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jueves, 2 de mayo de 2024

REFUGIOS DE PEÑAS RUBIAS. VIVER.

Reseña de marzo de 2024.

Localidad: Viver.

 

Situación:

Las Peñas Rubias es uno de los parajes más singulares y atractivos del término de Viver, con una situación geográfica de privilegio, pues está situado bastante próximo al pueblo en dirección Sudoeste, y con un acceso principal muy fácil y cómodo, a 2,5 Km del mismo por la carretera CV-2352 o antigua carretera de Teresa, además de otras vías de acceso.

También se ubica en la parte central del transcurso del río Palancia por dicho término, pegada a su margen izquierdo. Por extensión, este paraje asigna nombre a una partida que incluye terrenos circundantes y próximos.

Físicamente consiste en una pequeña planicie que culmina en un saliente hacia el sur, rodeado por tres faldas a sus vientos Este, Sur y Oeste. Recaen al Barranco “segundo” de los Vallejos o “Vallejos-Peñas Rubias” por el Este; al de las Ramblillas por el Oeste; y de forma especialmente abrupta por el Sur hasta el propio río Palancia, rompiendo inicialmente en un cinglo, prácticamente inaccesible al paso normal por numerosos sitios, para luego caer hasta el mismo río por una ladera con fuerte desnivel. La parte Norte es por la que se accede desde la carretera, y continúa con la parte llana central del término de Viver, hasta Ragudo.

Existen en las Peñas Rubias diversos elementos dignos de mención, de todo tipo -deportivo, social, histórico, etc.-, como pueden ser el campo de tiro de la Sociedad de Cazadores “El Águila de Viver”, el circuito de moto-cross del “Moto-Club Viver”, un helipuerto de emergencias, varios senderos incluidos en las “Rutas de Senderismo de Viver”, el importante paso de ganados “Vereda del Contador” o la “Colada del Paso”, el “Salto” del barranco de las Ramblillas, y alguno más. Un aspecto negativo a reseñar es que también fue el principal vertedero del pueblo, y aunque desde hace mucho ya está clausurado y con el tiempo algo se ha regenerado en parte, todavía hoy existen abundantes restos de cristales, latas, plásticos y escombros, que hacen bastante incómoda e irritante la parte donde se ubicó.

Además de esas citadas circunstancias, es muy destacable su formación geológica, donde resalta un manto de formaciones calcáreas de tipo toba o tosca (según se conoce en la comarca), mezcladas con arcillas y margas, que presenta una amalgama de variados colores entre grises y rojos (los colores rojos o anaranjados le dan el nombre al lugar). Dicho manto de calizas geológicamente recientes se superpone, al igual que en otros puntos de Viver, a otras capas de terrenos arcillosos combinados con diversos materiales de arrastre, pertenecientes a una época anterior, el Terciario. Todo ello hace que existan numerosas cavidades naturales, si bien de escasa profundidad, y manipuladas por el hombre, como agujeros, abrigos, o refugios, sobre los que nos extendemos más adelante en el apartado descripción. No obstante hay que decir que la gran mayoría de estos elementos han tenido, a lo largo del tiempo y al margen de la guerra, la función principal de resguardo para personas y animales, debido a que este sitio además de generar leñas bajas y pastos, fue punto de tránsito de ganados.

Este paraje, aun ostentando gran importancia para Viver en múltiples aspectos, de los que algunos hemos mencionado, parece que no lo fue tanto en el ámbito estratégico y de combate de la Guerra Civil, pues no cuenta con muchos elementos de envergadura, aunque es verdad que está rodeado y dominado por otros enclaves próximos que sí formaban conjuntos bélicos de relevancia, como El Sabinar, La Chana, Santa Cruz, o Los Domingos.

Únicamente hemos encontrado algunos probables parapetos de disparo en la vertiente Sur recayente al río y, eso sí, bastantes refugios que es a lo que atendemos expresamente en este trabajo. Entre ellos tenemos algunos excavados en la posición Oeste al Barranco de las Ramblillas; en el Cinglo y vertiente de la parte Sur al río, un grupo considerable de cavidades, grietas o abrigos naturales utilizados como refugios, con uno más característico perforado para ese fin; y otro conjunto de varios y más agrupados, formados por algunos excavados a propósito, y otros aprovechando huecos o resaltes que fueron ampliados y habilitados, en la ladera Este hacia Los Vallejos.



