Reseña de febrero de 2024.
Localidad: Viver.
Situación:
Este pequeño cerro es conocido como Alto o Cerro de la Cruz, situado en una pequeña partida a la que da nombre. Hay que decir del mismo que surge en la parte inicial plana al Norte del término, hasta Ragudo, y que sus faldas derivan hacia dichos llanos por sus cuatro vientos, cayendo a las partidas conocidas como El Balsar, San Miguel y La Cerrá.
Su cumbre, bastante plana y poco elevada, es un rodal tapizado de coscoja, rodeado de cultivos de almendros. Este altozano al que llamamos Alto de la Cruz, por extensión y debido a la pequeña dimensión de sus tierras, da pie a que también todo el cerro sea identificado así. Este topónimo se da, probablemente, por una gran cruz que se halla en el mismo alto, donde también hay una caseta de recreo y un par de placas en el suelo, indicadoras del vértice geodésico de 4º orden (ICV) nombrado técnicamente como San Miguel (30 S 703939 4422492 N39.92799 W0.61346). La mencionada cruz se hizo construir por el dueño de la parcela hace aproximadamente cincuenta años (en la misma se indica el año 1972), siendo bastante visible desde toda la llanura.
Se puede acceder por varios caminos, los conocidos como de Aguas Blancas, el de San Miguel, el del Martes o incluso desde la nueva carretera de Teresa CV-235, y por todos ellos utilizando hasta sus pies por la parte Este el paso de ganados que lleva curiosamente el nombre de “Vereda de la Hoya de la Cruz”, que discurre por el término de Viver, desde Ragudo en “Las Casas de Parrela” o “Ragudo de Abajo”, hasta el fin del término municipal lindando con Jérica por el Camino de Benabal o de la Cueva Santa, en las partidas Rincón de la Molinera e Inglada.
Tal como indicamos en las reseñas de los anteriores epígrafes, junto con los Altos contiguos derivando hacia el Sur, de Aguas Blancas, Los Domingos y Santa Cruz, forman parte de la primera línea de defensa del bando republicano, en la Línea XYZ a nivel general, y de la parte Norte y Oeste de la defensa del pueblo de Viver en particular.
De hecho, este Alto de la Cruz fue un punto caliente de batalla con fuertes contiendas durante julio de 1938, en las que llegó a ser conquistado por las tropas rebeldes, aunque rápidamente recuperado, en menos de veinticuatro horas, por los republicanos. Es por ello que, tras la finalización de la Guerra, fueron hallados en esta zona numerosos restos bélicos de las batallas, incluidos cadáveres, que en el caso de los múltiples italianos caídos, fueron desenterrados para su repatriación.
En la actualidad, todo el bagaje táctico-militar que hubo en este Cerro o Alto de la Cruz es difícil de apreciar, debido a la gran transformación del terreno, llevada a cabo por roturación y cambios de cultivo a lo largo del tiempo. Indudablemente hubo refugios, trincheras rodeando todo el montículo y otros elementos, de los que apenas podemos destacar, por su más fácil visibilidad, un solo refugio y algún resto de trincheras.
Como en tantas otras ocasiones, hacemos constar que según el libro “Resistir es vencer”, de Ramón Juan Navarro, en la denominación que hicieron de las líneas defensivas en el bando republicano como “Zona de las Tes, en el área de influencia número 3”, el Alto de la Cruz es la señalada como “Zona T1”.
Descripción del refugio y de los demás elementos:
Como se ha dicho, toda la zona está muy alterada por la transformación agraria, y quedan pocos restos de elementos bélicos, todos ellos escondidos entre la coscoja. Se aprecian los vestigios de dos trincheras, también hay un socavón, tal vez correspondiente a un puesto de tiro, y dos refugios, uno de ellos colmatado, siendo su boca un pequeño agujero.
El otro refugio, el único accesible, de pequeño tamaño y en forma de “U”, tiene dos bocas, con medidas de 1 x 1 metros (B2) y 0,5 x 0,5 metros (B1). La longitud total de las galerías es de unos 14 metros, con una altura que apenas supera el medio metro, obligando todo el rato a ir arrastrado. En su interior la anchura mide de 2 a 3 metros.
Coordenadas de la boca B2: 30 S 703845 4422523 N39.92830 W0.61454 686 msnm.
Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colabora: Ramón Juan.
Boca 2 del refugio del Alto de la Cruz |
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