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lunes, 13 de octubre de 2025

LA TOPONIMIA, PARTE DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL


Fecha: octubre de 2025.
Autor: Paco Mas. 
Colaborador: José Ángel Cobo.


La toponimia es la rama del conocimiento que trata sobre los nombres de los lugares y elementos físicos, como por ejemplo las partidas, los parajes, los núcleos habitados (ciudades, pueblos, aldeas, masías, …), los corrales, los diferentes aljibes (navajos, pozos, etc), las fuentes, las montañas, los ríos y barrancos, los collados, etc.

Las referencias toponímicas que conocemos han llegado a nosotros a través de dos medios. Por un lado las cartografías, libros y estudios; en general esto ha  sucedido con la toponimia a gran escala. Por otro lado, en cuanto a la toponimia a escala más local, nos ha llegado principalmente a través de la transmisión oral. Es por tanto vital reconocer el valor de la toponimia como una parte del patrimonio cultural inmaterial.

Hay un matiz que nos pasa desapercibido en relación con la toponimia, que el escritor Borges resaltó en un ensayo suyo, y que viene a decir que un topónimo es un acto de creación, algo que alguien nombró alguna vez por primera vez. Es un enfoque un tanto poético, pero también un hecho real: en algún momento alguien debió poner nombre a un elemento, y este nombre se extendió y perduró. 

Por otra parte, podemos considerar el valor de los tantos y tantos nombres transmitidos durante generaciones, y reflexionar sobre el hecho de que nunca deberíamos olvidar cómo llamaban a los lugares nuestros ancestros.

Nuestros padres, abuelos y otros antepasados hacían un uso del territorio diferente al actual, lo transitaban principalmente a pie, y su conocimiento del mismo era muy localizado y detallado. Como además no había medios de comunicación como los teléfonos, era necesario nombrar bien y al detalle cada zona, para ubicarse y poder localizarse entre ellos. Curiosamente en la actualidad podemos ubicar países y regiones remotas, pero apenas conocemos nuestro entorno, y con frecuencia ignoramos la toponimia del mismo.

Con la llegada de las cartografías a escala ampliada y otros documentos como los catastros, todo lo relacionado con la toponimia debería haber quedado bien plasmado. Lamentablemente no ha sido así. El esforzado y necesario trabajo de campo al detalle tan solo se dio en los primeros momentos, desde finales del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX. Casi todos los trabajos posteriores han sido realizados solamente desde despachos, mejorando mucho los detalles topográficos, pero empeorando mucho la toponimia.

Los primeros documentos de deslindes de términos municipales corresponden a las décadas de 1880 y 1900, las primeras planimetrías de carácter local son también de principios del siglo XX, y el primer avance catastral es casi de mediados del siglo XX. Todos estos trabajos supusieron un enorme esfuerzo, pues se realizaron con medios topográficos muy manuales, y su resultado es muy valioso pese a que contienen numerosos errores y omisiones. Solo si se hubieran seguido realizando trabajos de campo, a la par que mejoras técnicas, tendríamos hoy reflejada en los mismos una toponimia de calidad. Los posteriores trabajos del catastro, los mapas del IGN (Instituto Cartográfico Nacional), los mapas del SGE (Servicio Geográfico del Ejército), y otras cartografías de carácter autonómico (como la del ICV, Instituto Cartográfico Valenciano), pese a sus mejoras técnicas, no han revisado las toponimias, o incluso las han empeorado, desapareciendo topónimos, o apareciendo topónimos “fantasma” (aquellos que nadie sabe de dónde han salido, y que no son reconocidos por los habitantes rurales). Hay pequeñas excepciones, como son los mapas de montaña de editoriales como Alpina o similares, y en nuestra Comunidad Valenciana la editorial El Tossal Cartografíes, que está elaborando verdaderos tesoros en cuanto a recuperación de la toponimia, pese a las dificultades que comentaremos a continuación.

Por cierto, muchos de estos documentos cartográficos antiguos se pueden localizar y descargar en la web del IGN, en el enlace:
https://centrodedescargas.cnig.es/CentroDescargas/documentacion-geografica-cartografia-antigua 

Recuperar la toponimia tradicional supone un gran esfuerzo, pues requiere primero reconocer bien el territorio, luego revisar todas las cartografías existentes, y por último preguntar muchísimo a las personas locales. A día de hoy esto último es el gran problema, porque apenas quedan personas mayores que conozcan bien los topónimos, y parte de ellas no pueden acompañar al campo en el imprescindible reconocimiento, con la complejidad de ubicar, pues además el monte está muy abandonado y modificado.

Tampoco hay mucho interés en todo esto por parte de las instituciones. A la mayoría de los ayuntamientos no les importa este tema, y tampoco parece que les interese a las diputaciones y gobiernos autonómicos. Sí sería función de organismos como el IGN o el ICV, y consta que algo les interesa, pero tal vez no dispongan de los medios necesarios. Otras instituciones vinculadas, como es el caso de la AVL (Academia Valenciana de la Lengua), muestra interés en  la toponimia, pero tampoco dispone de muchos medios, y además tiene un enfoque más hacia la normalización de los topónimos que hacia su correcta ubicación.

Volviendo a las cartografías existentes, actualmente y debido a las nuevas capacidades tecnológicas, disponemos de nuevas herramientas cartográficas. Una de ellas es el visor de Google, muy potente en cuanto a imagen pero muy pobre en su versión topográfica, y muy deficitario en cuanto a toponimia. Otro es el visor de la GVA (Generalitat Valenciana), muy potente en cuanto a prestaciones documentales, con posibilidades de ver la imagen satélite, el mapa topográfico o la imagen del relieve; en estas cartografías se ha intentado mejorar la toponimia, aunque el resultado es parcial en cuanto a zonas, dejando que desear en algunas de ellas. Otra opción son los mapas disponibles en abierto, como el caso de OSM (Open Street Maps), que utilizan determinadas aplicaciones; pese a ser mapas que pueden ser mejorados por la comunidad de usuarios, dejan que desear en cuanto a calidad cartográfica, y son muy pobres en las referencias toponímicas.