Descripción de los refugios:

Como ya se ha comentado, toda la zona de Peñas Rubias presenta numerosas cavidades, que aun no siendo grandes, algunas de ellas son bastante cómodas para ser usadas como refugios o abrigos, bien en épocas de pastoreo o por otros motivos, como pudo ser durante la Guerra Civil de 1936-1939, en segunda línea tras el estacionado frente. Además de los numerosos abrigos y covachas, en distintos rincones hay restos de casetas, que no sabemos si fueron hechas o aprovechadas en la Guerra o probablemente su uso fue anterior para los pastores (en la planimetría de 1908 de Viver, del IGE se nombran algunas).

Las mayoría de las cavidades de la zona fueron suficientemente descritas en la ficha nº 507 del Dosier de Cavidades de Viver (año 2017, páginas 41 a 51), dentro del conjunto de documentos del Catálogo de Patrimonio de Viver. Remitimos a la lectura del mismo para ver las explicaciones sobre sus localizaciones. No obstante se incluyen más adelante las topografías de las cavidades principales, así como sus coordenadas.

De igual forma remitimos a la lectura de la ficha nº 305 del Dosier de Topónimos y Territorio de Viver (año 2018, páginas 31 a 38), donde se describe detalladamente la geografía, elementos y topónimos de la zona.

Ambos dosieres se pueden localizar y descargar como PDF en el siguiente enlace:

https://viver.es/patrimonio/

De todas las cavidades en las Peñas Rubias mencionadas en el Dosier de 2017, tan sólo cuatro de ellas (PC04, PC12, PC24 y PA29) son de dimensiones apreciables, y sólo una ha sido reconocida con nombre propio. Adjuntamos las coordenadas de las mismas, medidas generales, y la topografía conjunta hecha entonces, si bien hay bastantes más con evidencias de uso como refugio de personas o de ganado.

PC04: gran e irregular covacho, cerrado y ampliado por muros para su uso como aprisco, de 7 por 15 metros, con una altura variable, pero de media sobre 3 metros.

      30 S 703377 4420883 N39.91364 W0.62053 582 msnm.

PC12: cueva con muro exterior de cerramiento para guardar el ganado, de unos 10 metros de profundidad por 8 de ancho máximo, y una altura que va de 2 a 4 metros.

      30 S 703377 4420934 N39.91411 W0.62052 623 msnm.

PC24: es la única cueva con nombre propio que hemos podido identificar, la Cueva del Tío “Ajao”. Tiene unas dimensiones de 12 metros de profundidad y una anchura máxima de 10 metros, siendo su altura de 2 a 4 metros. La boca es algo estrecha, pero su plano recinto interior la hace muy apropiada como corraliza.

      30 S 703222 4420905 N39.91387 W0.62234 590 msnm.

 


PA29: abrigo de apreciables dimensiones, aunque algo irregular, de unas dimensiones máximas de 15 x 10 metros, también con muestras de haber sido utilizado como aprisco, aunque no es tan cerrado y protegido.

      30 S 703181 4420921 N39.91403 W0.62281 623 msnm.

En la zona occidental, junto al camino que va a la Chana y bajando hacia el Barranco de las Ramblillas, hay un minúsculo refugio excavado en el talud, sin mayor relevancia.

     30 S 703098 4421077 N39.91545 W0.62374 632 msnm.

En la vertiente oriental que cae hacia los Vallejos, como ya se ha comentado, cerca de la senda y a ambos lados de la misma, hemos localizado un total de 13 elementos, siendo todos ellos de reducidas dimensiones, en general pequeños refugios excavados en las margas y arcillas, así como alguna pequeña covacha con indicios de haber sido aprovechada como protección. Estos elementos debieron ser utilizados más que por su valor, por estar algo escondidos bajo la zona del Alto de la Cerrá, que era uno de los puntos de primera línea del frente, aunque ahí a día de hoy no quedan vestigios (ver reseña del Alto de los Domingos). El más grande de estos refugios excavados apenas mide 4 por 4 metros de planta y 1,70 metros de altura. Algunos presentan pequeños muretes de cerramiento. Una covacha bajo la senda llega a medir 6 metros de ancha por 5 metros de honda en su parte más profunda, y 2 metros de altura máxima, aunque es muy irregular y de escaso uso. Damos las coordenadas de uno de ellos:

      30 S 703636 4421191 N39.91636 W0.61741 600 msnm.

Recientemente ha sido localizado un nuevo refugio, excavado en las blandas rocas, muy cerca de la senda que sube directa desde el río hacia la parte alta. Es el único refugio de interés que conocemos en la zona, y aunque es posible que haya otros, no tiene mucho sentido el esfuerzo de excavar en una zona donde abundan las protecciones naturales. 

