RUTA DE SENDERISMO POR VIVER. RV-15
CONJUNTOS BÉLICOS DE LAS CAMBRAS Y ALTO DEL NIÑO
DESCRIPCIÓN BÁSICA:
Ruta circular de dificultad media, pues transita en varios tramos por malas sendas, que recorre las zonas de las Cambras y el Alto del Niño, visitando diferentes conjuntos de restos bélicos de la Guerra Civil de 1936-1939. El interés de la ruta reside tanto en la visita a los conjuntos bélicos como también a los rincones poco conocidos, pero interesantes por su vistas y su propia belleza. La ruta es corta en extensión, pero requiere su tiempo para disfrutar de los diversos espacios que se recorren.
Esta ruta es una variante de la RV-11, pero que en lugar de llegar a Monleón, ataja con la subida por el Barranco Torres o parte alta del Espino, para recorrer así el bonito paraje de las Peñas Royas, hasta llegar a la Loma Vivas (en las Cambras), donde podemos encontrar interesantes restos bélicos,. Previamente habremos subido al Alto del Niño, donde a su vez también podremos ver otros elementos de la citada Guerra.
DATOS:
- Punto de partida: Fuente de Morredondo, Viver.
- Distancia: sobre 6 kilómetros.
- Tiempo previsto: de 2 a 5 horas, según lo que nos entretengamos en los puntos de interés.
- Dificultad: ruta de dificultad media, pues en varios tramos se camina por malas sendas o campo a través.
DESCRIPCIÓN DESARROLLADA.
Esta descripción solo pretende dar una idea general del recorrido así como de los principales elementos del patrimonio rural que encontraremos durante el mismo. Se puede encontrar información complementaria en el plano que se adjunta al final, e información más detallada en el track para GPS cuyo enlace se facilita en el final de este texto.
Iniciamos la ruta desde la Fuente de Morredondo. Para llegar a la misma, la mejor opción es tomar la carretera CV-236 que se dirige hacia Torás y Bejís, desde la carretera N-234, recién pasado el restaurante del Cristo. Dos kilómetros después de tomar el desvío que nos separa de la carretera que se aleja hacia Teresa, pasaremos un pequeño collado, justo en el cual sube la pista asfaltada que va hacia la gran cantera situada en la parte alta de las Cambras, y a la derecha hay un camino asfaltado, que va hacia Ragudo, y también a la Fuente de Morredondo (hay una pequeña señal en el desvío), la cual está avanzando unos 500 metros por dicho camino.
Tras coger agua, iniciamos nuestra ruta siguiendo el camino asfaltado, en dirección Norte. Lo seguimos unos 600 metros, hasta encontrar un camino de tierra que sale en una curva y en diagonal hacia nuestra izquierda (desvío 1), el cual tomamos. Este camino se adentra en el rincón conocido como el Covarcho, zona que mantiene algunos cultivos de almendros. Justo en la zona de cultivos podremos ver delante de nosotros las laderas de la Loma Vivas, y en ella un par de covachas (las cuales dan nombre al topónimo). Delante de la inferior (aprovechada como aprisco o corraliza), hay un nido de ametralladoras que ha sido reutilizado para poner dentro del mismo un aljibe de agua. Si queremos visitar este curioso lugar debemos ascender por entre los campos y luego a través hacia la misma cueva (no hay track indicado).
Siguiendo nuestro camino, enlazamos con otro camino también de tierra, que tomamos a la izquierda (desvío 2). Al poco nos adentramos entre pinos, a un punto donde hay un viejo cartel de madera en el cual no se lee ya nada. Hemos entrado en la partida conocida como el Pozo, que se alarga hacia el Noreste. En este punto del viejo cartel (desvío 3) tomamos a nuestra derecha (Sureste) una línea de hitos de piedras que nos guían a ascender la corta subida hacia el Alto del Niño, extensa loma casi plana, repleta de trincheras y algunos nidos de ametralladoras, y muy buenas vistas, aunque éstas serán mejores desde el alto de las Cambras. No obstante podremos ver muy bien desde aquí las Peñas Royas, que son los dos contrafuertes de color rojizo y llenas de covachas que quedan a nuestra espalda conforme hemos subido, o al Oeste.