Hablaremos ahora de otras dificultades de diversa índole que surgen al trabajar en la mejora de la toponimia reflejada en las cartografías, aparte de los comentados anteriormente. Uno sería la normalización, que hace referencia a la forma correcta de escribir el topónimo, pues aparte de las frecuentes variaciones fonéticas que hacen las distintas personas, habría que aplicar las normas de cada lengua (castellano, valenciano). O también de las variante dialectales, como puede ser el caso del “churro”, variante hablada en varias comarcas de la Comunidad Valenciana (Alto Palancia, Alto Mijares, La Serranía, Rincón de Ademuz), así como en otras comarcas de la provincia de Teruel. Como tantas otras formas de hablar, debido a la escolarización y la televisión, el “churro” está muy perdido en cuanto a forma de hablar, si bien mantiene todavía un vocabulario interesante. Tampoco dispone de normas propias, por lo que es imposible normalizar un topónimo en “churro”, salvo que uno sea muy osado.

Los topónimos de elementos físicos son fáciles de ubicar, más con las herramientas actuales de geolocalización. Pero no ocurre lo mismo con los referentes a partidas, ya que en general no siempre hay límites claros de dónde comienzan y acaban las diferentes partidas, solapándose muchas de ellas. Además existe otro problema, y es que no siempre todas las personas llaman de igual manera a un elemento o una partida. Un caso habitual son los collados que separan términos municipales, que son denominados de diferente forma por cada pueblo. Por ejemplo el collado que separa las poblaciones de Eslida y Chóvar es llamado por cada pueblo por el nombre del otro pueblo, indicando el lugar hacia el que se va al pasar el collado.

Otro dilema a la hora de revisar la toponimia es que determinadas palabras tradicionales no siempre significan lo que actualmente o no recogen los cambios sufridos. Veamos algunos ejemplos. Conozco una partida llamada “El Secano” (Teresa) ubicada en zona de regadío. “Collado” no siempre se refiere a un verdadero collado (punto transitable que separa dos valles), como puede ser el caso de “Collado Blanco” (Viver). “Alto” puede referirse tanto a la cumbre de un cerro, como a una zona alta, o a la zona a la que se llega tras una subida, aunque no sea un lugar precisamente muy alto, o no tan alto como otros del entorno, como por ejemplo “Alto de Benabal” (Viver). “Cima” en la lengua “churra” significa un hundimiento, una dolina o una sima, pero no una cumbre, como parece indicar en principio para otros castellanoparlantes; un caso especial es la partida “La Cima” (Caudiel) situada donde la Sima de la Tejavana, y que los cartógrafos que nunca han hecho trabajo de campo han ido desplazando hasta situarla en una cumbre.

Otra cuestión es qué hacer con los llamados “topónimos fantasma”, que son aquellos que salen reflejados en diferentes cartografías, a veces desde antiguo, y que no son reconocidos por ninguna persona del territorio. Como no sabemos el origen del mismo y al mismo tiempo se han perdido tantos topónimos en la memoria colectiva, es complicado saber qué hacer con los mismos.

Por último está la cuestión técnica de jerarquizar, que se refiere a determinar el grado de importancia de cada topónimo, sea en los elementos o sea en las partidas principales o “suprapartidas”, que pueden aglutinar a otras partidas y parajes. Esto es importante de cara a la escala de un mapa, sea en papel o en sus visiones en el ordenador, pues cada nivel permitirá ver una determinada densidad de topónimos.


EJEMPLOS DE CARTOGRAFÍAS Y DOCUMENTOS TOPOGRÁFICOS:

Panel sobre toponimia de la localidad, algo poco frecuente. Liegos, Valle de Riaño, León.

 
Fragmento de mapa actual del IGN, serie 1:50.000, con buena coloración y buenos datos topográficos, pero una toponimia deficiente, no sólo por ser escasa, sino también por errores

 

Fragmento del mapa del IGC (antiguo IGN) de 1950, un mapa con gran referencia toponímica
y una buena calidad de datos topográficos, pese a que todavía fue realizado manualmente

 
Fragmento de una planimetría de la primera mitad del siglo XX, 
los primeros mapas que tenemos a escala municipal de todo el Estado

Fragmento de un acta de deslindes, de principios del siglo XX. Junto con los cuadernos son 
una importante referencia de toponimia, aunque se limitan a las zonas de deslindes

Fragmento del mapa de la Sierra de Espadán, de El Tossal Cartografíes, 
donde además de los correctos y actualizados datos topográficos, 
se ha realizado un esfuerzo por revisar y ampliar la toponimia 

 

Fragmento del mapa del SGE, hoja “Segorbe” nº 29-25 (640). En la imagen, de la edición del año 1980, se aprecia el topónimo “Rápita”, la cumbre más alta de la Sierra de Espadán. En la siguiente edición, del año 1998, ese importante topónimo ya no aparece en el mapa

miércoles, 24 de septiembre de 2025

LOS CAMINOS HISTÓRICOS PARA SALVAR EL DESNIVEL DE LOS MONTES DE RAGUDO Y OTROS CAMINOS ANTIGUOS POR VIVER

Con este título se ha confeccionado un amplio texto (31 páginas, incluyendo 26 mapas, la mayoría antiguos, textos también antiguos, y fotografías actuales) que puede ser consultado y/o descargado en

https://drive.google.com/file/d/1mAGLMwuAY2lOWKMxazvjWWxpzpBg8bQw/view?usp=drive_link

Para que el lector se haga una idea de lo que puede encontrar en dicho texto, a continuación se reproducen, ligeramente modificados, los primeros párrafos del mismo, así como un mapa de conjunto y las referencias documentales.