Dispone de dos bocas y tiene la forma típica de "U", además de unas galerías añadidas en forma de "L". Su anchura es de 0,8 a 1,5 m, su altura media es de 1,5 m, y el total de las galerías alcanza los 18 m.

     30 S 703413 4420957 N39.91430 W0.62008 616 msnm.

 

Por último, y también recientemente, ha sido localizada una nueva cavidad que, aun siendo también modesta, es interesante por su forma atípica en esta zona. A pesar de su estrechez presenta signos de haber sido usada. Está cerca de la que, en su día, nombramos como PC02 (30 S 703446 4420870 N39.91351 W0.61972 559 msnm), que es una pequeña (4 x 6 metros) cueva natural algo acondicionada. La nueva cavidad, nombrada por nosotros como PC02-2, está situada algo por encima de la senda y un poco escondida en un diminuto resalte de roca. Pudo haber sido usada en la Guerra como otros tantos de los refugios y cuevas.

Su recorrido es una galería sinusoidal, no muy ancha, que acaba en una pequeña sala. Es, que sepamos, única en esta zona, donde más bien abundan las pequeñas salas y abrigos bastante irregulares, y no las galerías. Tiene abundantes formaciones parietales, en forma de coladas y estalactitas, aunque al ser en roca calcárea tipo toba (o tosca), son muy irregulares. Su boca mide 1,20 metros de ancha y 1,50 metros de alta. El suelo es muy plano, posiblemente acondicionado por las personas que la pudieron usar como uno de los tantos abrigos y refugios de la zona. Aunque estrecha y limitada en tamaño, es muy cómoda como protección. En el techo se aprecian entradas de luz, pues tiene oquedades dado que la cavidad se halla situada en un pequeño resalte independiente y no bajo las paredes principales de la zona. El recorrido mide un total de unos 13 metros, y las alturas interiores oscilan entre 2 y 5 metros (la parte del fondo es donde se dan las mayores alturas interiores, en las estrecheces superiores, que es donde asimismo están las pequeñas aberturas exteriores).

     30 S 703462 4420872 N39.91352 W0.61954 566 msnm.

 


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.

Colabora: Daniel Castillo (localizador de los dos últimos elementos).


Vista de las Peñas Rubias desde el Alto de las Quinchas


Cavidad referenciada como PC04

Interior de la cavidad PC12

Interior de la Cueva del Tío Ajao (PC24)

Cavidad PA29, visitada en una ruta por Viver



Cueva PC02-2, interior y zonas altas con aperturas en el techo



Refugio de Peñas Rubias, bocas e interior


lunes, 15 de abril de 2024

CUEVA NEGRA, BENAFER.


Marzo de 2024.

Paco Mas y Ramón Juan.

 

Se trata de una cavidad desarrollada a lo largo de una línea de fractura, situada en las estribaciones de la Sierra de Cerdaña, en la parte alta de la ladera que cae sobre la partida de La Cerera (Benafer), poco por debajo de la linde con Pina de Montalgrao. Justo en la parte alta y en la misma linde se encuentra la Sima de Peñarroya. Esta zona más alta es conocida en Pina como Peñarroya y en Benafer como Peña del Cuervo.

La zona es complicada de transitar por la abundante maleza y la cantidad de resaltes rocosos que obligan a buscar pasos seguros. Tal vez el mejor acceso sea por la pista de los aerogeneradores, en la misma ceja, y luego ir bajando con cuidado hacia donde está la cueva. Desde el camino de Bielsa se puede identificar la zona de la cueva en una zona de resaltes rocosos, debajo de una pared más grande que presenta una visible oquedad rojiza; también es posible acceder desde este camino, subiendo sin cesar y buscando paso primero entre la maleza y luego por los resaltes.

 


Esta cavidad no fue identificada en el trabajo de revisión y actualización de las cavidades de la Sierra de Cerdaña de 2019, pero sí fue identificada, aunque todavía no localizada, en el trabajo posterior de Geografía y Toponimia de Benafer del año 2021. Ahora ha sido por fin geolocalizada y reseñada, gracias al conocimiento de la misma por Ramón Juan.

