real de Viver a Barracas


Peña del Águila, con su abrigo principal y otros menos relevantes
 Junto a unos restos de corrales veremos una caseta blanca, que es el pozo del que toman agua los habitantes de Pina, tras bombearla por encima de los montes hasta el pueblo. Esas faldas de monte, repletas de coscoja, se conocen como las Solanas. A nuestra izquierda discurre la estrecha carretera que lleva a Pina desde Ragudo, y por encima de ella, la autovía. En un punto cruzamos la vieja carretera, bajo el puente conocido como de la Media Legua. No mucho después, cuando la traza de la senda se pierde, vemos otro puente, llamado de Valdehurón. En este punto dejamos el barranco del Hurón, por donde seguiría el viejo camino medieval, hacia la cercana Fuente de Valdehurón (apenas mana agua, y no está en buen uso) y de ahí al altiplano, hacia la ya algo lejana Fuente de Mairana. Nosotros subimos a la carretera y tomamos una senda a la derecha justo antes del puente. 

Restos de lo que consideramos era el antiguo Camino Real, más arriba de la Fuente de Valdehurón







Ascenderemos cómodamente por una senda que discurre por un barranquito, entre coscojas y carrascas, y que nos llevará a un carril que tomamos a la izquierda, y que nos dirige hacia los aerogeneradores del parque eólico, bien extendidos por estos montes de Cerdaña y de Ragudo. Llegamos al molino con el cartel ACI-1, y seguimos por un estrecho carril que se dirige al sureste primero por unas lomas, y luego bajar hacia otro nuevo barranco, hasta una explanada donde muere. Hay otra forma de llegar a este punto, por el corral nuevo de Navajo Grande (visible desde los altos), pero no lo recomendamos debido a la abundante maleza.

Puente del Águila, desde el Cerro de la Corraliza, con los Montes de Ragudo al fondo

Desde esta explanada salen dos sendas, de las cuales nosotros tomamos la que baja suavemente hacia el barranco, por la derecha. Esta senda como veremos mantiene un tramo de muy buen trazado, aunque tristemente el resto se ha perdido. Corresponde al antiguo camino de herradura conocido por los de Pina como el Camino de Ragudo, y por los de Ragudo como el Camino del Cierzo. Actualmente el trazado es utilizado con frecuencia por vehículos de dos ruedas. La senda discurre cómodamente, pasando bajo un pequeño abrigo apenas visible, y de pronto deja la traza (que enseguida se perderá del todo), y baja al cauce del barranco por donde seguirá el resto del camino, con buen trazado.

Este barranco en su parte alta es llamado de la Guijarrosa, pero en esta zona donde ya hemos entrado de nuevo en el término de Benafer es llamado en las cartografías como Barranco Carlos (aunque las personas consultadas no lo llaman así, ni de ninguna manera).

En nuestro discurrir por la cómoda senda por dentro del barranco, entre pinos, aliagas y zarzas, cruzaremos dos pistas; en una de ellas hay una curiosa rueda de bicicleta a modo de señal de ruta ciclista. Cuando lleguemos al puente del antiguo ferrocarril subiremos al mismo por nuestra derecha, y seguiremos por la Vía Verde hacia el Oeste, hasta llegar a nuestro punto de partida, el apeadero de Masadas Blancas.


Fecha de edición de la ruta: Junio de 2019.
Autores: Paco Mas y José Ángel Cobo, (Club Excursionista del Alto Palancia, CEAP).
Enlace para descargar el track:
https://drive.google.com/file/d/1R5UHr_9GXBm1nuZ8G9CTPezpCu9GLgRB/view?usp=sharing