En el año 2019, y dentro del proyecto de Catalogación del Patrimonio de Viver, redactamos un documento sobre el curioso topónimo “Lácova”, en cuya parte final nos aventuramos a describir e interpretar algunas referencias sobre el antiguo “Camino Real”. En 2022 salieron dos nuevas publicaciones, una sobre los caminos antiguos y en especial los de época romana (Arasa), y otra sobre un nuevo trazado descubierto y que se ha planteado como el posible camino romano que salvaba el desnivel de los Montes de Ragudo (Dómine), además de otras informaciones sin publicar. Todo ello y las preguntas de un buen amigo y también estudioso del tema, nos ha motivado a redactar un nuevo documento. 

El objetivo principal de la presente publicación es aportar una visión global de todos los caminos conocidos por la zona de los Montes de Ragudo, incluyendo también referencias de otros caminos que discurren o discurrían por la parte norte del término de Viver. Se añaden comentarios sobre cada camino, incluidas algunas observaciones históricas e interpretaciones, pero sin entrar a definir o afirmar en ningún caso el uso y la época de cada camino, salvo que el dato sea bien conocido y datado. También se añaden algunas consideraciones generales de algún modo vinculadas al tema tratado.

Así pues el esquema seguido es el siguiente:

A. Primero, una descripción de los caminos físicos conocidos para remontar el escalón de los Montes de Ragudo.

1. Camino de herradura del Cierzo, de Ragudo, de Carlos, o de la Guijarrosa 

2. Camino de Valdehurón

3. Carretera a Pina

4. Autovía A-23 

5. Carretera N-234

6. "Paso de Ragudo"

7. Sendero del Barranco de la Moza

8. Camino de Monleón 

B. En segundo lugar, unas referencias a otros caminos relacionados, y en especial a los caminos posibles para ir de Viver a las Masías de Ragudo.

C. En tercer lugar, varias consideraciones generales vinculadas al tema de los caminos  mencionados y a las zonas que son atravesadas.

C1. Sobre el territorio de la Tenencia de Jérica

C2. Sobre los topónimos Ragudo y "Lácova"

C3. Comentarios sobre algunos de los topónimos mencionados

D. En cuarto lugar, unas referencias a las fuentes documentales y cartográficas.

E. Y en último lugar las conclusiones y valoraciones finales.

 


 REFERENCIAS DOCUMENTALES.

- Cartografías históricas (siglos XVI a XIX) y del IGN (siglo XX).

- Dosieres del Catálogo de Patrimonio de Viver. Topónimos, Temáticas, Regadíos y “Lácova”. Años 2016 a 2025. José Juesas y Paco Mas. Descargables en: https://viver.es/patrimonio/

- Artículo sobre el Paso de Ragudo. Vicente Dómine. 2022. https://elpasodelragudo.blogspot.com/

- “Els Camins de l'Antiguitat al País Valencià”. Ferrán Arasa i Gil. 2022.

- “La historia de Xérica, de Francisco del Vayo”. Rosa Gómez Casañ. 1986.

- “Viver de las Aguas, una aproximación histórica”. Francisco J. Guerrero. 2003.

- “Restos de Caminos antiguos en el término municipal de Viver”. M. Molina Garel y F. Arasa i Gil, 2018. Volumen 36 de “Quaderns de Prèhistoria i Arqueologia de Castelló.

- “La Carretera de Aragón, Sagunt-Teruel, 1701-1862”. Carmen Sanchís Deusa, 2000. 
Cuadernos de Geografía 67/68 – 167/189, Valencia 2000. 

- “El Camino del Cierzo o de Ragudo”. Paco Mas. 2024.
https://ceapaltopalancia.blogspot.com/2024/02/el-camino-del-cierzo-o-de-ragudo.html

- “Les Llàcoves: etimologia i motivació”. Vicente Llavata, Santiago.
Publicada en "Actes d’Onomàstica de la VII Jornada Xerica, 2013".

- “Les divisions administratives històriques i l'ordenació del territori del País Valencià”. 
Tesis doctoral de Francesc Torres Faus. 1996.

- Fondos documentales del Archivo del Reino de Valencia (ARV) y de la Biblioteca de Viver (ver a su vez las referencias documentales en el artículo sobre "Lácova").

- "Apertura y consolidación de las rutas comerciales entre Zaragoza y el reino de Valencia en los siglos XIII y XIV”. Concepción Villanueva y Mario Lafuente.
https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/36/01/06villanueva-lafuente.pdf

- “La ruta del Trigo”. Agustín Rubio.
https://turia.uv.es/index.php/caplletra/article/view/4938/4775

- "Geografía General del Reino de Valencia”. Varios autores, dirigida por F.  Carreras y Candi. 1900-1914.


Fecha: Septiembre de 2025.

Autores: Paco Mas, Pepe Juesas.

Colaboradores: Sento Puchades, Manolo Molina, Xavi Pérez, José Ángel Cobo.



miércoles, 7 de mayo de 2025

RUTA: TRANSESPADÁN N-S, DEL MIJARES AL PALANCIA: ESPADILLA - AYÓDAR - TORRALBA - PAVÍAS - GAIBIEL - NAVAJAS - SEGORBE.


DATOS DE LA RUTA:

Tramo                                                Distancia    Desnivel + aprox.    Tiempo estimado
Espadilla – Peña Saganta – Ayódar        11,2 km              550 m                  4 horas
Ayódar – Torralba – El Pinar - Pavías     17,2 km              950 m                6 a 7 horas
Pavías - Gaibiel – Navajas - Segorbe     22,6 km              500 m                  7 horas
Total unificado                                    51 km               2000 m          2 jornadas y media

Las etapas segunda y tercera son de nivel medio-alto.

La ruta completa es de carácter lineal, y es necesaria combinación de vehículos o usar medios de transporte públicos, muy escasos para acceder a Espadilla. Otra posibilidad es usar un taxi.