Decir que las Cambras constituye toda la gran partida que abarca la Loma Vivas (por la cual iremos luego) y las paredes de las Peñas Royas (así les llaman principalmente en Ragudo). Pero también se incluyen en esa gran partida otras pequeñas partidas como el Pozo, el Covarcho, el Cañarejo, el Corral del Calvo, y parajes como la Loma Calza y la Loma Pelá. Se puede profundizar en el conocimiento sobre el terreno y toponimia de esta zona en el Catálogo del Patrimonio de Viver, en el siguiente enlace:
www.viver.es/index.php/vivir-en-viver/cultura/catalogo-de-patrimonio-de-viver
En el Alto del Niño encontraremos, como ya se ha dicho, un importante conjunto de trincheras que perimetran todo el cerro, así como algunos nidos de ametralladoras (o búnkeres). Para quien tenga interés en saber más de todo este aspecto, recomendamos consultar el siguiente enlace; no obstante hay más información en los libros publicados al respecto y también otros documentos en internet.
http://turismo.viver.es/index.php/que-hacer/frente-de-viver
Nuestra ruta recorre parte de esas trincheras y nidos, campo a través, buscando el paso entre el matorral. En cualquier caso, y para quien tenga interés, se recomienda andar más al detalle por esta zona. Otra cuestión que consideramos relevante de este punto son las rocas, de color rojizo y muy estratificadas, que recuerdan al rodeno, aunque en realidad son calizas que se formaron en zonas intermareales (a ello se debe su fuerte estratificación, mientras que el color se debe a la abundancia de óxidos de hierro).
Una vez recorrido el conjunto del Alto del Niño, volvemos a bajar al punto donde está el viejo cartel de madera (desvío 3), y ahora tomamos el sentido contrario, también entre los pinos, y siguiendo de nuevo un trazado indicado con hitos de piedra. Pronto pasamos una zona con suelo de rodenos despejada de vegetación, y que supone una pequeña divisoria de dos barrancos (Espino y Zalón) que casi se juntan, pero no llegan a hacerlo ahora (lo harán más adelante, junto a más barrancos, conformando todos juntos el Barranco de las Ramblillas). Esta traza nos va subiendo la ladera en dirección a las paredes, por entre antiguos bancales ya hace mucho tiempo abandonados. En un momento dado seguiremos la traza principal, dejando una variante a nuestra derecha (desvío 4). Continuamos atentos a los hitos, hasta llegar bajo la gran pared rojiza a una zona con una gran losa, conocida como la Cantera del Vado. Una cuerda nos ayudará a bajar por la losa (tener cuidado), hasta el cauce del barranco, que es en realidad el Barranco del Espino, aunque este encajonado tramo alto es conocido como Barranco Torres.
Continuamos nuestra subida, ahora por el otro margen, y disfrutando de este hermoso, poco conocido y silencioso paraje, bajo las Peñas Royas o las Cambras, paredes de calizas, donde abunda la piedra “tosca”, con mucha coloración rojiza y llenas de oquedades y covachas. Es recomendable realizar alguna parada para disfrutar del paraje. Al poco encontraremos una traza de una antigua senda, que seguimos dando algunas revueltas para salvar mejor la pendiente, hasta alcanzar la zona alta, ya plana.
Seguimos los hitos hacia nuestra izquierda (Este), y a los pocos metros nos asomamos, con sumo cuidado, hacia el borde de las paredes, para observar la zona por la que hemos subido. Tal vez podamos observar cuerdas (o el hilo guía) que alguna gente está utilizando para cruzar entre las dos paredes por encima de una cinta haciendo equilibrios (slack-line). Volvemos a nuestra traza que seguimos, pasando entre un montón de restos de casetas, que eran utilizadas para guarnecerse los soldados), y enseguida llegamos a una zona repleta de muros formando parapetos a modo de trincheras. Toda esta zona la hemos llamado “Conjunto Bélico de las Cambras 1”. Es un lugar muy interesante de recorrer, por la abundancia de restos, que además están en relativo buen estado, y también por las excelentes vistas que tenemos de nuestro entorno.