Esta cavidad fue usada seguro como refugio de pastores, pero además fue utilizada como escondite cuando la Guerra Civil llegó a Viver. Probablemente el 18 de julio de 1938, al llegar el frente de guerra a la zona de Barracas y tras la orden de evacuación dada al personal civil, varias familias de Ragudo se escondieron en esta cueva y permanecieron aquí varios días, al menos durante lo más duro de los combates que se produjeron en las inmediaciones de Viver, hasta que una vez quedó estabilizado el frente buscaron otros destinos.

Coordenadas: 30 S 703074 4429206 N39.99056 W0.62014 1072 msnm.

La cueva se desarrolla sobre una línea de fractura, en la cual el ensanchamiento de la misma ha dado lugar a dos pequeñas salas. La boca mide un metro de ancha, pero se pasa bien por ella, situada junto a un caos de bloques. Tras un corto pasillo junto a los bloques se accede a una sala cómoda por su amplitud y con el suelo casi plano. Las medidas de esta primera sala son 4 metros de ancha por 7 metros de honda y una altura máxima de casi 4 metros. Al fondo, entre otros bloques, hay dos pasos estrechos que conectan con otra sala interior, más pequeña y llena de bloques, con el piso algo inclinado. Esta segunda sala viene a medir 5 por 4 metros, con una altura máxima de 6 metros, aunque tiene más rincones pequeños.

Al fondo de la primera sala y en la parte alta hay una grieta estrecha que conecta con la parte alta de la segunda sala. Y al fondo de la segunda sala la grieta en la parte alta continúa al menos un par de metros, pero el acceso es peligroso y debería ser instalado para poder trepar al mismo, por lo que no ha sido explorada.

En la cueva se encuentran restos de cerámica, probablemente de la gente que se ocultó en la Guerra. También hay diferentes restos óseos de fauna silvestre como cabras.




Boca de la Cueva Negra

Pasillo primero de la Cueva Negra

Sala primera de la Cueva Negra

Boca desde el interior

Localización de la cueva desde el camino de Bielsa


lunes, 1 de abril de 2024

REFUGIO DEL ALTO DE LA CRUZ, VIVER.



Reseña de febrero de 2024.

Localidad: Viver.


Situación:

Este pequeño cerro es conocido como Alto o Cerro de la Cruz, situado en una pequeña partida a la que da nombre. Hay que decir del mismo que surge en la parte inicial plana al Norte del término, hasta Ragudo, y que sus faldas derivan hacia dichos llanos por sus cuatro vientos, cayendo a las partidas conocidas como El Balsar, San Miguel y La Cerrá.

Su cumbre, bastante plana y poco elevada, es un rodal tapizado de coscoja, rodeado de cultivos de almendros. Este altozano al que llamamos Alto de la Cruz, por extensión y debido a la pequeña dimensión de sus tierras, da pie a que también todo el cerro sea identificado así. Este topónimo se da, probablemente, por una gran cruz que se halla en el mismo alto, donde también hay una caseta de recreo y un par de placas en el suelo, indicadoras del vértice geodésico de 4º orden (ICV) nombrado técnicamente como San Miguel (30 S 703939 4422492  N39.92799 W0.61346). La mencionada cruz se hizo construir por el dueño de la parcela hace aproximadamente cincuenta años (en la misma se indica el año 1972), siendo bastante visible desde toda la llanura.

Se puede acceder por varios caminos, los conocidos como de Aguas Blancas, el de San Miguel, el del Martes o incluso desde la nueva carretera de Teresa CV-235, y por todos ellos utilizando hasta sus pies por la parte Este el paso de ganados que lleva curiosamente el nombre de “Vereda de la Hoya de la Cruz”, que discurre por el término de Viver, desde Ragudo en “Las Casas de Parrela” o “Ragudo de Abajo”, hasta el fin del término municipal lindando con Jérica por el Camino de Benabal o de la Cueva Santa, en las partidas Rincón de la Molinera e Inglada.

Tal como indicamos en las reseñas de los anteriores epígrafes, junto con los Altos contiguos derivando hacia el Sur, de Aguas Blancas, Los Domingos y Santa Cruz, forman parte de la primera línea de defensa del bando republicano, en la Línea XYZ a nivel general, y de la parte Norte y Oeste de la defensa del pueblo de Viver en particular.