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Ruta que atraviesa la Sierra de Espadán transversalmente, de norte a sur, desde el río Mijares hasta el río Palancia, siendo estos dos los valles que delimitan la cadena montañosa, la cual se levanta en sentido NO a SE. Es una de las múltiples opciones que podrían atravesar la Sierra, y esperamos más adelante ofrecer otras alternativas.

La ruta está pensada para ser realizada en dos etapas y media, o sea, un fin de semana completo. Las pernoctas pueden realizarse en modo vivac o en alojamientos, y en este trazado han sido planteadas las noches en las poblaciones de Ayódar y Pavías. Ambas cuentan con alojamientos y con lugares para vivaquear, así como con bares donde cenar. Las demás poblaciones cuentan también con bares donde tomar algo. Peor es la opción de comercios donde adquirir comida, ya que los pueblos son muy pequeños y apenas cuentan con servicios.

 

Peña Saganta, subiendo desde Espadilla

Espadilla y el valle del Mijares

La primera jornada la iniciaremos en la población de Espadilla. Podremos aparcar junto a la carretera. Como acto simbólico deberíamos bajar hasta el cercano río Mijares, para “comenzar” allí la travesía. Volviendo al pueblo, lo atravesaremos, y en la parte final tomaremos el camino tradicional que conducía a Ayódar, hoy marcado como GR-333 y PRCV-314. Es un buen sendero, de buen trazado y pendientes moderadas. Pasaremos bajo el Castillo, al cual podríamos subir y bajar (sobre una hora i/v). La senda, con buenas vistas sobre el encajonado valle del río Ayódar o Pequeño, nos llevará a un collado. En este punto recomendamos hacer un recorrido de ida y vuelta a Peña Saganta, excelente mirador sobre el Mijares. En este ascenso habrán algunas rampas más severas, pero nada excesivas. Volviendo al collado seguiremos el sendero que nos dejará en unas antenas, desde donde ya vemos nuestro destino, Ayódar, a donde llegaremos siguiendo la pista.

También es posible ascender a Peña Saganta siguiendo el mismo PR (es circular), pero por su lado occidental, que es más directo pero más pronunciado; también más encajonado y con menos vistas. Hay paneles de información, rutas publicadas, y saleé bien reflejado en el mapa de Espadán de la editorial El Tossal Cartografies.

Esta etapa mide 11,2 kilómetros y puede costar sobre 4 horas.
Cerca de Ayódar está la Fuente Larga, un área recreativa donde descansar y junto a la cual está la zona de acampada cuyo uso hay que solicitar al Ayuntamiento.

 

Fuente Larga, en Ayódar

Ayódar, a lo lejos, desde el camino a Torralba

 
La segunda jornada la iniciaremos en la Fuente Larga, tomando el PRCV-276. El primer tramo sube por una pista que rodea el Alto del Castillo. Llegados a la partida de la Viña Alta desestimaremos el primer desvío del PR, y seguiremos hasta llegar junto a los restos del Pardo, donde ya tomaremos la senda a la izquierda, que remonta una larga y frondosa ladera, pasando junto a la escasa Fuente de la Peña. Luego sigue bastante horizontal, con pequeñas subidas y bajadas, hasta llegar a la zona del Tajuelo, donde de nuevo toma más pendiente, y nos dejará en una pista, la cual seguiremos en subida un tramo hasta llegar al Collado de la Sierpe. En este punto está la estrecha carretera que conecta Torralba con Villamalur. También enlazaremos aquí con el GR-36, que tomaremos en dirección noroeste. Por el cómodo y bonito trazado de este camino y por la frondosa zona de la Umbría del Pinar llegaremos a Torralba, donde podremos tomar algo en el bar de la población.

Tras un buen descanso en esta población retomaremos la etapa. Saldremos de Torralba siguiendo el SL que va hacia El Pinar. Un primer tramo de senda nos dejará en una pista, la cual dejaremos pronto (y también el SL) para tomar una empinada senda hacia el sur. No es un tramo muy largo, pero tiene algunas rampas muy fuertes. De nuevo aparecerán marcas del SL. Continuaremos por terreno en subida pero más llevadero hasta un desvío: una corta rampa nos subirá a la cumbre de El Pinar, vértice geodésico y una de las cumbres más altas de la Sierra. Volviendo a la senda principal, la seguiremos hacia el oeste hasta llegar a una pista, la cual seguimos en la misma direcciòn. Al poco abandonaremos las marcas del SL y seguiremos la pista que en bajada nos llevará a la carretera que conecta Torralba con Pavías, en la zona conocida como Robina. Andaremos sobre medio kilómetro por la carretera hasta un desvío a la derecha, con varias opciones. Tomaremos la senda que baja por el barranco, y que por un entorno agradable nos llevará a la Fuente de la Juncosa. Desde aquí y en diez minutos caminando por una pista llegaremos a Pavías, punto final de la segunda etapa.

Esta etapa mide en conjunto 17,2 kilómetros y puede costar de andar de 6 a 7 horas.
Además de los alojamientos que hay en Pavías, para vivaquear podrá servirnos tanto la Fuente de la Juncosa como la Fuente del Pozo, ésta justo al lado de la población.

 

Torralba, en un día de lluvia

Fuente de la Juncosa

La tercera etapa recorre desde Pavías a Segorbe, pasando por Gaibiel y Navajas. Podríamos acabar la etapa en Navajas, situada junto al rio Palancia, aunque nosotros hemos elegido finalizarla en Segorbe, en el paraje de la Fuente de los 50 Caños, junto al mismo río.

