Se trata de un lepidóptero, es decir, de un insecto que de adulto dispone de una boca chupadora con una trompa arrollada en espiral y de cuatro alas cubiertas de escamas imbricadas; además, sufre una metamorfosis completa (huevo, larva u oruga, pupa o crisálida, y adulto o mariposa), al igual que el resto de las mariposas, las polillas, etc. La podemos encontrar en toda la península Ibérica y en las islas Baleares, y se considera una plaga de los pinos, tanto autóctonos como exóticos, y de los cedros y abetos; es más difícil que pueda vivir en los lugares en los que las temperaturas invernales son muy frías, por debajo de los -10ºC, y allí donde la pluviosidad es elevada.
Su nombre hace referencia a una de las fases de su ciclo vital, aquélla en la que “procesiona”: los individuos, larvas u orugas, se desplazan en fila india, primero por las ramas y el tronco para descender del árbol, y después por el suelo para enterrarse. Es en este periodo cuando es más fácilmente visible, pues las mariposas, por ser de hábitos nocturnos y de colores apagados, son difíciles de ver/reconocer, y en otras fases los ejemplares están ocultos.
Es a partir de las fechas en las que nos encontramos (entre mayo y julio, dependiendo de las condiciones), cuando aparecen las mariposas (o polillas), que viven solo uno o dos días; tras la correspondiente fase de apareamiento, las hembras ponen los huevos, normalmente a lo largo de las acículas o agujas del pino. Unos 30-40 días después nacen las orugas, que pasan por cinco estadios, que se diferencian entre sí por su tamaño y por su aspecto exterior; son las orugas las que construyen los típicos nidos o bolsones de color blanco que podemos ver en los pinos (no se trata del lugar en el que las mariposas hembras ponen los huevos, en contra de lo que a veces se cree), y que les sirven para protegerse del frío, razón por la que los hacen en las partes más soleadas del árbol; es a partir del tercer estadio cuando ya disponen de pelos urticantes, unos 30 días después de nacer.
Bolsón y orugas en un pino |
Una vez que las orugas están en su quinto estadio, es cuando bajan del árbol a enterrarse, algo que ocurre a finales del invierno o principios de la primavera, para dar lugar a las pupas o crisálidas, de las que emergerán las mariposas ese mismo año (o los años siguientes si, por determinadas condiciones ambientales –temperaturas extremas, sequía, escasez de alimento, etc.-, se realiza la diapausa –estado de baja actividad metabólica-).
Orugas atravesando un camino |
Orugas a punto de enterrarse |
Los pelos urticantes de las orugas contienen una toxina que puede ocasionar serios problemas de salud, incluso la muerte, si se entra en contacto con los mismos: se ha de prestar especial atención a los niños y a los perros si salimos con ellos al campo durante el periodo procesional, pues su curiosidad innata les pone en un riesgo más elevado que a los adultos o que a otras mascotas.
Orugas con sus pelos urticantes bien visibles |
Aunque se suele recurrir a tratamientos físicos, químicos y biológicos para combatir la procesionaria del pino, ésta dispone de depredadores naturales: murciélagos, pájaros, avispas, hormigas rojas y hongos.
Fotos: Paco Mas y J. A. Cobo
Texto: J. A. Cobo
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