De hecho, este Alto de la Cruz fue un punto caliente de batalla con fuertes contiendas durante julio de 1938, en las que llegó a ser conquistado por las tropas rebeldes, aunque rápidamente recuperado, en menos de veinticuatro horas, por los republicanos. Es por ello que, tras la finalización de la Guerra, fueron hallados en esta zona numerosos restos bélicos de las batallas, incluidos cadáveres, que en el caso de los múltiples italianos caídos, fueron desenterrados para su repatriación.

En la actualidad, todo el bagaje táctico-militar que hubo en este Cerro o Alto de la Cruz es difícil de apreciar, debido a la gran transformación del terreno, llevada a cabo por roturación y cambios de cultivo a lo largo del tiempo. Indudablemente hubo refugios, trincheras rodeando todo el montículo y otros elementos, de los que apenas podemos destacar, por su más fácil visibilidad, un solo refugio y algún resto de trincheras.

Como en tantas otras ocasiones, hacemos constar que según el libro “Resistir es vencer”, de Ramón Juan Navarro, en la denominación que hicieron de las líneas defensivas en el bando republicano como “Zona de las Tes, en el área de influencia número 3”, el Alto de la Cruz es la señalada como “Zona T1”.


Descripción del refugio y de los demás elementos:

Como se ha dicho, toda la zona está muy alterada por la transformación agraria, y quedan pocos restos de elementos bélicos, todos ellos escondidos entre la coscoja. Se aprecian los vestigios de dos trincheras, también hay un socavón, tal vez correspondiente a un puesto de tiro, y dos refugios, uno de ellos colmatado, siendo su boca un pequeño agujero.
    
El otro refugio, el único accesible, de pequeño tamaño y en forma de “U”, tiene dos bocas, con medidas de 1 x 1 metros (B2) y 0,5 x 0,5 metros (B1). La longitud total de las galerías es de unos 14 metros, con una altura que apenas supera el medio metro, obligando todo el rato a ir arrastrado. En su interior la anchura mide de 2 a 3 metros.

Coordenadas de la boca B2: 30 S 703845 4422523  N39.92830 W0.61454  686 msnm.


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colabora:  Ramón Juan.


Boca 2 del refugio del Alto de la Cruz
 
Cruz que da nombre al cerro


 
 

REFUGIOS DE LOS DOMINGOS, VIVER.



Reseña de febrero de 2024.

Localidad: Viver.


Situación:

El conocido como Los Domingos es otro pequeño cerro que continúa con el ya descrito monte de Santa Cruz, situado al Oeste del pueblo de Viver. Tal como expresamos en el anterior apartado relativo al refugio de Santa Cruz, el Alto de los Domingos separa geográficamente el Alto de Aguas Blancas del propio de Santa Cruz.

Bajo este apartado nos ocuparemos de los refugios hallados en el Alto de los Domingos, considerando además como tal una parte de lo que se conoce como la partida de La Cerrá. Esta zona comprende el terreno existente entre los collados de Santa Cruz y de Aguas Blancas, situados en las Rochas de sus mismos y respectivos nombres.

Entre los refugios de esta zona destacamos uno que se encuentra propiamente en el Alto de los Domingos, seguramente el mejor conservado, pero existen varios más, situados hacia el Norte en la contigua partida de La Cerrá, que señalaremos a continuación en el apartado de su descripción. Seguramente en todo este entorno debieron de existir algunos más que han podido desaparecer en las actuaciones de transformación agrícola. Especialmente nos llama la atención que, en lo que hemos dado en llamar el Alto de la Cerrá, no hemos encontrado  refugios ni resto alguno, fundamentalmente por la importancia de su ubicación por encima de la carretera vieja de Teresa CV-2331 y su proximidad a la línea de batalla.

Reiteramos aquí que bajo el aspecto militar, el Conjunto bélico formado por esta serie de Altos, Los Domingos, Santa Cruz, Aguas Blancas, y Cerro de la Cruz, forman parte de lo que Ramón Juan Navarro en su libro “Resistir es vencer” denomina la “Zona de las T” dentro del “área nº 3 de influencia geográfica de las fortificaciones” en la tan traída línea defensiva XYZ del bando republicano. En concreto ésta de Los Domingos la distingue como la zona T-4.


