https://drive.google.com/open?id=10iTwNI39voz93Gf13aAbeaha1NVYdwth
En las entradas inmediatamente anteriores y posterior pueden consultarse los capítulos 4 (sin las listas de elementos) y 6 (anexo I), así como la portada y el índice de dicho trabajo.
3. REFERENCIAS GEOGRÁFICAS Y GEOLÓGICAS DE LA
SIERRA DE CERDAÑA.
Aporto aquí unas referencias geográficas y geológicas de la Sierra de
Cerdaña, incluyendo dos planos, uno con los barrancos y cordales, y otro donde
solamente se indican los topónimos y elementos, que a mi juicio con carácter y
criterios personales, puedo considerar como los de mayor relevancia.
En realidad esta parte de geografía
ya fue tratada en otro documento propio redactado a principios de este año,
necesario en su momento para ubicar otro trabajo presentado entonces, como fue
la primera actualización del catálogo de cavidades de la zona. Sólo que como
todo el trabajo de cavidades así como el presente trabajo de toponimia han sido
continuados, algunos elementos y referencias han sido mejorados, por lo que
procede redactar de nuevo esta parte de geografía y geología mejorando la
anterior. En cualquier caso, al final de este documento se incluye un anexo que
recoge los errores de los documentos previos sobre la Sierra de Cerdaña.
La Sierra de Cerdaña es un
conjunto montañoso en gran parte formado por suaves y redondeados cerros, que
sólo por su parte oriental cae de forma más abrupta. Sus suelos son
mayoritariamente calizos, lo que facilita la presencia de algunas cavidades. La
máxima altitud de esta sierra es el Alto Torres, con unos 1230 metros de altitud,
situado en la franja nororiental de la zona, y en la que se dan las mayores
cotas a lo largo de un par de cejas que bajan hacia el Sur. El resto de cerros
y altiplanos se sitúan sobre los 1000 metros de altitud, y sólo las zonas
orientales así como el valle de Valdehurón quedan por debajo de estas cotas,
llegando hasta los 800
metros de altitud sobre el nivel del mar.
Es muy conocida en esta sierra la
Cueva de Cerdaña, interesante cavidad frecuentemente visitada e históricamente
citada, con una gran sala y abundantes formaciones. En realidad es más conocida
esta Cueva que la propia Sierra. Incluso hay una leyenda que plantea que el
nombre de la Sierra de Cerdaña proviene del de la Cueva de Cerdaña, relacionado
a su vez con la isla de Cerdeña, en Italia. También es interesante el rincón
conocido como las Cárcamas de Cerdaña, conjunto de grandes fracturas en la roca
con bellos rincones y una vegetación especial en sus umbrías.
La Sierra de Cerdaña es la
continuidad por el Norte de los Montes de Ragudo, de similar forma y
constitución, los cuales son separados por el estrecho valle excavado por el
Barranco Hurón (o del Hurón o de Valdehurón). Como ya se ha dicho, las
estribaciones septentrionales de la Sierra de Cerdaña constituyen la divisoria
natural de las aguas entre las cuencas del Río Palancia por el Sur, y las del
Río Mijares por el Norte.
Desde gran parte de la Sierra de
Cerdaña es visible al Norte la presencia de la Sierra Espina, con sus densos
pinares y robledales, que con su pico Pina o Santa Bárbara de unos 1400 metros de altitud,
constituye la máxima altura de este ámbito. Separa la Sierra Espina de la
Sierra de Cerdaña un pequeño altiplano donde está la población de Pina y la
ermita de Santa Gracia, con la presencia de varios cerros como Monteagudo y
grandes hoyas como el paraje de las Fuentes o la Huerta, los Praos y la Hoya de
las Viñas. Este pequeño altiplano se sitúa entre los 1000 y 1100 metros de altitud,
formado la zona que se ha definido como el sector Monteagudo dentro del
presente trabajo.
Por el Oeste la Sierra cae
suavemente a otro altiplano, conocido en general como Mairana (aunque con
diferentes partidas como el Prospinal, la Junquera, la Orillada, el Castellar,
la Hoya Huguet, etc), con unas cotas alrededor de los 1000 metros de altitud,
estando muy aprovechado agrícolamente. Esta zona es la que se ha definido como
el sector Mairana dentro del presente trabajo.