Iniciaremos la etapa en Pavías, donde tras el frontón tomaremos una pista y al poco dos desvíos por sendas, indicadas como Camino de Segorbe. Llegaremos a una pista en una zona alta y más plana y la seguiremos a la izquierda hasta llegar enseguida a un pilón, conocido como la Cueva Santa, junto al cual hay una caseta con un punto de libros (lugar especial para disfrutar de una plácida lectura en un lugar de lo más tranquilo). Continuaremos por una senda que nos lleva en paralelo a unas largas trincheras. Alternando tramos de sendas y pistas (siguiendo las señales del Camino de Segorbe) llegaremos a los restos del Corral de las Suertes. Podemos asomarnos unos metros al sur campo a través para observar el extenso paisaje desde lo alto de unos cortados. Seguiremos por la senda en descenso y entre denso matorral, pasando junto a algunos vestigios bélicos, hasta llegar a una pista en la zona del Cerro Pelado por la que iremos hacia el sur hasta una cercana y cerrada curva. La continuidad hasta Gaibiel sigue la ruta señalizada como nº 5, alternando tramos de buenas sendas con algunos tramos de pista, uno de ellos asfaltado, así que deberemos estar atentos a las marcas y al track en los múltiples cruces, que no describimos al estar bien señalizado y que resultaría algo tedioso. Pasaremos por las partidas de Mazulda, Gabarra y Aceitenebro. Llegaremos a Gaibiel por una de sus zonas altas y cruzaremos el pueblo; no obstante estaría bien una parada a tomar algo en uno de sus bares.

 

Vista de Pavías desde los altos de la Cueva Santa

Vista de Gaibiel desde la subida hacia La Mojonada

Saldremos de Gaibiel siguiendo la carretera y al poco nos desviaremos por un camino que baja hacia el área de la Fuente del Vicario. Desde allí seguiremos las marcas del PR-63.7 que remonta un bonito camino de herradura por una umbría. En la zona alta la senda toma rumbo sur y nos lleva al aljibe de la Costalata, donde seguiremos por una pista (a tramos hormigonada) pasando bajo las faldas del monte de la Costalata. Tras algo más de 2 kilómetros llegaremos a un cruce junto a un enorme mojón, uno de los tantos que da nombre a esta zona: La Mojonada. Seguiremos la pista que va hacia el oeste, que pronto dejaremos para bajar por una senda en una zona intensamente desbrozada que nos dejará en el Barranco de las Clochas, donde ya vemos de nuevo las marcas (PR) del sendero bien definido. Cerca del Embalse del Regajo dejaremos las marcas del PR para seguir por una senda que sigue cerca y en paralelo a la carretera; atención pues hay multitud de trazas y puede ser algo confuso. Al poco llegaremos a la urbanización Los Ángeles, donde sorteando calles y siguiendo el track, buscaremos la salida en un callejón entre dos casas (marcas de PR y SL). Un lógico, histórico y cómodo camino nos llevará a la Fuente del Baño, agradable paraje junto al mismo río Palancia. Nos encontramos ya en el río que marcaría el final de nuestra ruta, iniciada en el río Mijares; no obstante es aconsejable llegar al menos a Navajas. Desde la misma fuente y junto al histórico puente, tomaremos la preciosa senda que va junto a la acequia entubada y en paralelo a un canal fuera de uso. La senda acaba en un camino asfaltado junto a la Fuente de la Bañola. La continuidad hasta el pueblo es evidente, por un camino asfaltado y cruzando el río Palancia. Tras entrar en Navajas por la Avenida de la Fuente del Baño, seguiremos las señales que nos llevan al área de recreo del Nogueral, para continuar por el entretenido paseo de las fuentes bajo las paredes de “tosca” (roca toba o travertino), finalizando este tramo cerca del paraje del Salto de la Novia. Si nuestra ruta acabase en Navajas solo tendríamos que subir al pueblo.

 

Uno de los grandes mojones de La Mojonada

Vista de Navajas y de la Cascada del Brazal


Si hemos decidido finalizar en Segorbe deberemos cruzar de nuevo el río Palancia y continuar, pasando por el paraje del Salto de la Novia y la Cascada del Brazal, para seguir por una senda paralela al río. En el trayecto siguiente hay numerosas sendas y trazas, atentos pues al track. Solo comentar que descartaremos un desvío a la derecha que cruza de nuevo el río, y que nuestra senda remonta un poco, pasando junto al Pico Nabo, para después bajar y llegar al aparcamiento del Club de Tenis. Atravesaremos el aparcamiento para continuar por un camino asfaltado en bajada que nos llevará a un nuevo y último paso sobre el río Palancia, tras el cual hay un área de recreo y siguiendo el paseo llegaremos a la Fuente de los 50 Caños, punto final de esta ruta. Segorbe queda cerca y si queremos o necesitamos llegar allí recomendamos hacerlo subiendo hacia Sopeña y el casco viejo del pueblo. Hay sobre un kilómetro para llegar al centro, y otro kilómetro para llegar a la estación del tren.

Esta etapa mide 22,6 kilómetros y puede costar sobre unas 7 horas de caminar.

Segorbe al fondo y el valle del Palancia
 
Fuente del Baño, Navajas

Cascada del Brazal

Fuente de los 50 Caños, Segorbe

                                                                                                                                           
Enlace para descarga del track (Wikiloc):

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/transespadan-mijares-palancia-espadilla-segorbe-211209389


C.E.A.P.
Autor: Paco Mas.
Colaboran: Mariam Mateu, Pilar Ipa, José Nieto, José Ángel Cobo.

Abril de 2025.



martes, 29 de abril de 2025

RUTA: PAVÍAS – MATET – GAIBIEL - PAVÍAS.


DATOS DE LA RUTA:

Distancia: 19 kilómetros.
Tiempo estimado: de 6 a 7 horas de caminar. Sumar las numerosas paradas.
Desnivel: 600 metros.
Nivel: medio-alto.
Circular: sí.

 



DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Ruta circular que recorre tres pueblos (Pavías, Matet y Gaibiel), usando antiguos caminos vecinales y visitando algunos parajes de interés. Por los desniveles y trazados suaves se puede considerar una ruta de nivel medio, pero dada la distancia de unos 19 kilómetros, se podría valorar como una ruta de dificultad media-alta. Es adecuada para recorrer en una jornada, en la que sin duda haremos varias paradas en los parajes y pueblos.