Descripción de los refugios:

El terreno del Alto de los Domingos es de características similares al de Santa Cruz. Hay una alternancia o combinación de suelos calizos (además con el aspecto que en la zona es conocido como “clapiza”), con suelos arcillosos y margosos. En la zona de La Cerrá se mantiene una tónica similar, con mayor presencia de arcillas y margas.

Reseñar además que en la cara Sur del Alto de los Domingos hay un “hundimiento” o corrimiento del terreno, debido a la inestabilidad de algunas capas, siendo una zona peligrosa para moverse por ella.
Coordenadas del “hundimiento”: 30 S 704303 4421574  N39.91964 W0.60948

El refugio principal del Alto de los Domingos, en muy buen estado de conservación, está excavado en una zona con bastante arcilla, tiene una forma peculiar y dispone de varias entradas, si bien el conjunto no es de gran tamaño. Cuenta con unas pocas dependencias para cobijo y descanso del personal. El conjunto de las galerías mide algo más de 20 metros, la anchura es de entre 1 y 2 metros, y la altura media es de 1,5 metros. Pegado al refugio hay otro de menor tamaño, topografiado conjuntamente, con una sola boca, de 8 metros de largo y tres pequeñas dependencias internas. La altura interior es de 1 a 1,5 metros.

Coordenadas: 30 S 704435 4422005  N39.92349 W0.60780  669 msnm.

 


Además de los refugios mencionados, debió de haber más en ese entorno, pero que desaparecerían en las actuaciones de transformación de las tierras.

Asimismo, en el límite de la partida de La Cerrá tocando el Alto de los Domingos también podemos encontrar una serie de bocas, bien indicios ya tapados o bien agujeros casi colmatados. Nosotros hemos localizado un total de 13 bocas, pero debió de haber más, desapareciendo algunas también con la transformación de los campos.

Estos vestigios de refugios se encuentran situados entre las siguientes coordenadas:

30 S 704081 4421973  665 msnm  N39.92329 W0.61196
30 S 704208 4421812  673 msnm  N39.92180 W0.61053


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colabora: Ramón Juan.


Parte de las bocas del refugio de Los Domingos

Interior del refugio anexo de Los Domingos

Interiores del refugio principal de Los Domingos
Refugio Cerrá nº 1, semitapado
Refugio Cerrá nº 7, agujero




jueves, 14 de marzo de 2024

REFUGIOS DE SANTA CRUZ, VIVER.


Reseña de febrero de 2024.

Localidad: Viver.


Situación:

El monte de Santa Cruz es un pequeño cerro situado de forma contigua al casco urbano de Viver por su parte Oeste. Este cerro, topográficamente, se prolonga hacia el Norte, cortado por dos pequeños collados que separan los sitios denominados Monte de Santa Cruz, que aquí nos ocupa, Los Domingos y Aguas Blancas, hasta llegar a la planicie que constituye la parte más septentrional del término de Viver, delimitado por el escalón de los Montes de Ragudo.

La parte que atendemos en este apartado del mencionado Monte de Santa Cruz es su cima, que conocemos como Alto de Santa Cruz, lugar desde el que existe una excelente vista de la población de Viver y del valle del Barranco Hurón donde se encuentra, hasta llegar a la cuenca del Río Palancia, así como de la vieja carretera de Teresa, hoy CV-2331. 

Ya en el pasado se asentaron en este alto los íberos, de cuyo poblado existen restos datados que lo atestiguan. De la misma forma existió una ermita dedicada a la Santa Cruz, que da nombre a todo el paraje, de la que no se conoce su ubicación exacta ni quedan restos identificables de la misma.

En lo que a refugios se refiere, objeto de este trabajo, en este Alto de Santa Cruz hay un buen número de refugios excavados, junto con otros elementos como unas buenas trincheras, parapetos y puestos de tiro, pertenecientes al importante conjunto del puesto defensivo que aquí se instaló. Por encima de todos destaca un refugio de considerables dimensiones, que junto con un buen tramo de trinchera, se encuentra en muy buen estado de conservación y acceso debido a una restauración no muy lejana. También existen en su entorno pequeños abrigos naturales, de poca importancia, que en su caso seguro que pudieron ser utilizados como refugio de guerra.