Por el Sur su divisoria es el
encajonado valle del Barranco Hurón o Valdehurón; los montes que se elevan en
la parte Sur, como el Cerro Garramanchel, ya se conocen como parte de los
Montes de Ragudo. El margen izquierdo del barranco, o parte Norte, lo forman
las estribaciones y barrancos que le llegan desde las zonas central y oriental
de la Sierra. Esta zona es la que se ha definido como el sector Sur o
Valdehurón dentro del presente trabajo.
Por el Este la Sierra tiene sus
laderas más abruptas, que caen por una parte hacia una zona constituida por
suaves montes y diversos barrancos, en los términos de Benafer y Caudiel, donde
dominan algunos altos como el Cerro Catalán, el Cerro Negro y el Cerro Jaime.
Por la parte más al Noreste la Sierra cae bruscamente hacia el Barranco de
Pantorrilla. Esta zona, definida en el presente trabajo como sector oriental o Altos de Cerdaña, está constituida
principalmente por dos grandes cordales que bajan de Norte a Sur, discurriendo
entre ambas el barranco Poyatos, quedando al Este las laderas más abruptas
comentadas, y al Oeste lo que he nombrado como sector Central.
Lo que he dado en llamar el
sector central, rodeado de los otros cuatro sectores, está constituido por una
suave cordal al Norte (que es la divisoria de aguas entre las cuencas de los
dos ríos ya citados), y otras cordales menos relevantes que discurren hacia el
Sur, con los barrancos que se enclavan entre ellas.
En conjunto, la Sierra de Cerdaña
está constituida por varias cejas o cordales que causan la división de
diferentes barrancos. Como se reconoce en todo este documento, la toponimia
recogida por las diferentes cartografías no siempre coincide entre ellas, ni
tampoco con los nombres utilizados por los habitantes de Pina y Benafer, lo
cual supone una complicación a la hora de describir el paisaje y dar buenas
referencias.
Hay una primera cordal de montes
poco elevados, como el Cerro de la Fuente, Collado de la Horca, Montanero y el
collado de los Bataneros, que delimita la propia Sierra por el Norte y forma,
como hemos dicho, la divisoria natural de aguas entre el Palancia y el Mijares.
La segunda ceja o cordal situada más al Este es la que limita la Sierra por su
lado oriental, y en ella están situados las máximas altitudes de la misma, como
el Alto Torres, el Alto Brazoso o Cerro
de Cerdaña, la Ceja de las Moratillas, la Peña Roya y la Escalerica.
Otra tercera ceja o cordal, bastante larga y también con cotas altas, cruza la
Sierra por su zona central; no tiene un nombre concreto toda la cordal, pero se
suceden según pierde altitud los siguientes nombres: Ceja de la Almagra (la Cruz
en las cartografías), el Escorrentador, la Ceja de los Vallejos y el Cerro de
la Corraliza, además de otras transversales como la Loma de la Cierva. Esta
cordal y la anterior están separadas por la cuenca del barranco Poyatos.
Hay otras cordales más discretas
que bajan de norte a sur, como son la Loma de En Medio y la Loma de la Zurjana,
por citar algunas. Entre todos estos montes y hacia el Sur se abren paso una
serie de barrancos (Acebo, Carro, Escorrentador, Vallejos) que confluyen en la
zona de las Ramblillas, para juntarse después con otro que proviene del
Noroeste, y que puede llamarse ya propiamente el de Valdehurón. En las
cartografías el conjunto de barrancos Acebo-Ramblillas es nombrado como
barranco de Montanero, pero no ha sido reconocido con ese nombre por nadie. El
ya mencionado barranco Poyatos desemboca a su vez en el de Valdehurón, si bien
esto sucede más abajo, entre los términos de Benafer y Viver, y fuera del
contexto de la Sierra. La visión de los planos adjuntos ayuda a interpretar estos
textos.
En general la sierra se presenta
muy desforestada, fruto de antiguos cultivos y del intenso pastoreo. Hubo
algunos intentos de repoblación con pinos aunque con no muy buen resultado. Hay
diversas manchas de carrascas y robles, entre los que destaca el rebollar de la
masía de las Monjas, de la especie “Quercus faginea”, frecuente por estos
territorios. La especie vegetal arbustiva más abundante de la sierra es la
coscoja, que en algunas zonas presenta densos rodales totalmente impenetrables.