El primer tramo recorre el camino que unía Pavías con Matet, señalizado como PR-63.5, con una distancia de cerca de 6 kilómetros. En el comienzo en Pavías (tras pasar el frontón) se ha abierto una senda paralela a la carretera, que se inicia subiendo junto a un árbol. Tras enlazar ya con el PR subimos mayoritariamente por sendas hasta la zona más alta y plana. Seguimos por pista, luego otra senda y de nuevo una pista que nos llevará al Collado Royo o del Morterico. En este tramo habremos podido observar restos de varios hornos de cal o caleras. Desde el collado seguimos por tramos alternados de pistas y sendas, pasando cerca del paraje de la Fuente Que Nace, hasta llegar a la población de Matet.
 
El segundo tramo discurre entre las poblaciones de Matet y Gaibiel, señalizado como PR-63.4, con una distancia de cerca de 5 kilómetros. Saldremos de Matet por la Fuente del Mone, y tras atravesar una zona de cultivos llegamos a una carretera, por la que avanzamos un poco. Siguiendo una pista pasamos junto al paraje de las Fuentes, y después entramos en un corto tramo de camino empedrado en muy buen estado y digno de admirar. Continuamos por una senda horizontal y cómoda que transita junto a una acequia, hasta llegar a un antiguo molino hoy restaurado como vivienda, y acabamos este tramo por un paseo vecinal entrando a Gaibiel por la ermita de San Blas.

 

Señal de senderos en Gaibiel

                                                                
El tercer tramo discurre entre las poblaciones de Gaibiel y Pavías, señalizado en parte como una ruta local de Gaibiel (atención: la recorreremos al revés, por tanto las señales nos pueden confundir), y el otro tramo es una senda recuperada hace unos años por Pavías y nombrada como el Camino de Segorbe (así era mencionada por la gente mayor). Tiene un distancia de cerca de 9 kilómetros. Sale de Gaibiel remontando suaves laderas hasta un collado entre los cerros de Gabarra y Aceitenebro, donde la senda cruza difuminada por el borde de un bancal, para luego descender buscando la zona de la rambla Peñarroya. Tras un tramo por pistas, una de ellas asfaltada, volvemos a tomar una senda ya en la partida de Mazulda, que subiendo por una solana nos lleva cerca del Cerro Pelado (ya en término de Pavías).
La senda sigue subiendo entre espeso matorral, con algunas buenas vistas y algunos vestigios bélicos, hasta alcanzar los restos del Corral de las Suertes. Si nos desplazamos un poco hacia el sur, campo a través, podremos disfrutar de unas excelentes vistas desde la parte superior de unos cinglos. El resto del camino es una combinación de sendas y pistas (atención a los desvíos), que recorre unos largos conjuntos de trincheras-parapetos y nos deja en un pilón, conocido como la Cueva Santa, junto al cual hay una caseta con un punto de libros, lugar especial para disfrutar de una plácida lectura en un lugar de lo más tranquilo. Continuando alternando tramos de sendas y pistas (siguen indicadas como el Camino de Segorbe) bajaremos a la ya cercana población de Pavías.

 

Fuente de la Juncosa

 

Cartel de las rutas A Pie, realizadas por la zona en los años 90 del pasado siglo

Fuente el Mone

Tramo de senda empedrada entre Matet y Gaibiel

Ermita de San Blas

Vista de Pavías

            
Enlace para descarga del track (Wikiloc):

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-pavias-matet-gaibiel-pavias-208217145


Paco Mas.
Abril de 2025.




lunes, 14 de abril de 2025

RUTA: PAVÍAS - JUNCOSA – MOMA - PEÑA AGUJEREÁ


DATOS DE LA RUTA:

Distancia: 12 kilómetros.
Tiempo estimado: de 4 a 5 horas de caminar. Añadir las diversas paradas.
Desnivel: 500 metros.
Nivel: medio.
Circular: sí.


 DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Ruta circular que recorre varios lugares de las zonas sur y este del término de Pavías como son la Fuente de la Juncosa, la Carrascosa (y sus restos bélicos), la Cueva Moma, la Peña Agujereá  y el conjunto de trincheras de la zona de la Cueva Santa, junto con su pilón y punto de lectura.
Ruta de dificultad media que se puede realizar en media jornada. Tiene bastantes tramos de senda, algunos con fuerte pendiente.

Aparcaremos al salir del pueblo hacia Torralba. Volviendo al pueblo subiremos unas calles y nos dirigiremos por una pista hasta la Fuente de la Juncosa (fuente, balsa, área de recreo y punto de captación de agua para el pueblo). Seguiremos subiendo cómodamente por una bonita senda que nos llevará a la carretera que va a Torralba. Andaremos por la carretera un poco hasta tomar un desvío junto a un corral en ruinas. Seguiremos por un carril y luego senda, que nos llevará en ligera subida al alto de la Carrascosa, con interesantes vestigios bélicos y unas buenas vistas. Bajaremos por una senda mediocre y con fuerte pendiente, hasta llegar a la pista asfaltada que va a la Fuente Artea y Villamalur.

Dejaremos casi de inmediato la pista y bajaremos por una senda hacia la Rambla de Artea, llamada en este tramo del Rambla del Cojo, y seguiremos por una pista. En un punto apenas señalizado dejaremos la pista e iniciaremos una subida por una fuerte pendiente y mala senda (es el peor tramo de la ruta), que nos llevará tras un buen esfuerzo a otra senda, la cual  tomaremos a la izquierda para llegar a una pista. Aquí haremos un trazado de ida y vuelta por senda y un carril hasta la Cueva de la Moma, donde podremos entrar sin problemas al menos en las primeras galerías de la cavidad. Por esta parte del recorrido podremos observar los restos de tres caleras u hornos de cal, donde se fabricaba antaño este valioso material.