Militarmente hablando, el mencionado conjunto bélico del Alto de Santa Cruz, con los existentes en los contiguos Altos de Los Domingos y de Aguas Blancas, junto con el Cerro de la Cruz, que serán tratados en los epígrafes siguientes, forman parte de lo que Ramón Juan Navarro en su libro “Resistir es vencer” denomina la “Zona de las T” dentro del “área nº 3 de influencia geográfica de las fortificaciones” en la tan nombrada línea defensiva XYZ del bando republicano. En concreto ésta de Santa Cruz la distingue como la zona T-5.

Como dato anecdótico, podemos señalar que estos parajes del Alto de Santa Cruz fueron set de rodaje en alguna película, recreando pasajes de la Guerra Civil, como la titulada “Pawns“, del año 2016, dirigida por Pablo Pagán.


Descripción de los refugios:

En Santa Cruz existe un combinación de suelos calizos con terrenos margosos y arcillosos.

En este conjunto bélico pueden observarse varias trincheras, que vienen a delimitar la parte alta del cerro. En la zona alta y plana hay tres tramos de trincheras, una de ellas está recuperada y por tanto con muy buen aspecto de conservación, con varios puestos de tiro; otra de las trincheras está en mediocre estado, mientras que la tercera está casi desaparecida. Por debajo del resalte de calizas y en la capa de alternancia con arcillas y margas, hay otra gran trinchera, aunque partida donde el camino, que casi perimetra todo el cerro, estando en gran parte en bastante mal estado de conservación.

De entre los varios refugios, es de destacar uno de considerables dimensiones y, posiblemente, el mejor de Viver. Existen además otros más pequeños (hemos localizado un total de 10), poco relevantes (el mayor mide apenas 3 metros y no pasan de alturas de 1 metro) o colmatados, y también algunos espacios entre bloques de piedras, con aspecto de haber sido utilizados como lugares de protección. Además hay también una pequeña cueva natural, muy incómoda por su limitada altura, pero que pudo ser utilizada para refugiarse ocasionalmente. Asimismo se aprecian los restos de un elemento cuadrado, que podría ser la base de la antigua y desaparecida Ermita de Santa Cruz, o bien ser una especie de foso de un puesto de tiro.

Ese refugio principal de Santa Cruz tiene forma de “h”, con tres entradas, dos de ellas al Oeste y una al Este, contando en su interior con diversas dependencias para descanso del personal. Su recorrido total es de unos 60 metros, y la amplitud media de las galerías es de 1 metro de ancho por 1,5 metros de alto.

Coordenadas de las tres bocas:

Boca 1: N39.91713 W0.60636  30 S 704577 4421302
Boca 2: N39.91723 W0.60644  30 S 704571 4421314
Boca 3: N39.91718 W0.60585  30 S 704621 4421310
Altitud: 645 msnm.


Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colaboran: Ramón Juan, Manolo Molina, Miguel Oury.

 



Plano del panel informativo de los elementos de Santa Cruz (BCM)

Una de las bocas del refugio de Santa Cruz

Interior del refugio de Santa Cruz

Boca 3 del refugio de Santa Cruz

Uno de los pequeños refugios de la zona


Restos de trincheras de Santa Cruz de la zona alta

Restos de la trinchera perimetral al Oeste de Santa Cruz



jueves, 29 de febrero de 2024

REFUGIOS DE MORAGAS, VIVER Y BENAFER.


Reseña de enero de 2024.

Localidades: Viver, Benafer.

Documentado por Pepe Juesas y Paco Mas.
Colaboran: Ramón Juan, Manolo Molina.


Situación:

Al igual que el descrito anteriormente Monte de San Roque, este Alto de Moragas es otro pequeño cerro situado en la parte nororiental del término de Viver, que también sirve de límite con el término de Benafer, y más al Sur con el de Jérica. El topónimo Moragas que denomina al mencionado Alto y todas sus faldas o vertientes que constituyen también una partida o paraje, es más conocido y ocupa más extensión en Benafer que en Viver, aunque en este municipio también ostenta el mismo nombre, compartiendo terreno con la Hoya del Canto.

Desde el punto de vista geográfico y militar tuvo su importancia, pues desde él se dominaba  estimablemente la vaguada del Barranco Despeñaperros y de la partida de la Fuensanta, donde se hallaba a muy pocos metros el frente en su línea de batalla, y las posiciones rebeldes.