Este matorral de coscoja es acompañado de algunos brotes de carrascas, de
sabinas negrales, y de romeros y aliagas. En algunos rincones como por ejemplo
las Cárcamas de Cerdaña encontraremos interesantes umbrías con especies
singulares como el acebo, el arce y el guillomo. También hoy en la Sierra, como
en tantos otros lugares cercanos, se está procediendo a poner plantaciones de
carrascas truferas.
Actualmente el paisaje de la
Sierra de Cerdaña está muy condicionado por la presencia del Parque Eólico “Alto
de las Casillas”, instalado en la primera década del presente siglo. Para los
que vivimos por este territorio la presencia de los aerogeneradores es algo ya
habitual, y a algunos nos cuesta ya imaginar el paisaje sin ellos. Sin
considerar los beneficios que tiene, y los problemas ambientales que puede
presentar, lo cierto es que el ruido y las sombras de estos inmensos aparatos
provoca bastante molestia cuando se camina entre ellos.
A continuación voy a describir lo
que sería la red hídrica superficial o de barrancos de la Sierra de Cerdaña.
Por la parte Norte de la Sierra las aguas se recogen en dos direcciones: por el
lado Oeste hacia el Barranco de la Cañada, desembocando éste en la Rambla del
Barruezo (que forma el límite de provincias entre Castellón y Teruel). A su
vez, dicha Rambla pasará más adelante a denominarse Barranco de la Maimona, el
cual desemboca en el Río Mijares junto a la población de Montanejos. Por el
lado nororiental, las aguas se dirigen al Barranco de Pantorrilla, que afluye al
Barranco del Mas del Moro, cuya continuidad es el Río Montán, y que desemboca
asimismo en el Río Mijares en la población de Montanejos.
Por la parte occidental los
llanos de Mairana tienden a estancar las aguas, pero si tuviesen capacidad de
fluir, estas aguas irían hacia el llano de Barracas y hacia la Rambla Orduña
(luego llamada Agualobos), que desemboca en el Río Palancia, junto al caserío
del Molinar, perteneciente a El Toro
pero al cual se suele llegar por Bejís. De todos modos, como ya he dicho, las
aguas de Mairana y de todo el llano de Barracas (y sobre todo la nieve) tienden
a drenarse, alimentando los acuíferos subterráneos que manan tierras abajo.
Toda la parte central de la
Sierra vierte aguas al Barranco Hurón (o Valdehurón), bien desde la propia
cabecera del mismo cerca del collado Mairana, o bien a través del conjunto de
barrancos Acebo-Ramblillas (o
Montanero). Asimismo el conjunto de los barrancos Poyatos (o de los Cerezos) y
Carlos (o de la Guijarrosa), que recogen las aguas de las partes surorientales
de esta sierra, también acabarán desembocando en el Barranco Hurón, el cual
desemboca a su vez en el Río Palancia, cerca de la población de Viver.
Queda la parte en que las aguas
caen a las vertientes orientales. De ellas, las situadas más al Norte caen
hacia el antes mencionado Barranco de Pantorrilla. Desde un collado llamado
Piquer (o Piqueres), las aguas caen hacia un pequeño barranco conocido como del
Chorrillo, que afluye a otro pequeño nombrado como de los Navarros, el cual
también confluye con el Barranco del Mas del Moro. Desde otro discreto collado
llamado de Bisperris, situado entre el Mas de Noguera y el Mas del Bravo, las
aguas cambian de vertiente, e irán ya hacia el Río Palancia, a través de
diferentes barrancos que acabarán juntándose en el Barranco de las Clochas (o
de la Peña de la Hiedra), el cual con otros nombres intermedios, acabará siendo
el Barranco del Cascajar, que desemboca en el Río Palancia ya en el mismo
embalse del Regajo, término de Jérica. Todavía quedan unas pocas laderas que
vierten al Sureste, hacia la Masía de Bielsa, en el llamado Barranco de la
Cerera que afluye también al Barranco Hurón.
De todos modos, hay que insistir
en que los suelos calizos de la sierra de Cerdaña filtran mucho las aguas, por
lo que sólo discurren por los cauces de los barrancos en caso de fuertes
lluvias, proceso de filtrado que contribuye a alimentar los acuíferos que manan
en los valles inferiores.