Retrocediendo parte del trazado enlazaremos con una senda que sube con buen paso (es el PR-63.5 que recuperó el viejo camino de Pavías a Matet), y que llega a una pista por la que continuaremos subiendo, hasta llegar a unas lomas más planas. En un punto dejaremos la pista tomando una buena senda a nuestra izquierda, conocida como el Camino a Gaibiel, que baja progresivamente hasta otra pista, por la que iremos andando mientras bordeamos un monte. Atentos a tomar un desvío poco señalizado, que sigue una senda (de ida y vuelta) pronunciada que nos sitúa en la Peña Agujereá, monte atravesado por una cavidad o arco que fue utilizada para guardar ganado. En el punto superior del monte podremos disfrutar de excelentes vistas del entorno, constituido principalmente por un extenso y cerrado pinar.

Bajando la senda llegaremos de nuevo a la pista, la cual seguiremos por la derecha. La dejaremos por una senda señalizada que ataja una revuelta, y al poco tomaremos de nuevo otra senda que nos llevará por una bonita zona que recorre un largo conjunto de trincheras-parapetos. La senda finaliza junto a un pilón, conocido como la Cueva Santa, junto al cual hay una caseta con un punto de libros, lugar especial para disfrutar de una plácida lectura en un lugar de lo más tranquilo.

Tras disfrutar del entorno y saborear la apreciada idea de los libros, tomaremos la pista hacia el noroeste, y al poco la dejamos tomando una agradable senda, conocida como el Camino de Segorbe, que nos bajará hacia Pavías, siendo la última parte también una pista que llega al frontón, cerca del aparcamiento.

Fuente de la Juncosa

 
Restos de una calera

 

Monte de la Peña Agujereá

Pilón de la Cueva Santa

Vista de Pavías

Cueva de la Moma

Enlace para descarga del track (Wikiloc):

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-pavias-juncosa-moma-pena-agujerea-208158256



Paco Mas y Mariam Mateu.
Abril de 2025.




domingo, 30 de marzo de 2025

OBSERVACIÓN DE MICROCRUSTÁCEOS Y MOLUSCOS EN “LOS OJOS DEL PRAO”, VIVER.


Texto y fotos (salvo otra indicación): Paco Mas

Fecha: marzo de 2025


En el año 2019 tuvimos un contacto ocasional con Ferrán Palero, especialista europeo en el estudio de la fauna acuática subterránea, y en especial microcrustáceos zooplanctónicos lacustres, incorporando métodos de secuenciación de ADN molecular como técnica de estudio e identificación.

El motivo del contacto fue su interés en conocer y prospectar nuevas zonas; en concreto le interesó mucho el nacimiento de los Ojos del Prao por darse unas condiciones óptimas para la vida de microcrustáceos, pues apenas hay luz, lo que evita la competencia con los insectos, y dispone de una temperatura y otras condiciones muy estables. Por ello fuimos un día a tomar muestras en la zona donde aflora el agua.
 
Tras el análisis de las muestras, esto es lo que comentó Ferrán: “En las muestras salieron copépodos y 3 o 4 especies de ostrácodos. Hay una diversidad importante”. A pesar de la diversidad, en principio no se encontraron especies nuevas, pero sí iguales a las que se suelen ver en otras zonas del Levante Ibérico, como pueden ser "els ullals" de la Safor, pese a las distancias y el aislamiento poblacional.
Esta falta de diferenciación de especies es debido a las condiciones estables del medio, lo que ocasiona una escasa presión selectiva y en consecuencia, pocas posibilidades de generar nuevas especies. Hay que entender que alguna vez, hace muchísimo tiempo, y en unas condiciones y paisajes totalmente distintos, hubo una conexión de los hábitats, que eran compartidos por esas mismas especies, y que a lo largo de millones de años, esos hábitats se fueron separando, ocasionando el aislamiento de las poblaciones.
Aquel día de 2019 también se observaron ácaros y nematodos, que el experto consideró que eran parásitos propios de esos microcrustáceos.

Los copépodos y ostrácodos son crustáceos minúsculos, que por su tamaño escapan a nuestra vista, y en general a nuestro conocimiento. Pero son tremendamente abundantes y diversos, siendo los animales más abundantes del zooplancton (conjunto de animales acuáticos, principalmente microscópicos, que habitan mayoritariamente en la superficie del agua o a poca profundidad). Se conocen más de 20.000 especies de copépodos y unas 13.000 especies de ostrácodos. Habitan en todo tipo de aguas y, según especies, cumplen diferentes funciones en las cadenas alimenticias de la naturaleza como comensales, siendo a su vez muy importantes como alimento para otros animales.

Posteriormente hemos tomado nuevas muestras, a sabiendas de que somos grandes desconocedores del tema. No hemos sido capaces de encontrar las especies anteriores, dado su minúsculo tamaño (décimas de milímetro), pero sí hemos podido observar micromoluscos gasterópodos (caracoles muy pequeños; dada la frecuente variabilidad de los mismos, bien podría haber alguna especie nueva entre ellos, como ya pasó en otros lugares húmedos de nuestra comarca, como es el caso de manantiales de Altura, Segorbe y Navajas), y otros microcrustáceos que creemos son del grupo de los anfípodos (otro grupo de crustáceos diminutos, principalmente habitantes del agua marina, si bien algunos viven en aguas dulces y también en cavidades).

Para la observación de estos animales tan pequeños se utilizan lupas de mesa, con los aumentos necesarios pero no excesivos, aunque para el estudio morfológico detallado puede ser ya necesario un microscopio. En nuestro caso es una simple lupa de 10 aumentos, con luz aparte, aunque un poco más de aumentos mejoraría la visión. En cuanto al equipo fotográfico lo mejor es disponer de una cámara con objetivo macro y una lupa con conexión USB al ordenador de cierta calidad, pero en nuestro caso nos apañamos con una cámara compacta (con un macro decente) y paciencia para compensar la falta de equipos mejores.