Este conjunto formó una avanzada importante junto con los cercanos, casi contiguos, del que hemos dado en denominar Alto Eleuterio y del Alto del Arenal, que aunque de menos envergadura, describiremos en reseñas inmediatas siguientes. Tiene también muy próximo el Conjunto de San Roque, que queda al Sur, haciendo todos los citados elementos un grupo trascendental en la defensa de Viver, formando parte de la tan nombrada línea XYZ.

Como hemos dicho, al norte de este Cerro de Moragas se encontraba el frente, y al resto de vientos que lo circundan podemos encontrar un buen número de elementos como trincheras, refugios, puestos de tiro, o casetas de guarnición, ocupando los dos términos de Viver y Benafer y su línea divisoria de forma aleatoria. A destacar que por su parte oriental pasa actualmente la Autovía A-23, en cuya construcción quedarían eliminados bastantes restos de elementos, con total seguridad.

Identificamos en nuestro trabajo a este grupo de elementos que describimos aquí como el “Conjunto Bélico de Moragas”, aunque en la denominación que hicieron de las líneas defensivas en el bando republicano (según el libro “Resistir es vencer”, de Ramón Juan Navarro), dicho conjunto era conocido como el “Cerro del Huevo” y la “posición intermedia entre éste y El Canto” (partida sita ya en término de Jérica), dentro del “área nº 4 de influencia geográfica de las fortificaciones”.


Descripción de los refugios:

En el Cerro Moragas que aquí nos ocupa, hemos identificado un total de 21 refugios, algunos  con dos bocas, distribuidos a lo largo de las trincheras que rodean el monte (como puede apreciarse en el plano adjunto), si bien hay varios situados a resguardo, fuera de las trincheras, en la ladera que cae hacia la Hoya del Canto. La ladera Norte es muy espesa de vegetación, siendo difícil moverse por ella, por lo que es posible que haya más elementos que no hemos localizado.

Están excavados en terrenos blandos, de rocas margas, por lo que presentan un estado de deterioro y colmatación importante.

 


Una buena parte de estos refugios son solo agujeros o bocas muy pequeñas, y como ya hemos comentado, en su mayoría colmatados; y otros como los señalados con los números 3, 4, 6, 7, 8, 12, 17 y 19 son de tamaño pequeño (máximo 3 metros), careciendo de más interés. Tan solo los numerados como 2, 5, 11, 18 y 20 tienen cierta relevancia. Se adjuntan topografías de los mismos, que ayudan a interpretar su descripción.

El refugio nº 2 tiene la forma típica en “U”, con dos bocas, y está en estado aceptable, con una altura interior de 1 a 1,5 metros y una longitud total de las galerías de unos 17 metros.

El refugio nº 5 tiene también forma de “U”, si bien una boca es muy pequeña y el paso interior es excesivamente estrecho. Su altura interior es apenas de 1 metro, y la longitud de las galerías viene a ser de unos 11 metros. La zona exterior de este refugio y otros cercanos está llena de restos de muros, tal vez de posibles casetas.

El refugio nº 11 presenta asimismo forma de “U”, si bien tiene una sala interior actualmente casi colmatada. Su altura interior viene a ser de poco más de un metro, y la longitud de las galerías es de unos 17 metros.

El refugio nº 18 es de una única entrada, que tal vez aprovechó una oquedad natural pero ahora está muy colmatado y presenta problemas de derrumbe. Mide unos 8 metros de hondo y 5 metros de ancho, con una altura de 0,5 metros.

El refugio nº 20 tiene también forma de “U”, pero una de las bocas está cegada. Tiene conexión con el agujero numerado como 21, pero es impracticable. La longitud de las galerías es de unos 15 metros, con una altura interior entre 0,5 a 1,5 metros.

Coordenadas de los refugios más relevantes:

Refugio nº 2:    30 S 706039 4422796   646 msnm   N39.93022 W0.58881
Refugio nº 5:    30 S 706200 4422821   623 msnm   N39.93041 W0.58692
Refugio nº 11:   30 S 706228 4422820   623 msnm   N39.93039 W0.58659
Refugio nº 18:   30 S 706018 4422834   653 msnm   N39.93057 W0.58904
Refugio nº 20:   30 S 705885 4422925   639 msnm   N39.93142 W0.59056

 


 Fotos diversas del Conjunto bélico de Moragas, Viver:

 

Boca del refugio nº 2

Interior del refugio nº 2

 

Boca del refugio nº 5

Interior del refugio nº 5

Exterior del refugio nº 5

Boca del refugio nº 20