En cuanto a fuentes o
manantiales, la Sierra de Cerdaña es bien escasa. Como se ha dicho, su sustrato
calizo hace que las aguas tiendan a filtrarse, surgiendo en otros puntos más
alejados. Al Norte de la Sierra, y ya pudiendo considerarse fuera de ella,
estaría el manantial de Monteagudo, escaso e irregular, del cual se tomó agua
para el pueblo. En los llanos de Mairana pero ya en término actual de Barracas
está la pequeña pero relevante Fuente o Pozo de Mairana. En el mismo lecho del
Barranco Hurón se encuentra la Fuente de Valdehurón, con frecuencia seca. Poco
más abajo hay un pozo artificial (de Valdehurón o de las Solanas) del cual se
abastece el pueblo de Pina bombeando el agua a través de la Sierra. Y más
abajo, también en el mismo barranco y ya cerca del término de Viver, está el
Nacimiento de la Peña del Águila, que sólo mana en época de fuertes lluvias,
pero cuando lo hace tira un buen caudal.
Por el lado oriental, cerca de la
Masía de Bielsa hay unos pequeños afloramientos, ya a los pies de la Sierra.
Más hacia el Norte y al pie de la Cueva de Cerdaña, hay un manantial del cual
se surte el Mas de Noguera. Y cerca había una pequeña fuente, conocida como del
Chorrillo, ahora desaparecida. En la parte nororiental queda la Fuente de
Pantorrilla, escasa pero en general fiable. Se pueden mencionar algunas fuentes
o afloramientos más, secas en general, como son por ejemplo la Fuente de la
Cerrada y la Fuente de los Arrieros, ambas situadas también al Norte de la
Sierra, aunque la segunda ya puede considerarse fuera de la misma. Cabe
considerar que en épocas de lluvias, a veces el agua mana por otros puntos
diferentes de estos montes, y en especial por las hoyas situadas entre ellos.
Además de estas fuentes, hay que
citar dos pequeños pozos, con abrevaderos para el ganado, como son el Pozo de
Cerdaña y el Pozo de Montanero. Hay más pozos distribuidos por la zona, como
por ejemplo uno situado cerca del Collado Mairana, junto a una caseta, que
suele tener agua pese a su altitud; o como el del Regajo (en realidad hay más
de un pozo), hechos para agua de riego y para la población, pero que no han
sido fiables ni suficientes, situados muy cerca y al sureste del pueblo.
Respecto a la geología, la
sierra de Cerdaña está mayoritariamente constituida por diferentes materiales
calizos de la época del Jurásico (entre aproximadamente 200 y 150 millones de
años). Son los distintos colores azules del mapa adjunto. Estos suelos se
prolongan hacia el Oeste, a través de los llanos de Mairana y los montes del
Alto Limbo.
Por las partes Norte, Este y Sur,
afloran distintos materiales de la época del Triásico (entre aproximadamente
150 y 65 millones de años), como son areniscas, calizas y dolomías, pero sobre
todo arcillas y yesos. Son los diferentes colores rosas del mapa geológico, que
marcarían los límites de la Sierra de Cerdaña. Más al Norte hay una gran franja
de color rosa más oscuro; son materiales de areniscas rojas, del Triásico
inferior, que forman la llamada Sierra Espina.
Toda la zona suroriental de la Sierra de
Cerdaña, que como ya he dicho forma la parte más abrupta de la misma, pertenece
a la denominada falla de Requena-Mora, extensa falla que va desde la población
de Requena (provincia de Valencia) hasta la población de Mora del Ebre
(provincia de Tarragona), y cuyos efectos pueden verse bien claramente tanto en
los límites de la Sierra de Cerdaña como
en los Montes de Ragudo, que forman el abrupto escalón entre el altiplano de
Barracas y Pina, y los valles inferiores y planicies de Caudiel y Viver.
El mapa que adjunto, fragmento de las hojas nº 614 y nº 639, pertenece
a la colección de mapas geológicos del IGME, fruto de una intensa labor
realizada al completo en España en los años 70 del pasado siglo. Estos mapas
pueden consultarse y descargarse en el enlace:
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