De alguna manera lo que queremos resaltar es la curiosidad y diversidad de la vida en ambientes extraños o especiales, algo que generalmente ignoramos completamente. Los Ojos del Prao son, por su singularidad, un hábitat de mucha riqueza biológica, digno de ser mejor estudiado, conocido y valorado.

Imagen de un copépodo, tamaño aproximado 0,2 milímetros (fotografía de Adrià Miralles, tomada en una cueva de Cataluña)

Imagen de un anfípodo (a confirmar), tamaño aproximado 2 milímetros, observado en los Ojos del Prao

Imagen de un caracol, tamaño aproximado 0,1 milímetros, observado en los Ojos del Prao


jueves, 13 de marzo de 2025

EL MICROECOSISTEMA DE LOS OJOS DEL PRAO. OBSERVACIONES DE FAUNA DESCONOCIDA.


ENCONTRADA UNA EXTRAÑA ESPECIE DE MOSCA EN VIVER.

Autor: Paco Mas

Fecha: marzo de 2025


En el año 2020 se encontraron en los Ojos del Prao un conjunto de larvas de moscas, extrañas no por su forma, sino por su comportamiento, ya que avanzaban en grupos numerosos, similares de algún modo a la conocida procesionaria del pino. El localizador (Paco Mas) se puso en contacto con un experto en dípteros (moscas y similares) de España, quien manifestó un alto interés, ya que dicho grupo no había sido citado todavía en España, ya no la especie, que podría ser incluso nueva, sino la familia Sciaridae. Dada la forma de desplazarse, estas larvas son vulgarmente conocidas como “gusanos soldado”, siendo bien conocidas en zonas del centro y norte de Europa. Los ejemplares observados han sido reconocidos supuestamente como un cúmulo de pequeños gusanos o larvas de dípteros de la familia Sciaridae, que en su conjunto medían unos 20 cm de largo y que se mueven juntas y al unísono con rumbo en apariencia errático. Apenas se sabe nada de su biología, aunque se piensa que se alimentan de restos orgánicos, como tantos otros dípteros.

A partir de ese momento se buscaron más larvas, recolectándose algunas para su estudio. Incluso se criaron y consiguieron abundantes ejemplares de adultos. Todo este material fue enviado al experto español Miguel Carles-Tolrá, quien a su vez lo enviaría a expertos en ese grupo de dípteros de Alemania, para su estudio morfológico y secuenciación de ADN.

Asimismo, debido a la trascendencia entomológica y rareza del hallazgo, se publicó un artículo de la observación en el Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa (S.E.A.), el cual se puede consultar en el siguiente enlace, donde hay diversas fotos de las larvas:

https://drive.google.com/file/d/1wHsTS7AKvIan6NTAh7yAnd1_zrM-jMz6/view?usp=sharing

Actualmente se está estudiando el ADN de las larvas y adultos, proceso que conlleva mucho tiempo. También se están analizando morfológicamente individuos adultos machos (en muchos artrópodos es necesario analizar la genitalia de los machos para distinguir especies, debido a la similitud de las especies en su morfología). Todo parece indicar que se trata de una nueva especie, todavía en proceso de catalogación, pero que se ha localizado asimismo en otras zonas de la Península Ibérica, e incluso tal vez en Marruecos. En cualquier caso, los especímenes encontrados en Viver son los que están en mejor estado, y llegado el caso, se depositarían en un museo de ciencias naturales para su identificación como holotipo (ejemplar que es el citado como referencia universal de la nueva especie o portanombre). En cualquier caso, se considera un hallazgo muy interesante y probablemente otra especie de “sciáridos” con larvas que avanzan en procesión hasta ahora desconocidos o sin catalogar.

En el caso probable de que estas observaciones en diversas zonas y alejadas respondieran a la misma especie o subespecie, estaríamos frente a poblaciones ya separadas, que en algún otro momento muy lejano (miles o millones de años) y en otras condiciones muy diferentes del paisaje, pudieron habitar lugares con ecosistemas entonces similares, que permitieron una dispersión de aquellas antiguas poblaciones. Para hacerse una idea, podríamos estar hablando del momento en que se estaban formando y elevando montañas como los Pirineos, los Alpes, el Sistema Bético y el Sistema Ibérico (en el cual nos encontramos); o sea, un paisaje y condiciones ambientales totalmente diferentes. En realidad la frase anterior es en parte incorrecta: las montañas citadas siguen formándose en la actualidad, debido al empuje de la placa continental africana sobre la europea, en un proceso complejo de plegamiento y elevación, y al mismo tiempo erosión continua.

Desde ese año se ha vuelto en diversas ocasiones a intentar hacer nuevas observaciones, todas sin éxito. Un factor podría ser que no se han vuelto a dar las circunstancias de humedad de aquella primavera, que bien ocasionasen eclosiones masivas, o que permitiesen una mayor dispersión de las larvas. También podría ser que tuvieran eclosiones en diferentes fechas, o más de un ciclo anual. Hay que considerar que se sabe bien poco de estos grupos de animales, salvo de un par de especies que causan algunos problemas en invernaderos (no son para nada la que hay en los Ojos). Tan solo se sabe que los adultos (moscas pequeñas) viven poco y tienen escasa capacidad de vuelo, y por tanto de dispersión, y que las larvas se alimentan de hongos, musgo y material orgánico en descomposición, por lo que es evidente que críen en un lugar como los Ojos del Prao.

Cuando se tengan resultados concretos, se hará un nuevo artículo al respecto.

 

 

Grupo de larvas de moscas avanzando en conjunto

Procesión de larvas y referencia de tamaño

Camino donde se encontraron, en los Ojos del Prao. Fuera del camino debía haber más grupos, pero es muy difícil su observación