Situados en el conjunto de parapetos, podemos observar detrás (Norte) de nosotros los montes de Ragudo y su continuidad en la Sierra de Cerdaña, por detrás de la cual se asoma el pico de Santa Bárbara (ya en Sierra Espina). Hacia el Noreste destacan la Sierra de Caudiel y la continuidad con toda la Sierra Espadán (en la cual se aprecian las tres cumbres principales: Alto del Pinar, la Rápita y el Pico Espadán). Delante de toda esa sierra se adivina el monte de San Roque de Viver, y entre ese cerro y nosotros toda la gran zona de los llanos de Ragudo, que incluyen también las grandes partidas de Zalón y de Morredondo. Al Suroeste, muy cerca hay un cerrito lleno de pinos y con forma redonda, el Cerro de Morredondo, que ya estaba ocupado por el otro frente (el republicano). Hacia el Este y el Sur tenemos la Muela de Jérica, y detrás toda la Sierra Calderona, con la Cueva Santa al pie del Montemayor, extendiéndose por los montes de Bejís, la Bellida (delante se aprecia Sacañet), y la Sierra del Toro.
Tras gozar todo el rato que nos apetezca de este rincón, seguimos nuestro camino, buscando los hitos que nos llevan hacia el Oeste; no hay senda, y avanzamos entre el matorral y por suelo de abundantes piedras, conocido por esta comarca como “clapiza”. Unos 300 metros después atravesamos otra gran zona de muros y parapetos, que hemos llamado “Conjunto Bélico de las Cambras 2”, y que constituye otro gran punto con elementos bélicos. Siguiendo nuestra traza todavía atravesaremos otros elementos, ya de menor interés, y algunos al parecer reconvertidos en majanos. Continuamos el avance hasta llegar a un sembrado junto a un bebedero para la fauna silvestre, acondicionado por los cazadores. No nos cansaremos de repetir el valor de estos puntos con agua, tan importantes no sólo para la fauna cinegética, sino también de otros animales silvestres, como por ejemplo las abejas, sin las cuales no tendríamos cosecha de frutales como el almendro.
Cerca del bebedero encontramos una senda (desvío 6), que tomamos a la izquierda, y que seguiremos hasta su final. Estamos muy cerca de la gran cantera (de las Cambras o de Morredondo), de la cual se extrae material para producir cemento blanco. Continuando por la senda, bajamos en paralelo al Barranco del Cañarejo. En un punto dado podemos dejar momentáneamente la senda para acercarnos a ver una de las caleras que hay por el término de Viver, en relativo buen estado. La fabricación de cal fue una de las tantas actividades tradicionales, y en Viver, donde predominan los suelos calizos, era habitual producir este producto utilizado principalmente para la construcción (hemos localizado más de 20 caleras por el término, aun estando seguros de que hubieron más).
Continuamos la senda, que nos lleva de nuevo al camino asfaltado inicial (desvío 7), y seguimos ahora a la derecha, para llegar a la Fuente de Morredondo, punto inicial y final de nuestra ruta.
Archivo GPX: RV15 Conjuntos bélicos de las Cambras y Alto del Niño
https://drive.google.com/file/d/1f45pqJ1HyE5GxD3CswKosUXBG3BQEr0Q/view?usp=sharing
Visitando los restos bélicos del Alto del Niño |
Parapetos bélicos de las Cambras |
La pared más roja de las Peñas Royas, y al fondo los Montes de Ragudo |
Vistas desde la zona alta de las Cambras. Delante el Alto del Niño, detrás los llanos de Ragudo y Zalón, y al fondo el perfil de la Sierra Espadán |
Autores: Pepe Juesas y Paco Mas.
Fecha: septiembre de 2020.